I Have A Bad Day

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Algo estaba mal con Izuku, no era una suposición o una teoría conspirativa, era la más y dura verdad que podía repetirme. Y es que no sólo yo lo estaba notando, toda la clase A lo sabía.

Era muy extraño ver a Izuku sin murmurar en cada clase, o incluso participar alegremente en ellas, además siempre tenía la mirada perdida, como si tuviera todo el peso en sus hombros y lo peor nadie sabía porque.

Todo empezó cuando estábamos en clase hace dos semanas, el celular de Izuku sonó a mitad de esta y pidió permiso para salir, pero cuando regreso tenía un aura pesada que hacía que se estremeciera mi piel con solo verlo, y creo que no fui el único.

Note que su círculo más cercano se acercaba para saber que le pasaba y solo dijo "no es nada importante", pero joder, la manera en la que lo dijo, fue de una manera sombría.

Después de clase nadie lo vio, no estaba en los dormitorios y cuando llego, era demasiado tarde y fue directo a su habitación sin dirigirle la palabra a nadie mientras cenábamos.

Esto no sólo pasó una vez, todos los días sin falta al terminar clases salía sin decirle a nadie y llegaba muy tarde, cada vez llegaba más tarde, estaba más cansado en clases, en los entrenamientos era tan excesivo, y lo peor nadie sabía que le pasaba al de los ojos esmeralda.

Yo como una persona cobarde, llena de sentimientos por tal espécimen que está sufriendo en silencio, no sabe cómo acercarse, más porque ni sus amigos cercanos lo habían logrado, como pasó hace dos días.

Estábamos en la sala común y Izuku llegó demasiado abatido, Uraraka fue a preguntarle si estaba bien, él solo asintió pero ella ya estaba perdiendo la poca paciencia que le quedaba y se armó el caos.

—Estamos preocupados por ti, no eres así, simplemente queremos saber si estás bien.

El silencio fue pesado, Izuku solo apretaba sus puños, y no se mucho sobre su fuerza al 100 pero parecía que dolía.

—No es mi problema sus preocupaciones.

Todos estaban a tónicos, no podían creer que Izuku fuera capaz de responder de manera tan tajante a la que consideraba su mejor amiga.

—¡Nos preocupamos por lo que te pasa, eres nuestro amigo!

—¡Y yo no estoy interesado en tus preocupaciones, ni en las de nadie! ¡Entiende maldita sea, déjame en paz, tú y tus dichosas preocupaciones me tienen harto!

Y sin más que decir, subió las escaleras y dejó ahí más de 10 alumnos sin poder reaccionar por las palabras de un joven que era una hermosa macita que proteger.

Eso no fue lo peor, lo peor fue el llanto de Uraraka, en mi opinión un poco exagerado, no sé, será que para mi la privacidad es lo más importante, y casi a exigirle a Izuku sobre sus problemas me pareció algo egoísta, ósea yo también quiero saber pero no por eso le voy reclamando por qué no me dice.

Trate de dejarlo pasar, pero joder, el día siguiente cuando llego tenía muchos golpes, cojeaba y estaba sangrando, no había nadie cerca, y como solo estaba yo, el jodido Shinsou Hitoshi ahí, no pude hacer otra cosa que acercarme a él.

No dije nada, no podía, pero si lo ayude a ir a su habitación, y le ayude a curar sus heridas con algunas cosas que tenía Izuku en su habitación.

El silencio no era incómodo pero tampoco era lo más estable, aun así no lo forcé a decirme que le había pasado, si él quería lo haría, no sería parte del grupo de personas que le exige.

Cuando termine de ayudarlo únicamente susurro un "Gracias", y como soy una persona intuitiva me fui de su habitación para dejarlo descansar.

Eso pasó por varios días, cuando estaba en la cocina o en la sala común y lo veía y estaba lastimado, yo era él que lo ayudaba, seguía sin decir nada, pero no me alejaba, no se enojaba y parecía que esos 15 minutos que pasábamos juntos en silencio le daban toda la paz necesaria.

Hoy en particular estaba más lastimado que otras veces, mi preocupación se noto mucho más, corrí hacia él pero con mucho cuidado lo ayude, tuve que cargarlo para llevarlo a su cuarto, sentía que mi corazón se salía de su sitio, un par de vendas y unos analgésicos seguro no eran suficientes.

— Estoy bien, no es nada

—Si estuvieras bien podrías caminar por tu cuenta —mamure, estaba molesto pero sabía que ese no era el momento.

— Sólo, tuve un mal día —susurró

— Tienes muchos de esos estos días — lo ayude a recostarse— pero no soy quien para juzgar.

— Sólo... Estoy cansado de no sé lo que quieren que sea, cansado de tener que poner buena cara a todo, cansado de no poder malos días sin que el mundo se acabe.

La frustración estaba explícita en su voz, no podía comprender completamente sus sentimientos, pero de cierta manera, algo me decía que sí los entendía.

— Tener malos días y no querer hablar con nadie no es malo, lo malo es que tú mismo no puedes lidiar con esos malos días.

— ¿Cómo lidias con los malos días Shinsou?

— No lo hago, simplemente dejo que pasen, pero siempre pasan, que es lo que realmente interesa. Necesitas despejarte, dejar el trabajo de héroe por unas tardes y verás que los buenos días regresarán.

No Sabía de dónde salían tantas estupideces, lo peor de todo es que si las estaba sintiendo, sentía cada palabra, porque quería que la razón de mis sonrisas y mis días buenos no la pasara tan mal.

Ese no fue nuestro único encuentro, cada vez nos hacíamos más cercanos, hablábamos en clase y poco a poco el Izuku que conocíamos volvía a brillar, él se disculpo con todos por su actitud de esas semanas y todo volvía a la normalidad o bueno hasta ese día.

Estábamos cenando cuando Izuku entró a la residencia, pero lo que sorprendió a todos era la cantidad de golpes que tenía en todos lados, incluso Bakugo que se jacta de odiar a Izuku realmente tenía cara de preocupación, el chico de los ojos esmeraldas trató de sonreír pero no funcionó para calmar el ambiente.

Nadie dijo nada y es que no sabían que pasó, y como yo no tengo tantita madre, me levante de la mesa y fui a ayudarlo, el silencio era incómodo en la estancia, pero no iba a dejarlo ahí, mientras íbamos a su habitación empezó a llorar y sentía que no podía hacer nada.

Cuando llegamos lo ayude a cambiarse y limpie sus heridas lo mejor que pude, antes de que incluso dijera algo salí de la habitación, solo escuché más llanto y desesperación.

Así que baje y fui por algunas golosinas, la cena que dejé incompleta, aunque trataban de preguntarme por Izuku no podía decir nada, sin importar que fui a mi habitación por algunas cosas más para llegar a su habitación.

Toque ligeramente la puerta y me dejó pasar, seguía con el rostro entre sus manos y demasiado tenso, deje las cosas en su cama y solo susurró.

— Tuve un mal día.

— Lo sé, por eso estoy aquí.

Pude ver una ligera curvatura en sus labios y me abrazo, como si no quisiera soltarme nunca, pero no voy a mentir yo tampoco quería soltarlo, y no lo haría incluso aunque me lo pidiera, nos quedamos así, en silencio, pero no necesitábamos decir más, porque lo que quería Izuku no era palabras de ánimo, sino alguien que lo escuchara y que estuviera ahí en sus malos días.






Nota

Me inspire en un tiktok que vi por ahí, espero les guste hace mucho que no escribo 

I have a bad day [ShinDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora