Sería una cena importante, todos, o bueno, en su mayoría estarían presentes, la fémina estaba nerviosa jugando con los anillos que traía puestos, su pareja la observaba con detenimiento.
-No estés nerviosa, no es como si Offenderman te fuera a hacer algo.-
Pronuncio Hoodie quien se encontraba sin pasamontañas, su cabello castaño un poco claro y sus ojos color aceituna.
-Para ti es fácil decirlo, Slenderman los protege a ustedes. A mi me quiere tirar de un noveno piso.-
Se escucho una carcajada de su contrario quien tenia una pequeña sonrisa dibujada en su rostro.
(. . .)
La cena había pasado con rapidez, y la pareja corría por el bosque mientras reían y gritaban llegando a un río que se encontraba un poco lejos de la cabaña.
-Sería una lastima, que alguien ensuciara el vestido.-
Pronuncio la chica con una pequeña sonrisa mientras se metía al río sin quitarse los tacones.
-Se me hace una falta de respeto que te hayas metido con tacones al agua.-
Exclamó Hoodie con gracia mientras se metía poco tiempo después de ella.
-Y a mi se me hace una falta de respeto que te hayas metido con calcetines.-
Ambos reía y jugaban con el agua, la noche paso rápidamente hasta el cielo empezó a aclararse.
-¿Crees que Slenderman nos mate si llegamos a esta hora?.-
Pronunció el chico mientras se sentaba a la orilla del río al lado de la chica.
-Será una muerte digna, valió cada segundo. -
Sonrió.
El joven abrazo a la fémina mientras daba pequeños besos en sus mejillas, el realmente la amaba.
