Tadashi y Kei se conocieron en la universidad porque casi todos sus conocidos se conocían y por cosas del destino es que ambos nunca se habían visto. Se conocieron en una fiesta de una de las tantas facultades que habían, todo porque Kageyama había arrastrado a Tsukishima porque Hinata asistiría si o si a ese lugar, además que a Tobio no le agradaba la idea de ir solo; en cambio la situación de Tadashi fue similar, Shoyo había insistido que lo acompañara porque no sabía cómo llegar al lugar de la fiesta y era mejor perderse entre dos a que uno solo.
Fue instantánea su interacción, las palabras de sarcasmo de Tsukishima le sacaban una que otra carcajada al peli verde, y Kei sentía que estaba alucinando porque nadie, de verdad NADIE entendía el sarcasmo o simplemente le pedían que se guardara esos comentarios solo para él. Tal vez no fue mala idea asistir al lugar. Pasaron la noche bebiendo y charlando sobre los ridículos que podían ser sus amigos, y por supuesto que huyeron antes de que
Comenzará lo peor porque conocían tan bien al peli naranjo como al peli negro, y los besuqueos o el vómito en plena pista de baile, o incluso sus gritos de amor que se escuchaban sobre la música, no era nada.
Kei acompaño al pecoso hasta su casa y por insistencia del peli verde, el rubio se quedó a dormir en casa ajena.
Cuando comenzaron el tercer año es que se volvieron pareja oficialmente, porque por mucho que todos los veían acaramelados por todos lados, ni siquiera habían aclarado sus sentimientos y aunque a Tsukki le cueste admitir, todo fue gracias a Hinata y Kageyama, si no hubiese sido encerrados en la habitación del peli naranjo, en un día de otoño cuando se habían reunido para pasar el rato y desestresarse; el Tsukiyama nunca hubiera existido.
Si bien, Kei tenía bastante dinero y casi siempre lo gastaba para salir o regalarle cosas a Tadashi, siempre terminaba en una casi discusión por derrochar el dinero en cosas que no valen la pena, palabras dichas por el mismísimo pecoso; Kei desde entonces aprendió a mentir sobre el precio a su pareja porque realmente no le importaba quedar en la bancarrota si era por el pecoso.
Ninguno conocía a la familia del otro, pero no era que ocultaban que estaban en una relación con otro chico sino porque no había tiempo para reunirse con sus familias -tanto Kei como Tadashi habían hablado con su familia y la mejor manera para poder declararse y no morir en el intento-.
Pero algo que le molestaba al pecoso es que sus compañeros de clases comentaran que el rubio se veía algo mayor, ¿Mayor? ¿Tsukki Mayor? tal vez un poquito por su forma de vestir un tanto formal, pero no era para decir que se veía mayor. Por supuesto que Kei sabía esto, Tadashi le contaba las cosas que le preguntaban en los recesos antes de que se juntaran, o incluso en mitad de las clases; Kei tampoco se quejaría el resto podría hablar de lo que quisiera, a él no le importa los tontos rumores.
Tsukishima siempre acompañaba a su pareja hasta su casa, se despedían con tres besos en los labios y un cálido abrazo y susurrando palabras cariñosas. Y este también fue el caso.
Kei dejó a su pareja sana y salva en la entrada del departamento, tomó con delicadeza las mejillas del pecoso y junto sus labios.
- ¿Tadashi? - El tercer beso no pudo continuar por la suave voz de una mujer.
Ambos jóvenes miran a la pecosa y baja mujer. Kei no lo piensa mucho y sabe que aquella mujer es la madre de su pareja.
- Mamá, hola.
Y Tsukishima se felicita por ser tan listo.
Madre e hijo se miran por unos segundos antes de abrazarse, Kei tiene una sensación que le dice que sobra en aquel lugar, y cuando está listo para marcharse es Yamaguchi quien se lo impide.
- Mamá, te presento a Tsukishima Kei mi pareja. - lo dice con orgullo y el rubio no puede impedir la calidez que crece en su pecho.
La mujer mira a ambos por unos segundos, tomó del brazo a su pequeño y se alejaron un poco del rubio para poder hablar con más privacidad.
- ¿Es tu sugar?
Los colores suben por la cara del pecoso, - ¡Mamá!
Tadashi camina rápidamente hacia su pareja para poder abrazarlo y besarlo, por supuesto también para empujarlo hasta el ascensor.
- Hasta mañana, Tsukki - dice cuando las puertas comienzan a cerrarse.
Kei penas y pudo reaccionar, pero las puertas del ascensor ya habían cerrado.
Tadashi tuvo una larga charla con su madre, explicándole que Tsukishima no era tan viejo.
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Holis! Su escritora favorita a vuelto! Ah casi.
Si bien he estado desaparecida por casi mucho tiempo aún mantengo las ideas que tenía para esta bonita pareja.
Y siendo sincera con ustedes, no he leído nada de lo que tenía aquí escrito aparte 1ue no recuerdo de que trataba solo se que está terminado jajajajja.
Nos vemos, bye bye.
(Tenía ganas de escribir pero no me sentía bien para escribir jajajaj
¿Cómo están? ¿Están cansados?
Escribí muchas cositas en estos días pero no tenía ganas de publicar. En un rato estaré publicado las otras historias.) Escribí la historia y la notita en año pasado jajajja