Prologo

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Road House Blues de The doors resuena en el pequeño espacio.

Las ventanas están bajas y el aire del campo entra fresco y húmedo. Agradece que sea así, de otra forma, las ventanas estarían empañadas a causa de sus gemidos y jadeos.

Hacerlo en el auto estaba en su lista de fantasías en lo más recóndito de su mente, nunca imaginada, hasta ese momento. Sintió el movimiento del auto y se sostuvo más fuerte del volante, su ágil y sensual cuerpo rebotando sobre las piernas de su alfa.

El aroma a Fernet se entrelaza con el suyo de cereza, las imponentes oleadas de feromonas que el alfa emanaba le hacía contraerse y ladear el cuello en sumisión.

Entrecerró los ojos cuando las fuertes manos apretaron su cintura, su camisa blanca estaba desabotonada dándole el encanto, subiendo el lívido en su alfa al tenerlo expuesto para él, siendo esa la única prenda que portaba.

Miro por el retrovisor, la excitación ya se reflejaba en los oscuros ojos de su alfa, la sonrisa ladeada y mirada penetrante lo hicieron jadear. Nunca imaginó tener esa faceta; sumiso y desvergonzado, brincando en la polla de su alfa como si la vida se le fuera acabar.

—Mi omega...— el jadeo pegó en su oído, haciendo su corazón latir desbocado.

El arrebol frente a ellos iluminó sus ojos, contrastando con el verde pasto frente al auto y sintió ganas de llorar. No quería soltarlo.

El beso en su cuello junto con las palabras susurradas sobre este lo hicieron llorar. —Mi omega, mío...mi dulce destino— jadeó cuando los dientes rasparon el lugar donde portará la marca, como una promesa muda, un anhelo que no podían permitirse.

No aún.

Su cuerpo cayó hacia atrás, hasta reposar su cabeza en el hombro de su alfa, las embestidas no se detuvieron, ni sus constantes jadeos o los gruñidos de su alfa. Lloriqueo agudamente, aferrando sus uñas en los muslos del mayor.

—¡Ngh! A-alfa, por favor...— escondió el rostro en el cuello de su amante, humedeciéndolo por sus jadeos y respiración pesada — Márcame, alfa.

El tono bajo y suave hizo que su alfa se tensara y bajara el ritmo de su penetraciones. Nunca había usado su voz de omega, ese momento era íntimo, haciendo que su corazón golpeara fuerte contra su pecho y sus almas estuvieran completamente entrelazadas sin necesidad de la marca.

Eran destinados. Conocerse, amarse y nunca soltarse; ya estaba escrito. La feromonas de su alfa aumentaron y el aroma a menta lleno el lugar, delatando la extrema felicidad de su alfa.

—Tu voz omega es tan dulce, mi lobo está a nada de mostrarte la barriga— una sonrisa se deslizó por sus húmedos labios rojos al escucharlo, meneo las caderas con más ahínco poniendo sus pies en puntitas para darse impulso.

—Y-Yoongi...— Jimin chillo el nombre de su alfa por vez indefinida escuchando el coro de la canción repetirse por sabrá dios cuál vez.

Let it roll, baby, roll

Let it roll, all night long

—Oh, jodida canción. Voy a correrme, bebé— Las pequeñas manos se aferraron a su cabello negro, jalando sus mechones largos, la boca abierta y jadeante de su omega chocó con la suya, jaló con más fuerza de sus cabellos, buscando acercarlo más a él para darle un beso húmedo.

—Vamos alfa anúdame, te doy mi omertà— un gruñido bajo se escapó del alfa al escucharlo, sus dedos apretaron más el cuerpo entre sus manos, follandolo más rudo, las pestañas de su omega se mojaron y el rubor pintó sus mofles — No se puede tocar el compañero de otros hombres de honor, no se debe mirar al compañero de otro... Hemos roto cada regla alfa, es tiempo. Soy tu omega, ahora.

FORELSKET     |Yoonmin| (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora