III. Idealistas e Imperfectos

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Este texto contiene temas fuertes, tales como la pedofilia. Se recomienda discreción.

Nacido en un hogar pobre, vendido para sobrevivir, intentando vivir cada día ignorando el hecho de que somos un experimento.

El bien público necesitaba de nosotros, de nuestro cuerpo, para poder tener una idea de comprender la humanidad e intentar salvarla de su fin prematuro... algo tan complejo como eso.

Como cualquier otro sujeto de prueba me enseñaste todo lo que sabías, sin saber yo que lo que realmente hacías era prepararme para el momento de entrar a aquella sala oscura al final del pasillo, donde entraría para nunca salir.

Te admiraba, y talvez de alguna manera me enamore de ti y todo lo que hacías, de tu inteligencia, tu bondad, tu amabilidad y tus dulces mentiras.

Mentías en realidad, tus ojos no tenían brillo alguno, estabas muerto por dentro sabiendo que lo único que podías hacer por mí era ser un ejemplo a seguir para lograr posponer la fecha de mi muerte.

El concepto que teníamos del mundo era idealista, volviéndose imperfecto a cada paso que dábamos para conocerlo realmente.

Intentaré hacer lo que tu haces, creando una copia perfecta de ti, intentando sobrevivir como un clon tuyo hecho específicamente para traer nuestros ideales de vuelta aunque el costo sea matar nuestra realidad...

Te amaba, y nuevamente te aprovechaste de mí.

En algún punto de nuestro encuentro llegaste a sentir lo mismo por mí, enamorándote de la forma más insana posible, abusando de mí, corrompiendo la pureza de mi alma y llevándote mi inocencia, aún sabiendo lo que significaba, porque tú viviste lo mismo que yo, siendo igual que todos una victima mas de esta parafilia.

Me siento jodidamente sucio al recordar lo que me hiciste, recordar cómo en un instante terminaste con mi niñez.

(Te perdono, y a la vez te odio).

Pero lo único que me calma es saber que eras igual de ingenuo que yo, creyendo las mentiras de tus superiores, normalizando su abuso hacía tu persona.

Tantos traumas guardados en tu interior, talvez esa sea la razón, la excusa del porque me hiciste eso... me da tanto asco... me da tanta tristeza, porque a pesar de todo te sigo amando, sabiendo que si tu estuvieras aquí seguiría siendo tu perro fiel.

Me avergüenzo al recordar cada detalle, al saber que la razón por la que sigo vivo es para vengar tu muerte, utilizando la salvación del nuevo mundo como excusa hacía mis seguidores.

(Y sigues abusando de mi aún estando sin vida).

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