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Capitulo 17

'yo soy su madre'

En el limbo, la catrina tenía con ella las dos almas que tenía que guiar a la siguiente vida, el limbo era un bello campo inundado en flores de cempasúchil y velas que guiaban el camino, la catrina tenía un vestido negro y un gran sombrero del mismo color lleno de detalles dorados.

Caminaba con elegancia en su dolor, detrás de ella dos luces, una dorada con destellos verdes y la otra blanca con detalles azules.

Miró a todos lados, ella sabía que sí quería, le podía dar sus recuerdos con sólo una ráfaga de viento, estaba a nada de hacerlo pero una voz hizo que parada en seco -no María, ya me hiciste una mujer, no lo harás otra vez-

La catrina se dio la vuelta para ver al dios encargado de la muerte, su esposo, era un joven atractivo con la mitad de la cara en calavera como ella, con un traje elegante negro y un sombrero de copa -amor... Por favor, no cumpli mi promesa, solo dejame hacerlo-

La muerte soltó un suspiro cansado -ya te explique, si realmente los quisiste, es mejor no darles los recuerdos, si se los das, siguieran sin tener paz en el mundo mortal-

-o deja que se queden aquí, que descansen los dos- la muerte movió su cabeza en modo de desaprobación -todavía México, por que al parecer te recuerda a Miguel, pero Rusia tiene que seguir con el ciclo-

-¡si!, dejame a México conmigo- pero una voz femenina exclamó a lo lejos -¡dejalo catrina!- era una bella mujer guerrera con un traje ya desgastado -azteca ¿que te he dicho de escapar del mitclan?- pregunto molesto la muerte.

-que si la cruzó me la pelan, eso y, tú mujer- la guerrera se acercó a la catrina con determinación -yo soy su madre, y ni yo soy tan egoísta como para separarlo de su pareja- la muerte se interpuso -no le hables a sí a mi mujer-

-mi niño es un guerrero, no se raja, aunque sea difícil, el no se da por vencido, así que mandalo a reencarnar- la catrina se enojo que le hablaran de esa manera -¿o si no que?-

-guiare a todos para escapar del mitclan junto a mi marido, y tú- la azteca apunto a la muerte -tú sabes que no lo he hecho por mi niño, si hay desorden aquí, allá en el mundo mortal se desata el desmadre-

-¿me estas amenazando?- cuestionó furioso la misma muerte -no, te estoy avisando de lo que una madre es capaz por su hijo, no como la señora que ni siquiera ha intentado ir a ver a su hijo-

-por qué mi esposo no me deja- se excuso la catrina -y a mi no me deja salir del mictlan y mira, aquí estoy-

-YA- exclamó la muerte arto -yo los guíare, azteca regresa ahora mismo al mictlan y catrina, María, tienes mi permiso para ver a Miguel-

Los ojos de la catrina se llenaron de lágrimas -gracias amor-

{...}

En medio de un gran campo donde siembra de flores naranjas conocidas como cempazuchitl, un llanto empezó, algo que llamó la atención de una mujer joven -¿un bebé?- se acercó a cargarlo, no tenía más que una mnta blanca -espera- la mujer se percató de la mancha debajo de su oreja. No cabía duda, era el bebé que se buscaba nacionalmente -tu... Eres México que lindo-