Final

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N/A: El alfabeto que se usa en esta historia es el alfabeto en inglés, es decir, sin la "ñ".

Nico estaba en shock, ¿fue Will? ¿Fue Will todo este tiempo? ¿Él estuvo jugando con él todo este tiempo?

Otra semana había pasado, Will sólo compartía con Nico dos clases y durante toda la semana él había faltado a las dos. De verdad que no lo entendía.

Drew había estado observando a Nico desde la semana pasada, sabía que ya se habían enterrado de lo de Will y estaba echando rayos.

Se acercó a Nico y dejó sobre su mesa una copia del periódico de la escuela.

Nico la miró mal, y lo tomó.

Sólo era un artículo de la nueva sección del club de jardinería, "flores para atraer mariquitas, por una escuela colorida".

Paso de hoja y sorprendentemente pudo reconocer la mayoría de las flores.

"Margaritas, Angélicas, Cosmos, Alisos, Milenramas, Azulejos, Tormentillas, Capuchinas, Geranios".

—¿Ya lo entendiste, mariquita? —le preguntó Drew sentada en frente de él con una sonrisa.

Nico salió enfurecido del aula, todo fue una maldita broma.

Gracias al destino, era viernes, así que Nico tomó todas sus cosas y se fue a casa.

El fin de semana pasó con Nico, en la esquina de su habitación y con unos audífonos blancos con volumen muy alto.

El lunes Nico llegó a la escuela y se dirigió directamente a su salón, llegó y se puso los audífonos.

Las clases pasaron, nadie se atrevió a hablarle a Nico, ni siquiera Drew.

Al sonar la campana, Will se acerco a él, y antes de que él pudiera quejarse, Will se lo llevó.

Recorrieron la escuela hasta llegar al jardín del club de jardinería, entraron al invernadero y Will sentó a Nico en una de las sillas de plástico que estaban adentro.

—¿Qué demonios estás haciendo?

—Sólo cállate y escúchame.

Nico rodó los ojos, e hizo un ademán para que Will prosiguiera.

—Fue un reto, el mariscal me reto, pero... Yo lo tomo como una excusa, una excusa para poder tener el valor de acercarme a ti —Will suspiro, y Nico se mantuvo en silencio—, el reto sólo consistía en darte una rosa enfrente de todos, pero no pude, y empecé a dejarte flores en tu escritorio y casillero, peor, te juro que no elegí esas coos con mala intención, sólo las tomaba de aquí, tomaba de aquí las que me parecían lindas para ti.

Nifo se sonrojo, pero su enojo regreso en pocos segundos.

—Ay, como si de verdad me fuera a creer eso.

—Nico, me gustas.

Nico quería responder, pero su voz se había acobardado.

—¿Cuál es el número veinte? —pregunto Will.

—¿Qué?

—Sólo responde.

—Uh... T

—¿Y la número cinco?

—"E".

—¿Y cuál es la primera letra del abecedario?

–La "A"

—¿Cuál es la trece?

—"M".

—¿Cuál es la letra número quince?

—La "O".

—¿Cuál es la letra número catorce?

—¿Acaso crees que no me sé el abecedario? —pregunto Nico enojado.

—Cállate y responde.

—La "N".

—¿Y la número nueve?

—"I".

—¿La número tres?

—"C"

—Y ya dijiste que la quince es "O".

—Aja, ¿y eso qué?

Will se quedó callado, y Nico no entendía nada.

Veinte, cinco, uno, trece, quince, catorce, nueve, tres y quince.

¿Porque esos números le sonaban tanto?

Son números normales, pero ¿por qué le traía un tan amargo y dulce sentimiento?

Letras, separadas por un espacio, letras que forman palabras y que derraman sentimientos.

—Te amo, Nico —dijo Nico, sorprendido— lo entendí.

Will sonrió y se acerco a Nico y le extendió la mano.

Nico la aceptó.

—Si esta es una broma, es la más larga, cursi y extraña del mundo —dijo Nico.

Nico no estaba seguro de lo que iba a pasar de ahora en adelante, no sabía lo que sentía por Wlll ni como se sentía después de saber todo eso.

Pero lo que sabía era que se sentía diferente, como si se hubiera creado un gran remolino en su estómago y estaba seguro de que eso era algo bueno.

—Me gustas, Nico, de verdad me gustas.

Fin.

💐 Flores para atraer mariquitas ▪️ Solangelo 💐 [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora