3

99 11 5
                                    

—¡Arriba, buen día! —El antifaz que cubría sus ojos fue removido, encandilando los ojos de Gekkō, quien se había despertado segundos atrás. —

Ágilmente se colocó en posición fetal y cubrió su cuerpo entero, pero su prima tenía más fuerza que ella, por lo que a los segundos todo su cuerpo se sintió helado. Le habían arrebatado su manta.

—El día esta soleado y... ¡Vamos a ir al parque!

Gekkō sabía que no podía ponerle "Peros" a su prima, era bastante obstinada y siempre conseguía lo que quería.

Se levantó del sofá, la anterior noche había caído dormida ahí por su pequeña maratón de película. —Sin remarcar que se durmió a los veinte minutos de iniciada. — Y caminó hacia su cuarto, sin disimular el hecho de que arrastraba los pies por el suelo de madera.

Tomó una ducha y al salir comenzó a prepararse para el parque, se vistió con un jardinero y un suéter, en el rostro solo se colocó corrector de ojeras, máscara de pestañas y labial. Al dirigirse hacia la cocina comenzó a olfatear el aroma de pancakes.

Al entrar a la fuente del aroma, la cocina, se encontró con una imagen que no se esperaba para nada.

—¡Buen día, Gekkō-chan! —

—¿Satoru? —Se quedó inmóvil al verlo dar vuelta un pancake. — B... Buen día. —Le otorgó una reverencia. —

Y ahora analizaba la situación, aquellas siluetas que se encontraban sentadas en los sofás individuales eran Satoru y Suguru, su rostro se comenzaba a enrojecer de la vergüenza.

—Abrígate bien, dicen que hoy va a nevar.

—¿Y por qué estamos yendo al parque? —Preguntó su mejor amigo mientras ingresaba a la cocina. — Buenos días. —Gekkō le devolvió la reverencia. —

—¿Por qué no? —Bromeó el joven de ojos azules con su típico tono animado. — Podemos hacer muñecos de nieve y tirar a Geto a la nieve. —Lo último fue susurrado en el oído de la fémina, en el intento que el contrario recién mencionado no se enterara de sus planes. —

Pasados los minutos, los cinco estudiantes de diferentes preparatorias, se encontraban frente al parque de distrito donde las Gekkō vivían.

—Masumi. —La menor de las primas observó a quien la llamaba por su nombre. — ¡Vamos a los columpios!

Satoru tomó su mano y la llevó hacia donde estos se encontraban, y antes de que ella tomara asiento, limpio su asiento cual se encontraba lleno de nieve.

—En una semana voy a salir de la ciudad. —Le comentó a la joven. —

—¿En serio?, ¿A donde iras?

—A una ciudad de Corea del sur.  —Comenzaron a mover sus asientos, yendo de adelante hacia atrás lentamente. — No me extrañes.

Sus mejillas se coloraron ante sus palabras, pero el sentimiento de extrañar había desaparecido hace años, por lo que dudaba hacerlo.

—Cuando regrese iremos a mi museo favorito, ¿De acuerdo? —Ella asintió en silencio, con una sonrisa en el rostro. —Vamos a comer. —Se levantó y extendió su mano hacia ella cuando se encontraba frente suya. —

—Hoy vamos a hacer varias cosas. —Comenzó a hablar la mayor de la Gekkō, Suri, causando que todos dirigieran su mirada hacia ella. —

—¿Qué cosas?

—Hoy tengo prueba de maquillaje, de pasteles para la boda e iremos en búsqueda de mi vestido y el de dama de honor.

—¿Ya has elegido a tus damas? —Preguntó Geto para luego tomar una frutilla. —

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 22, 2021 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐀𝐥𝐦𝐞𝐧𝐝𝐫𝐨 𝐞𝐧 𝐟𝐥𝐨𝐫. 「𝐆𝐨𝐣𝐨 𝐒𝐚𝐭𝐨𝐫𝐮」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora