Extra

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Nico llegó a casa, al entrar dejo su abrió y su maletín en un pequeño perchero de madera. Aflojó un poco su corbata y se descalzó.

Camino por el pasillo de su apretado departamento para llegar a la cocina, fue directamente a la alacena para sacar un poco de chocolate para hacer chocolate caliente. El frío calaba sus huesos y lo hacia temblar un poco.

Después de tener su taza lista, se encaminó a su estudio pero antes de siquiera salir a la cocina, vio que en el centro del comedor yacía un ramo de flores atadas con un listón rojo. Una sonrisa broto en sus labios, dejó la taza en alguna esquina de la mesa y tomó las flores con delicadeza. Se trataba de un pequeño ramo de margaritas.

Se dio la vuelta para ponerlas en algún jarrón con agua, pero divisó un solo geranio en el piso, guiándolo de nuevo al pasillo del departamento. Lo tomo, también estaba envuelto por un lazo rojo. Su vista lo guió a otros dos ramo más adelante, los dos de las mismas flores, dieciocho capuchinas en casa ramo.

Caminó un poco más, ya estaba enfrente de la puerta de su habitación, frente a ella estaba un solo lazo rojo. Abrió y se encontró otros dos ramos sobre su cama. Otras trece margaritas, pero a diferencia de las otras, estas eran rosas, y a su lado habían cinco tormentillas.

Dejo abre su colchón los siete ramos y el listón en orden, e intento resolver el acertijo juro como lo había hecho hace unos siete años.

—Trece es una "M" —se dijo a sí mismo—. La primera letra del abecedario es una "A", entonces está es una "A", luego estas son dos "R"s.

—"Marry me" —dijo una voz a espaldas de Nico.

—¡Hey! Déjame resolverlo —se quejo.

Y la habitación se quedó en silencio. Nico estaba procesando lo que acaba de pasta y no estaba listo para afrontarlo.

La mano de Will se paseó desde el hombro de Nico por su brazo hasta su mano, la cual tomó girarlo y acercarlo más a él.

—Hoy se cumplen 8 años desde ese día —menciono Will mientras lo envolvía en un abrazo—, y realmente lo he estado pensando mucho.

—Aja... ¿Por qué? —pregunto Nico dejándose envolver por el calor de Will.

El más grande rompió el abrazo y se separó un poco del otro, soltó su agarre y a paso lento se hincó enfrente de Nico, sacando de un bolsillo una cajita cubierta de terciopelo rojo.

—Nico, ¿Te casaría conmigo?

Y aunque él no era una persona demasiado sentimental, no pudo evitar soltar unas cuantas lágrimas al momento de besarlo como respuesta.

💐 Flores para atraer mariquitas ▪️ Solangelo 💐 [Adaptación] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora