Sueños Húmedos con la Nerd | Seulrene G!P

8.

Irene

-¡Seulgi! -exclame al despertar de aquel tan real sueño, ¿Qué me estaba pasando con la nerd?, corrí al baño de la casa de Nayeon al ver que las chicas ya estaban despertando.

Mi cuerpo estaba caliente y deseoso, aunque quisiera tocarme, no podía, seguro me escuchan, me di una ducha fría para poder bajar la temperatura en mi cuerpo.

Luego de unos minutos salí del baño envuelta en una toalla, pero al salir alguien me agarro de los brazos y me sentó en la cama.

-Irene... ¿No tienes algo que decirnos? -Nayeon me agarraba de los hombros y me miraba fijamente, Solar y Jennie estaban a cada lado de ella cruzadas de brazos.

-N...No se de que hablas... -respondí nerviosamente.

-¿No sabes? -negué- Pues nosotras muy bien sabemos que estabas... ¡Gritando a las tres de la mañana! - Nayeon me miro seriamente, Solar y Jennie asintieron mirándome.

-Tuve una pesadilla -trate de hablar calmada pero aun estaba nerviosa.

-Irene estabas gimiendo el nombre de ¡KANG SEULGI! -hablo Jennie alzando los brazos.

-¡Pensamos que habia un fantasma violador! -dijo Solar, Nayeon y Jennie la miraron- Bueno, yo lo pensé -cruzo sus brazos.

-Irene estas acorralada, suelta la sopa -Nayeon hablo firme.

-Que no la suelte, tengo hambre -Jennie le pego en la cabeza a Solar por su comentario.

-Esta bien, pero no pueden decírselo a nadie ¿Bien? -mis amigas asintieron para luego sentarse en la cama.

Les conté todo, cuando vi a Seulgi en el baño, los sueños, todo.

-Bueno no se si estar sorprendida o excitada -exclamo Solar, y yo rede los ojos.

-Irene, ¿Segura que solo es atracción sexual? -pregunto Jennie.

-Si, no siento nada mas por ella, ningún sentimiento -respondí, aunque sentía duda en mis palabras.

EL FIN DE SEMANA DESPUES

Lunes de nuevo, que desgracia, me levante de mi hermosa cama, juro que podía oír sus gritos de que volviera a ella, pero no podía.

Entre al baño e hice mi aseo diario, al momento de vestirme por alguna extraña razón quería verme muy linda hoy, quería que todos quedaran embobados al verme, o talvez una persona en especifico.

Me mire al espejo, fácilmente me podían confundir con un bombón, okey ya, estar con Nayeon me ha hecho daño.

Baje a la cocina e hice mi desayuno, mi madre no estaba en casa, estaba en un viaje de negocios, luego de haber desayunado salí de mi casa, camine a la escuela, no estaba muy lejos así que podía irme caminando.

En todo el camino me la pase mirando mis pies hasta que sentí que alguien estaba a mi lado, mire a mi lado y casi doy un brinco al ver quien era.

-¿Que se te perdió en el piso? -pregunto con una sonrisa Seulgi.

-Solo te ayudaba a buscar tu dignidad -le respondí con una burlona sonrisa y ella rio sarcásticamente para luego seguir mirando al frente- Idiota -murmure.

-Tengo un diez en matemáticas -presumió y yo trate de reprimir una risa, en verdad la odio.

Unos minutos después llegamos a la secundaria, a lo lejos pude ver a mis amigas, ellas al verme junto a Seulgi colocaron caras pervertidas, Solar empezó menearle el trasero a Nayeon y esta le daba nalgadas, me sonroje, las ibas a matar.

Empezaron las clases, y a mi me tocaba matemáticas, genial, esa asignatura solo la entiende el maestro, por Dios, te dicen que es fácil y que si no lo entiendes todo esta en el ejemplo, pero el ejemplo explica nada.

Anotaba lo que habia en la pizarra sin ningún interés, mire a la derecha a unos tres pupitres se encontraba Seulgi escribiendo, de repente una sonrisa se formo en su rostro, aquella sonrisa hacia que notara sus lindas mejillas regordetas, se veía adorable, luego la escuche gruñir, al parecer no habia hecho bien un ejercicio, reí suavemente, parecía un osezno enfadado.

-¿De que se ríe Bae? ¿Le parece graciosa mi clase? -rodé los ojos molesta, ni que me estuviera riendo como foca.

El timbre sonó indicando el receso, salí a paso rápido del salón y fui al comedor, tenia hambre.

Mis amigas ya estaban en la fila así que me les acerque y obviamente me tenían un lugar en la fila reservada, luego de haber comprado la comida para mi barriga nos sentamos en nuestra mesa.

-Vaya, vaya Irene, viniste con la nerd -dijo Nayeon y rodé los ojos.

-Cállate coneja -le reclame y ella rio.

Mi vista se dirigió a Seulgi, estaba riendo animadamente con sus amigas, su risa era contagiosa, tanto que sin darme cuenta reí suavemente.

Mi mirada se frunció al ver que Sunmi, una chica muy guapa y muy sexy se acercaba a Seulgi con una sonrisa pícara, podía aguantar eso pero luego tuvo el descaro de sentarse sobre Seulgi, note que la nerd cerraba los ojos y respiraba profundamente.

Lo pero fue cuando Sunmi empezó a mover su cadera encima de ella, apreté mis manos en puños, me sentía molesta y no sabia porque, tampoco sabia porque me habia levantado e ido a su mesa.

-¡Seulgi! -pronuncie su nombre firme, tanto que pude ver como me miraba asustada- Necesito hablar contigo -mire a sus ojos y luego a Sunmi fijamente- A solas -Sunmi rodó los ojos y se levanto de Seulgi, la nerd se levanto- Sígueme nerd -le dije para luego comenzar a caminar a otra parte.

Seulgi.

La seguí sin protestar, prefiero hablar con la algo cabeza hueca de Irene que tener a Sunmi encima mío moviendo a propósito sus caderas.

Irene se detuvo de repente lo que me hizo chocar con ella.

-L...Lo siento -me disculpe- ¿De que querías hablar? -le pregunte.

Vi como apretó los labios y miraba a todos como si tratase de buscar una respuesta.

-Yo... quisiera que fueras mi tutora de... matemáticas -sonreí ante su nerviosismo por decir algo tan simple, Irene realmente es adorable, no se cuanto tiempo me le quede mirando, mi vista primero estaba en sus hermosos ojos, luego en su perfecta nariz y luego mire encima de su labio, rayos, Irene realmente es hermosa- ¿Seulgi? -su voz me saco de mis pensamientos.

-S...Si, claro, me encantaría ser tu tutora -le respondí- ¿Cuándo y donde nos vemos? -pregunte.

-Hoy después de clases, espérame cuando suene el timbre para irnos -asentí con una amplia sonrisa.

-Adiós, princesa cabeza hueca -le dije haciendo una reverencia, ella rio suavemente.

-Adiós ex cuatro ojos - hizo una reverencia como las princesas, bueno, ella ya es una princesa.

Me desaparecí un rato, pero he vuelto