Memorias

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Escuchando la canción en la radio,
me hizo recordar aquel día
que le hablé por teléfono
y le confesé mi amor,
lo que  había llegado a sentir,
y una bella colección de algunas frases y poesía para esos ojos hermosos,
que apreciaba bajo el atardecer y
esas manos suaves,
que me gustaban entrelazar con las mías.
Sujetandonos fuertemente para no caer en el pesar de nuestro final.

Imaginando un camino de vida,
y unas cuántas fantasías,
que habíamos de cumplir.

Fue breve nuestro momento,
porque nuestra manera de amar
y de querer era diferente.

Yo solo tenía un corazón,
entero que ofrecer, y el suyo
estaba partido por la mitad.

Tenía dos opciones,
amarlo en silencio,
o compartir un poco de poesía
con un hombre que no era real,
y castigo alguno por haberme
hecho palpitar en cada sensación,
en cada emoción desbordada,
y por la  pasión que despertó en mí.

Phereniké IcuitlatlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora