SONRIEME DESDE LA OSCURIDAD

CAPITULO 4 CHISPAS

CAPITULO 4 CHISPAS

- ¡Te estoy diciendo que se brincó la maldita barda! – grito desesperado levantándome del sillón y alejándome. ¿En qué momento mi vida se convirtió en un jodido circo?

- Can... es que, no lo puedo creer... tranquilo – Ilker tira su chaqueta de mezclilla sobre el sillón y pasa sus manos por su cara. Es un reflejo de mi frustración.

- Can, a ver, relájate y cuéntanos todo desde el principio... - gruño con la mirada en el techo; no debería exagerar, pero no puedo contenerme todas las emociones que me provoca esta mujer, desde que entro a mi vida me siento como su pequeño juguete con el que hace lo que se le da la gana y se ríe a carcajadas desde la oscuridad de su anonimato.

- Estaba con Cassius despidiéndome, lo lleve a su lugar y cuando estaba a punto de irme vi un post-it azul pegado al poste con un papel que me llamo la atención, luego escuche un suspiro y fui tras ella cuando la escuche correr.

- ¿Cómo sabes que es "ella"? – ruedo los ojos sosteniendo uno de los pequeños cojines aterciopelados. ¿Cómo no saberlo? Todo lo que me atormenta brillaba en ella.

- Oooh lo sé, créeme – camino a la pequeña mesa y le entrego a Ilker los dibujos que hizo, después saco el papel que venía junto al post-it. Cuando se los entrego abre los ojos como platos – ¿ahora me crees?

- ¡MIERDA! – grita Cuney cuando se acerca para ver la foto – Can, ¡¿qué rayos...?!

- Repite eso mil veces y estarás donde estoy ahora. Traté de alcanzarla y a media explanada se detuvo, volteo a verme y supe que era ella, es el mismo perfil, pero con el color de cabello diferente. Lo llevaba de un color rojo intenso, algo rizado y usaba gafas de montura ancha, pero sé que era ella.

- Esto es muy malo, ¿le preguntaste algo respecto o te dijo algo? – cierro los ojos con fuerza.

"Esta justo frente a mí, lo suficientemente lejos para que pueda interceptarla si trata de escapar. Aprieto los papeles en mi mano.

- Espera, solo quiero hablar... - le ruego con suavidad. Su perfil esta hacia mí y a pesar de los rizos y las gafas puedo distinguirla. Tiene un hermoso perfil y los labios rellenos más lindos que he visto, su chamarra de cuero negro se ajusta a su perfecta silueta de reloj de arena y justo ahí mis ojos van más abajo... ¿Por qué me estoy enfocando en eso? No tengo idea... doy un paso hacia ella para acercarme.

Gran error. Se gira y se echa a correr. Tardo un segundo en recomponerme y voy tras ella para alcanzarla, el viento se incrementa provocando que su aroma a dulce me despierte los sentidos, es delicioso. La llamo para que se detenga, pero eso solo la hace correr más rápido hasta el otro lado de las oficinas, donde está más oscuro. Se que ahí no hay salida así que bajo la velocidad con la seguridad de que tarde o temprano tendrá que detenerse, para mi sorpresa, no lo hace.

Da una voltereta para tomar impulso y después un salto hasta el tractor que está pegado a la barda, el asombro hace que me detenga de golpe, cruza una última mirada conmigo y como un voluptuoso y ágil gato trepa la enredadera para brincar del otro lado. Mi boca cae abierta por una buena cantidad de tiempo."

De nada valió salir a buscarla, cuando al fin llegue del otro lado ya no estaba.

- Muy bien... ¿Qué información tenemos de esta chica? – pregunta Cuney pasándose las manos por el cabello cano.

- Cabello multicolor, es ágil y escurridiza como un gato y tiene la gran habilidad de desaparecer – y tiene el cuerpo y aroma de una diosa griega pero no creo que haya necesidad de agregar eso. Los tres no damos la misma mirada. Es como si habláramos de un ser fantástico muy real.