El inicio de todo
Había una vez el Dios Zeus y la Diosa Leto que tuvieron dos pequeños hijos Hefesto y Artemisa ellos eran mellizos. Desde chiquitos se llevaban muy bien, jugaban, peleaban, se divertían y pasaron muchos problemas juntos. Ellos habían crecido hasta los 6 años como humanos, pero llegó el momento de descubrir su poder, después de todo eran hijos de grandes Dioses a los que todos amaban.
El arból sagrado les decía su poder, primero iba Hefesto, el arból le dijo: Hefesto tu poder será el fuego, tendrás la oportunidad de a los 10 años elegir otros poderes que ayudaran a solucionar el caos y los problemas del mundo. Pasaron otros niños y en muy poco tiempo llegó el turno de Artemisa ella tenía muchísimo miedo, su hermano le dijo: Hey chiquita no tengas miedo todo va a estar bien. Luego de esas palabras Artemisa dio un paso al frente. El árbol le dijo: Tú serás la diosa de la caza tu deber sera la protección de la vida silvestre y salvaje. Al igual que tu hermano escogerás otros poderes. El árbol le susurró: Escoge el poder de la naturaleza te ayudará a salvar al mundo del terror que creó Ares. Ella se quedo perpleja, ante esas palabras.
Los años pasaron y Hefesto y Artemisa cumplieron 10 años, era el gran momento escoger sus poderes, Hefesto escogió ayudar a los hombres herreros, artesanos, los escultores, y la metalurgia. Artemisa escogió el poder de controlar la naturaleza, es un poder muy fuerte y difícil de manejar, ella lo había escogido por lo que el árbol le había dicho. Todos estos años había entrenado para proteger a los animales y no había utilizado el poder de la naturaleza que era el más fuerte y poderoso.
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Una gran aventura: Artemisa debajo del mar
Historical FictionUn relato mistíco con la Diosa Artemisa como principal