única parte.

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la copa de los árboles danzando entre sí, siendo impulsados por el viento. una diversidad de pájaros revoloteando entre los árboles, ardillas saltando, pequeños conejos escondidos entre los arbustos. 

si oyes bien, puedes llegar a captar el tenue sonido que emite la cascada bajando a una gran gravedad aterrizando por unas cuantas rocas, creando un precioso río donde el agua es tan cristalina como nunca antes se había visto.

un niño, de cabellos castaños, corre por las orillas del río, su silueta siendo reflejada en el agua. detrás, un joven de cabellos pelinegros de unos años más y mucho más alto va corriendo igualmente, haciendo lo posible para alcanzar al más joven. así era hasta que el castaño detiene sus piernas, para saltar encima del pelinegro, ambos cayéndose rodando por el pasto lleno de diminutas flores. 

ㅡ ¡me cansé! ya no quiero que sigas corriendo, ¿tú también estás cansado, yuyu? 

ㅡ no, estoy excelente ㅡ gran mentira, su respiración era igual de acelerada como la de yukhei, ambos tenían las mejillas sonrojadas, el sudor no se quedaba atrás.

ㅡ mentiroso, también estás cansado ㅡ yukhei se quitó de encima de yuta, gateó hasta el río, y sus pequeños pies se adentraron al agua fría. 

ㅡ no, yukhei. te vas a enfermar, y no quiero que te enfermes.

ㅡ los ojitos de yukhei se achicaron, emitió un pequeñito "uhm". juntó su pequeña mano con la de yuta ㅡ entonces entra conmigo al río.

yuta lo miró confundido, no pudo predecir el hecho de que yukhei se lanzaría al río yéndose con él. en un abrir y cerrar de ojos, su ropa, que era de la más fina tela se encontraba empapada de agua. 

ㅡ mamá va a matarme, ¿ahora qué hago? 

ㅡ nada, yuyu ㅡ dijo saliendo del río ㅡ solo quítate la ropa, me la das y yo la colocaré sobre el árbol para que le de el solecito ㅡ el mismo yukhei fue el primero en cuanto a despojarse de su ropa, que a pesar de no ser una tela tan fina como la propia seda que usaba yuta, su mamá le decía haberla hecho con mucho amor.

ambos infantes, que sólo se llevaban dos años de diferencia estaban solamente con su ropa interior. yuta junto a yukhei juntaban una que otra roca pequeña o grande para lanzarla al agua, una competencia para demostrar quién es el mejor tirador de rocas. 

ambos aún pueden recordar la vez que se conocieron, en pleno invierno, el reino estaba cubierto de la más pura y blanca nieve, los niños salían por doquier a jugar, hacer ángeles de nieve, muñecos de nieve, pero ese día, yuta no quería jugar con los niños de la nobleza, a escondidas se escabulló, saliendo de la fortaleza del castillo, camino por los senderos siendo visto por uno que otro aldeano, tampoco quería jugar con lo niños del pueblo, y dudaba mucho que estos también quisieran jugar con él.

con una sonrisa dibujada en el rostro llegó a una parte alejada del pueblo, dos árboles viejos, estaban arqueados, formando un semicírculo, y abajo se formaba un sendero, yuta no se resistió y se adentró. pensó que tal vez encontraría un dragón, pero lo único que encontró fue un gran lago congelado, la gran cascada igualmente congelada, el agua que antes caía se encontraba completamente congelada debido a las bajas temperaturas.

sus oídos pudieron captar un suave estornudo, caminó y detrás de un frondoso pino visualizo la cabellera castaña, una piel tan pálida como la propia nieve, el niño de ahí se dio cuenta de su presencia, girando su cuerpo. yukhei llegando a hacer contacto visual con yuta, se quedaron viendo por varios minutos, hasta que el castaño salió de su ensoñación. 

ㅡ ¿qué hace alguien como usted por aquí, príncipe? no puede estar aquí. podría contraer un resfriado.

ㅡ yo solo escapé de casa, pero estoy bien, no necesito que me lleves al castillo. me llamo yuta, nakamoto yuta.

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