Anochecer

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Estaba sentada pensándote cuando te extrañé,
Y te busqué en mis recuerdos,
Allá donde eres eterno,
Allí donde me amas sin miedos.

Y te rememoraron mis manos,
Te reclamaron mis labios,
Te añoró mi mirada,
Te lloró mi corazón un largo rato.

Ay de mí, desdichada y melancólica.
Ay de mí, muñequita de mirada mentirosa.
Ay de mí, que amo un lisonjero recuerdo.

¿Cuándo será el día que termine esto?
¿Cuándo será el día que no desee tus labios,

tus miradas, tus caricias, tus pensamientos?

Quizá este sea el momento,
Quizá ya se ha perdido la esperanza,
Quizá al fin hemos matado nuestros sueños...
Aquellos que fueron más míos que nuestros.

Y si no fuese así, amor mío,
He de decir que ya me has matado mil veces,
Que tus palabras han dolido con creces.
Créeme, que mis ojos vacíos no mienten.

Créeme, que me he vestido de gala para ir a nuestro entierro.
Créeme, que me intoxican los recuerdos al decir nuestro último te quiero.
Créeme, que estas son mis últimas letras para ti.

Aquí, justo aquí, mueren mis sentimientos.
Aquí, donde no empezó pero dio inicio el fin.
Aquí, justo aquí, donde tú también has dicho adiós.
Aquí, donde puede que te olvide o puede que no.

Sonata de media nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora