|| H A T E M E || Kookmin [Omegaverse]

P R Ó L O G O

PRÓLOGO + Capitulo 1 (1/2)

Hate me🥀

No quería aceptar que ese mediocre era su alfa, era simplemente imposible, no quería estar destinado a una mierda de tan poco valor.

-Te odio con toda mi alma, Jeon Jungkook, eres lo peor que me ha pasado en toda vida no quiero ser tu omega, desaparece, vete, muérete.-El rubio gritaba iracundo frente al pálido rostro del alfa, este aún con sus heridas manos sostenía aquel ramo de rosas blancas, las favoritas del omega.

Los demás alumnos de reían de la humillación, susurraban insultos y abucheaban al delgado alfa, este aún con su pecho apretado, y respiración irregular, apretaba su agarre en las flores y los chocolates que había comprado pronto estaban en el suelo siendo pisoteados.

-Jamás seré tu omega, jodido alfa estupido, ¿no lo entiendes? soy demasiado para ti-La aguda voz maliciosa resonó con intensidad y gran eco en el patio de la universidad-Me harías un favor si mueres, todo vínculo quedaría anulado, hazlo, déjame vivir en paz.

Para Jungkook las cosas jamás habían sido fáciles, incluso en la vida cruel, su único amor destinado no le correspondía, Park Jimin había sido su inicio y su final.

Para él resultaba un poco egoísta, pero, al menos dejaría una carta para la única persona de la que se enamoró, no poseía bienes materiales o una familia, sus padres se habían ido cuando tenía 12 años y nunca los había vuelto a ver. Por lo que, tan solo le quedaba aferrarse a sus sentimientos, sería muy dañino si dejaba ese escrito, pero aclararía todo.

"Perdóname, Jimin.

Aprendí que no puedo vivir sin tu amor, logré observar la hermosa marca que llevas en tu cuello, sé que Taehyung te hará feliz, mucho más de lo que yo lo hubiera hecho, tal vez no leas esto, pero, la decisión de terminar con mi vida es propia, nadie me insisto a esto y no es tu culpa, jamás lo fue, ni lo será, tu eres libre de decidir sobre tu vida y yo jamás te obligaría a que me aceptaras. De todas formas, soy eso, un alfa indigno que no merece tu amor.

Te amo, es mejor dejarte libre de todo vínculo mío, espero que seas feliz.

Atentamente.

Jeon Jungkook".

Las pequeñas manos arrugaron el delicado papel y lo botó en algún lado de su costosa habitación, mientras esperaba a que su alfa regresara a casa. A las pocas horas, sintió un pequeño descontrol por su pecho, que terminó por ser un ligero mareo, el peso desapareció, toda unión desapareció.

Ese vínculo se fue y ahora su lobo omega aceptaba completamente la marca en su cuello. Sonriendo en grande, observó la brillante luna y agradeció.

"Gracias, Madre Luna. Por fin seré feliz junto a la persona que amo, sin ningún destino que me lo impida".

Donde la Luna hizo mal en elegir a su pareja, donde no hubieron sentimientos correspondidos, donde fue algo que realmente no debía pasar.

Amar puede matarte.

Hate me🥀

Un año atrás...

Hace bastante tiempo que jamás se había puesto a rememorar la hora y el día en que su lobo vergonzosamente había reconocido como omega a aquel lindo chico de mejillas rosadas que caminaba con hermosos suéteres holgados.

Solo era su cuarto año de universidad, pensaba que las cosas transcurririan con tranquilidad, que nada pasaría, que encontraría trabajo en sus pasantías y poco a poco vivirían su monótona vida a como era debido. Incluso había conseguido un departamento estable en las lejanías de la universidad.

Ese día estaba especialmente soleado, recordó que sus libros se habían quedado en los dormitorios individuales, y volviendo a pasos rápidos los tomó, casi corriendo por los pasillos se topó con un peculiar aroma.

Fresas y Vainilla.

Jamás había sentido un aroma similar, era bastante sensible a estos, ninguno se asemejaba a aquella esencia, así que, tan solo se dejó guiar a este, acomodó sus viejos lentes y cuando estaba a punto de descubrir al portador este, solo pudo ver una dorada cabellera, rodeada de bastantes personas, una pequeña manitos la acomodaba hacia atrás.

Sus azules ojitos estaban bastantes concentrados, hasta que, un pie lo sacó de su trance, tropezó y cayó.

Oh no, eran ellos.

-Pero mira, ¿a quién tenemos aquí? El imbecil alfa de esta universidad, ¡Jeon Jungkook!-El chico que estaba gritando, era Oh Sehun, muy conocido por los participaciones en el equipo de fútbol, sus perfectas calificaciones, atractivo de infarto y por ser el hijo del director de la universidad, pero, también, el horror de los nuevos ingresos, y especialmente de Jungkook.

En los cuatro años de su estadía en la universidad, no había un solo día en el que Sehun lo dejara en paz, sus escasos centavos era quitados, su almuerzo también, sus participaciones extra en cualquier materia, también la oportunidad de poder tener una amistad normal con cualquier alumno.

A veces, se preguntaba de porqué de sus acciones, ¿había echo algo mal?, realmente no lo sabía.

Sus lentes cayeron en algún lado del pasillo, acomodó sus libros en sus manos cuidadosamente aún si así estuviera mirando borroso, comenzó a palpar el suelo en busca de ellos.

-Vamos, pequeño imbecil, busca tus estupidos lentes-Una sonora carcajada se escuchó y seguidamente los alumno cercanos comenzaron a reír, era bastante normal ver a Jeon Jungkook en el piso mientras era molestado, humillado e incluso golpeado. La voz ronca de Oh llamaba bastante la atención, así que, en cuestión de minutos, varias personas comenzaron a rodear la escena, entre ellos, un pequeño omega de manitos rechonchas.

El pelinegro en el suelo, jamas esperó a que alguien le ayudara, nadie lo hacía.

Cuando por fin logró tocar los anteojos sonrió cansinamente, estaba listo para tomarlos, hasta que su mano fue pisada dolorosamente, los ayudantes de su visión se rompieron de apoco, junto con su agudo grito que hizo enmudecer las risas, todos observaron al agresor, y Sehun observó hilarante la escena.

-Tienes mucha suerte, mierda con anteojos, adivina quien le está pisando-Unas lagrimas traicioneras le hicieron sollozar, mordió sus pálidos labios con fuerza, con su mano derecha soltó los libros cuidadosamente ya que eran de la biblioteca, tomo los rotos lentes y se los colocó.

Su mano izquierda titiraba, cuatro de sus dedos estaban ya rojos e hinchados, y una dulce risa le hizo levantar la cabeza, aún con su cabello obstaculizando el proceso, observó lo más hermoso que sus ojos habían visto alguna vez en su vida.

-El hermoso omega, Park Jimin, está pisando tu mugrosa mano.

Park Jimin.

Ese era el nombre de la personita que haría que su corazón palpitara intensamente, y de alguna manera su dolor continuo en los próximos días.

Sus hermosos ojos avellana, su piel clara y blanquecina, casi como la porcelana, su pequeña altura, el hermoso suéter blanco con estampados de florecitas, sus labios rellenos, rosaditos y brillantes, seguramente por bálsamos labial y su nariz de botón.

Las pupilas de sus azules ojos se dilataron inmediatamente, su dulzón aroma llegó a sus fosas nasales, su lobo interno rodó y mostró su vientre feliz, su cuerpo entero tembló y reaccionó por inercia.

No era normal, el jamás había reaccionado de esa manera, el omega era tan hermoso, tal como una hermosa rosa blanca, su corazón palpitaba con intensidad, tanto que se saldría de su pecho.

Sin duras, era él.

Su omega destinado.

[Continuará].

Este es un fic que he estado planeando por meses. Espero les guste <3.

Comenten y denle su estrellita para seguir haciendo contenido como este. Los quiero mucho, cuídense <333.

Cualquier incoherencia o error ortográfico señalarlo, no soy perfecta.