Una vez, soñé que era una princesa que necesitaba ser salvada por su príncipe, que patético, 5 años después estaba vestida como una, pero no tenía un príncipe con el cual bailar, tampoco llegó uno a rescatarme, entonces entendí, que la que debía salvarme desde un principio era yo misma. El amor es así, crees que la esperanza que te da tú pareja es suficiente para querer ser mejor día con día, pero la realidad es que después de un tiempo, los problemas te consumen, y si no te salvas tu mismo, entonces nadie llegará y te salvará, lo entendí mucho después de perderme y perder todo lo que creía mío.
El ser una persona ansiosa y con inseguridades a causa de una familia disfuncional y poco sincera, te daña por completo, pero eso quizás todos lo saben ¿no?, es difícil hablar de problemas cuando todos te conocen, pero siendo realistas, ninguno que estemos aquí nos conocemos, así que puedo ser tan sincera y transparente que puedo decir todo y a la vez nada, por qué a fin de cuentas, esto solo es un desahogo.
Al descubrir que yo debía ser mi propio príncipe me di cuenta de que una como mujer es tan frágil por qué la sociedad así lo quiso, tal vez si no, fomentaran en las niñas cosas como que alguien debe salvarnos de un infierno, no, nos mataríamos buscando por la vida a nuestro amado príncipe azul.
Pero ya hablé mucho de príncipes...