Era el penúltimo año de el trío de oro en Hogwarts, como siempre esperaban tener un año tranquilo pero sabían que eso no ocurriría. Todos en el gran comedor cenaba entre risas, todos esperaban tener un año tranquilo.
Eso también ocurría en la mesa de verde y plata. Draco, Pansy y Blaise reían de un chiste dicho por la conocida reina de Slytherin y también su gran amiga Astra Black, la primera y única hija de Bellatrix Black.
Astra era muy parecida a su madre físicamente, tenia el cabello negro y largo, su tez era pálida como la de su madre sin embargo, lo que más destacaba de ella eran sus cautivantes ojos.
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Todo el comedor estaba tranquilo hasta que un fuerte sonido los alertó, todos voltearon a ver de donde provenía este solo para encontrarse con un grupo de personas en medio del comedor, personas que no estaban ahí anteriormente.
-¿Dónde estamos?- preguntó una chica pelirroja mirando a todas partes.
-En el gran comedor, pero no creo que sea nuestro año- contestó una pelinegra.
-Eres un idiota Black- dijo una rubia con acento francés mirando a un pelinegro.
-Tú también eres Black- respondió el chico en su defensa.
-Sí, pero yo no soy idiota, idiota- le respondió.
-Chicos pueden dejar de pelear y ver en dónde demonios estamos- dijo una castaña.
-Es verdad- dijo la pelirroja del principio mirando el gran comedor y a los integrantes de este. -¿Dónde demonios estamos?... o mejor dicho cuándo-.
Una rubia giró a ver a la mesa de los maestros pero en vez de hablarle a Dumbledore, como todos esperaban, se dirigió a la profesora McGonagall.
-Directora McGonagall, ¿podría decirnos en qué año estamos?- todos se sorprendieron por lo que dijo la rubia. Nadie entendía nada de estos misteriosos chicos y lo que decían solamente los confundía más.
-Señorita yo no soy la directora, pero respondiendo su pregunta, este es el año 1996-todo el grupo de chicos se asustó por eso, no entendían que hacían en ese año.
-¿Podemos hablar en un lugar más privado, directora?- preguntó esta vez uno de los chicos que no había hablado, era de los más distintivos pues el tenía el cabello azul.
-Claro, podemos hablar en mi oficina- dijo el director Dumbledore a los jóvenes que simplemente asintieron. Todo el grupo de extraños siguieron al director dejando a todos los demás estudiantes totalmente confundidos, sobre todo a Astra que escucho su apellido en la conversación de los jóvenes.
Por otro lado, el grupo de jóvenes ya se encontraba en la oficina del director Dumbledore, junto a este estaban la profesora McGonagall y el profesor Snape. Los mayores del grupo le contaron a los profesores lo que había ocurrido y de dónde venían, sorprendiéndolos por el extraño suceso.
