—¡Arriba, buen día! —El antifaz que cubría sus ojos fue removido, encandilando los ojos de Gekkō, quien se había despertado segundos atrás. —
Ágilmente se colocó en posición fetal y cubrió su cuerpo entero, pero su prima tenía más fuerza que ella, por lo que a los segundos todo su cuerpo se sintió helado. Le habían arrebatado su manta.
—El día esta soleado y... ¡Vamos a ir al parque!
Gekkō sabía que no podía ponerle "Peros" a su prima, era bastante obstinada y siempre conseguía lo que quería.
Se levantó del sofá, la anterior noche había caído dormida ahí por su pequeña maratón de película. —Sin remarcar que se durmió a los veinte minutos de iniciada. — Y caminó hacia su cuarto, sin disimular el hecho de que arrastraba los pies por el suelo de madera.
Tomó una ducha y al salir comenzó a prepararse para el parque, se vistió con un jardinero y un suéter, en el rostro solo se colocó corrector de ojeras, máscara de pestañas y labial. Al dirigirse hacia la cocina comenzó a olfatear el aroma de pancakes.
Al entrar a la fuente del aroma, la cocina, se encontró con una imagen que no se esperaba para nada.
—¡Buen día, Gekkō-chan! —
—¿Satoru? —Se quedó inmóvil al verlo dar vuelta un pancake. — B... Buen día. —Le otorgó una reverencia. —
Y ahora analizaba la situación, aquellas siluetas que se encontraban sentadas en los sofás individuales eran Satoru y Suguru, su rostro se comenzaba a enrojecer de la vergüenza.
—Abrígate bien, dicen que hoy va a nevar.
—¿Y por qué estamos yendo al parque? —Preguntó su mejor amigo mientras ingresaba a la cocina. — Buenos días. —Gekkō le devolvió la reverencia. —
—¿Por qué no? —Bromeó el joven de ojos azules con su típico tono animado. — Podemos hacer muñecos de nieve y tirar a Geto a la nieve. —Lo último fue susurrado en el oído de la fémina, en el intento que el contrario recién mencionado no se enterara de sus planes. —
Pasados los minutos, los cinco estudiantes de diferentes preparatorias, se encontraban frente al parque de distrito donde las Gekkō vivían.
—Masumi. —La menor de las primas observó a quien la llamaba por su nombre. — ¡Vamos a los columpios!
Satoru tomó su mano y la llevó hacia donde estos se encontraban, y antes de que ella tomara asiento, limpio su asiento cual se encontraba lleno de nieve.
—En una semana voy a salir de la ciudad. —Le comentó a la joven. —
—¿En serio?, ¿A donde iras?
—A una ciudad de Corea del sur. —Comenzaron a mover sus asientos, yendo de adelante hacia atrás lentamente. — No me extrañes.
Sus mejillas se coloraron ante sus palabras, pero el sentimiento de extrañar había desaparecido hace años, por lo que dudaba hacerlo.
—Cuando regrese iremos a mi museo favorito, ¿De acuerdo? —Ella asintió en silencio, con una sonrisa en el rostro. —Vamos a comer. —Se levantó y extendió su mano hacia ella cuando se encontraba frente suya. —
—Hoy vamos a hacer varias cosas. —Comenzó a hablar la mayor de la Gekkō, Suri, causando que todos dirigieran su mirada hacia ella. —
—¿Qué cosas?
—Hoy tengo prueba de maquillaje, de pasteles para la boda e iremos en búsqueda de mi vestido y el de dama de honor.
—¿Ya has elegido a tus damas? —Preguntó Geto para luego tomar una frutilla. —
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𝐀𝐥𝐦𝐞𝐧𝐝𝐫𝐨 𝐞𝐧 𝐟𝐥𝐨𝐫. 「𝐆𝐨𝐣𝐨 𝐒𝐚𝐭𝐨𝐫𝐮」
FanfictionGekkō 月光 El almendro,sus hojas cada tanto se colaba por la ventana de mi cuarto, y tú eres igual que él, entraste con una llave que no sabia que existia y abriste mi corazón cual se habia cerrado hacía tiempo, lo abrazaste e iluminaste con tu brillo...