10. Almuerzo entre familias

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Rosé

Habían pasado años desde la última vez en que un suceso como este pasaba.

Los Park y Min almorzando juntos, y con dos nuevos pequeños integrantes.

Mamá estuvo desde el jueves hablando con la señora Park para arreglar un almuerzo y de paso, entre ellas ponerses al día, el chusmerio era algo inevitable para ambas. Finalmente se decidieron por el día domingo, hoy, y ya siendo las diez con treinta minutos de la mañana me encontraba a punto de darme una ducha.

Me habían despertado a las ocho de la mañana, y detesto levantarme temprano, más aún los fines de semanas, dónde uno debería de descansar, pero vaya uno a hacerle entender eso a mí madre. La había estado ayudando, luego de un buen desayuno, a ordenar algunos sitios de la casa, mientras ella comenzaba a realizar la comida, luego tuve que decirle que tenía que ir a bañarme.

Y en eso mismo me encontraba.

El agua logró de cierta manera despabilarme por completo y dejar a un lado el gran sueño que tenía, enrede una toalla alrededor de mí cuerpo, tapando la ropa interior, y encima llevaba otra toalla para mí cabello. Camino por el pasillo hasta finalmente llegar a mí habitación y comienzo a rebuscar entre mí ropa que ponerme, al rato de algunos minutos de conflictos por una elección, me decido por un pantalón negro de tela fresca y suelto en las piernas, y encima una remera gris que llegaba por encima de mí ombligo.

— ¡Rosé, baja a poner la mesa!

— ¡Voooy!

Ni me había peinado, genial.

Haciéndome un rodete alto y desprolijo en mí pelo bajé con velocidad las escaleras, era la tercera vez que me lo pedía y no lo había hecho, a la cuarta ya no estaría viva.

— Pon los platos de fiesta, están atrás de los que usamos— pidió desde el patio trasero mí madre.

Como el clima estaba favorable, decidieron hacer la comida en el jardín de casa, estaba todo listo, solo faltaba llevar los utensilios para comer y las ensaladas y bebidas.

Mí padre y Suga se encontraban en la parrilla controlando de no quemar la carne, MinKi en tanto estaba en el pasto jugando con sus juguetes, y mí mamá limpiando las partes que aún le faltaban.

Unos pocos minutos pasaron, cuando oigo sonar el timbre de la entrada, mis ojos se abrieron de par en par.

Mí madre pasa frente mío a pasos apresurados en dirección a la sala.

¡Estoy en mis peores fachas! Y JiMin está a nada de pasar por aquí. Escuchó la puerta ser abierta y luego las voces emotivas de los Park tras saludar a mí mamá.

Con velocidad de luz, llevo los vasos y cubiertos, lo último que me quedaba por hacer, hasta la mesa de atrás.

Si corría apenas entraba hacía algunos de los pasillos me salvaría de pasar una vergüenza frente al chico de mis sueños.

Así que vamos, ¡Rosé podrás, tu puedes, llegarás!

Me autoanimo, sintiendo los nervios y la adrenalina recorrerme de pies a cabeza.
Escucho la voz de mí pequeño hermanito llamarme, sin embargo lo ignoro, lo único importante en estos momentos es salir cuanto antes de aquí.

Dejo, en un intento de arreglo rápido, las cosas sobre la mesa, y volteo con velocidad, hacía la puerta del interior de mí casa.

Aunque sin más, y con toda la mala suerte del mundo cargada sobre mis hombros, soy frenada por el pequeño duende, quién tironea de mí pantalón, quedando a un paso de ingresar.
De pronto soy bruscamente chocada por un gran torso, me veía próxima en el suelo, y con grandes golpes, sin embargo, unos brazos me rodean abrazándome por la cintura con fuerza, ahogo un grito.

Mi Crush- ʝιяσѕєDonde viven las historias. Descúbrelo ahora