Refugiados: El Mundo Perdido

Ep 3. Una nueva amistad

Pasaron los días, últimamente he estado pensativo ¿El grupo de personas que vi antes era grande? ¿Cómo harán para sobrevivir de esa forma? Tal vez hay un lugar de refugiados... ¡No!, Eso sería demasiado peligroso, muchas personas juntas es igual a muchos trackers. No quisiera estar a ese nivel de riesgo. Eso me recuerda... El otro dia tras buscar los alimentos que de exhausto, estar tanto tiempo encerrado sin hacer nada no fue bueno para mi salud, debería mejorar mi condición física. También necesito munición para la pistola y un arma mejor no estaría mal... ¡Mañana saldré a buscar!

Salir muchas veces es peligroso pero desde ya hace un tiempo no he visto trackers en esta zona. Si mal no lo recuerdo hay una tienda de cazadores cerca. A mi madre de joven le gustaba ir a casar con el abuelo, gracias a eso se las bases de la supervivencia y el manejo de algunas armas. Casar era la actividad más divertida para mi madre o al menos lo era, desde la muerte de mi abuelo mi madre no volvió a casar y la mayor parte de las armas y elementos los desechos, ellos eran muy cercanos, la muerte la devastó pero ella era fuerte y así siguió adelante... Era de sus mayores cualidades.

De repente unos sonidos extraños se escuchan a lo lejos, Bell se acerca para ver qué es

-¡Son demasiadas para nosotros! -dice una chica alterada-, protéjanse como puedan

-¡¡ANNIE CUIDADO!! -se lanza para proteger a la chica y muere destrozado por la criatura

-¡¿Es el grupo de la otra vez y hay tres trackers rodeándolos?! -digo con preocupación-, tengo que ayudarlos...

La chica caer al suelo aterrorizada por la muerte de su amigo, los demás del grupo logran acabar con dos de los monstruos pero terminan muriendo por el tercero el cual fija su mirada sobre la chica que era la única que quedaba aún con vida, pero Bell llega justo al momento y vacía el cartucho de balas en la criatura muriendo al instante. La chica queda en shock

-¿Estás bien? ¿ No tienes alguna herida? -pregunto con preocupación

-Ehh si, creo que estoy bien

-Me alegro -sonrio-. Debemos ir a un lugar seguro... Puede que vengan más de ellos

Bell le ayuda a levantarse y van hacia la tienda de cazadores mientras que hablan en el camino

-¿Porque me salvaste? -pregunta titubeante

-la verdad es que no sé... Simplemente reaccioné, he visto muchas personas morir y no he podido hacer nada para ayudarlos. Tal vez quería cambiar eso y ser un poco útil por lo menos una vez -sonrio amablemente

-Pues... Supongo que muchas gracias. Me llamo Annie ¿Y tú?

-Yo soy Bell es un placer conocerte... Por fin, llegamos a la tienda de casería

-¿Qué? ¿Una tienda de casería? ¿Para qué querías venir a este lugar? -pregunta confundida

-necesitaba munición gasté la que me quedaba en salvarte, además si era posible quería conseguir un arma mejor. Esas cosas son resistentes, tengo que vaciar el cartucho completo de mi pistola para matar uno

-En mi grupo no todos tenían armas así que matarlos se nos hacía muy difícil, normalmente intentábamos escapar antes de luchar

Entran a la tienda y se ponen a buscar cosas de utilidad

-Oh mira, es un rifle de guía Remington modelo 673 -digo emocionado

-Por lo que veo sabes mucho de armas

-Algo... De pequeño salí a cazar junto a mi madre y mi abuelo. Este era el rifle que usaba el -digo nostálgico

-Wow, Yo nunca he salido a cazar, pero aprendí a usar la pistola hace poco por uno de los hombres de mi grupo

-Lamento lo que le pasó a tus amigos, si hubiera llegado antes todo sería diferente -digo apenado

-No te preocupes... Tampoco éramos tan cercanos -sonríe con dolor

Al ver esa expresión en su cara quedé impresionado al poder observar a esta misteriosa chica de cerca, en las otras ocasiones sólo escuché su voz, pero al tenerla a mi lado me puedo dar cuenta de lo linda que es. Sus ojos son de un color miel y sus emociones son reflejadas en ellos, tiene el cabello corto cómo de un color castaño claro casi rubio, su piel es blanca y tersa, era un poco más baja que yo, talvez mida como 1.68 o menos. Jamás había visto una chica como ella.

Cinsegui munición para la pistola y el rifle, me llevl algunas otras cosas como cuerdas y sedal de pesca que pienso que en algún momento me serán de ayuda. Después de eso recojo todo y desido volver a su casa.

-Oye... ¿Donde vives tú? -pregunta Annie

-No tan lejos ¿Por?

-Pues... Me siento segura al estar contigo. En nuestro campamento era muy difícil dormir, siempre habían de esas cosas al acecho

-¿Cuántas personas hay en ese campamento?

-Eramos como unos 20 aunque con la muerte de mis amigos ya no somos tantos... Se suponía que nosotros buscaríamos recursos y volveríamos con los demás

-Mm es por eso que estar solo es mejor, ¡Mi teoría era cierta!

-¿Qué teoría? No entiendo

-Los trackers perciben a las personas... Siempre saben cuando hay alguien cerca y cuando son muchos más fácil es percibirlos. Su grupo era de 20, por eso llamaban demasiado su atención

-¿Trackers? ¿Qué tanto sabes sobre ellos? -dice desconcertada

-Los llamo trackers "rastreadores" por su habilidad de percibir a las personas

-No sabía eso, ¡Todos ellos están en un peligro constante y ni se lo imaginan! -dice alterada

-Bueno respondiendo a tu pregunta... Me gustaría que vinieras junto a mi pero eso sería ponernos en peligro -exclamo con seriedad

-Pero... En ese refugio somos muchos más, estaría mas segura contigo, dos sigue siendo poco, ¿No? -dice alterada

En ese momento no sabía que hacer, por un lado no quería dejarla ir a donde el peligro es inminente, pero tampoco me quería poner en riesgo a mi mismo, después de todo tengo que cumplir mi promesa y seguir con vida... No puedo hacerlo.

Un recuerdo del pasado asalta mi memoria

-Hijo ¿Por qué lloras?

-Ese niño golpeó a un perro, lo quería defender pero el es más grande que yo y me da miedo -digo triste

-Ven acá mi bebé -me carga entre sus brazos-. Aveces aunque nos de miedo una cosa debemos hacerle frente y más si es para proteger a alguien más

Al recordar ese momento empezé a llorar, mi madre incluso después de muerta me seguía aconsejando. Talvez me ponga en peligro pero protegeré a esta chica y nos mantendremos con vida... Gracias madre

-De acuerdo... Te llevaré a mi casa -lo digo mientras sostengo fuertemente el collar que me dio mi madre-. Viviremos en este mundo sin importar lo difícil que sea