Una apuesta, dos contrincantes y un ganador.
Pero, en el amor y en la guerra... todo vale, ¿verdad?
❤️Historia corta.
❤️Contenido explícito (+18).
❤️No denunciar.
❤️Colaboración especial de @MissGallith.
¿¡Q-qué demonios haces con esa tijera, Bodi!?-. Murmuró Xiao Zhan luego de ser arrojado contra la gran cama de su habitación.
-¿Piensas qué voy a lastimarte, Zhan-ge?-. Wang Yibo se acercó y besó su espalda- jamás lo haría. Te amo-. Afirmó el castaño con seguridad relamiéndose los labios.
-Solo que no volverás a ponerte este puto trajecito-. Sonrió triunfante deslizando la tijera desde el cuello de Xiao Zhan hasta la cintura. Su voz se tornó grave debido a la excitación previa a lo que estaba apunto de acontecer.
-¡Tú! -intentó darse la vuelta pero las grandes manos del menor lo mantuvieron en la misma posición-. ¡Eres un tóxico! -gruñó molesto. No podía creer que Wang Yibo podía ser tan extremista-. ¡un loco, demente y posesivo!-. Exclamó Xiao Zhan con un toque de excitación que no debía existir en una situación tan vergonzosa y denigrante para su gusto.
-Pero así me amas -Wang Yibo volvió a sonreír besando la piel expuesta de su espalda, notando como el cuerpo de Xiao Zhan se estremecía bajo su toque, aunque el mayor sonaba disgustado, parecía agradarle, entonces el menor se encargaría de complacer a su Zhan-ge-. ¿Acaso no son motivo suficiente todos esos videos y ediciones de tu trasero apuntando hacia el jurado? -gruñó- ¡Hasta colocaron mi cara al final de una edición!-. Respondió furioso al recordar la cantidad de imágenes, memes y videos esparcidos por las diferentes redes sociales del país.
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-P-pero no es mi culpa. Bodi... -Xiao Zhan formó con sus labios un tierno mohín que Wang Yibo por su posición no logró apreciar- ¿Puedes deshacerte de esa maldita tijera? ¡Me pones nervioso!. -suplicó-. ¡Pareces un maldito psicópata!-. Sugirió alterado el pelinegro, sintiendo el frío metal cortando la tela por debajo de su cintura.
-Solo un poco más - Wang Yibo mordió su labio inferior al visualizar los dos hoyuelos de Venus situados en la zona lumbar de Xiao Zhan, tratando de contener en ese instante las ganas de arremeter contra el hermoso cuerpo de su prometido colocando ambos dedos pulgares en esas hermosas depresiones.
Pero Wang Yibo sabía que debía contenerse, tenían todo el tiempo del mundo y era la primera vez de ambos, sobre todo para Xiao Zhan, quién debía ser el que recibiera.
-¡Listo, Zhan-ge!-. El castaño arrojó la tijera hacia algún rincón de la habitación y luego, con su par de grandes manos, terminó de rasgar la tela que aún cubría el turgente trasero del azabache, acariciando y amasando ambas nalgas, antes de retirar el resto del trajecito hecho trizas, deslizándolo por las largas piernas de Xiao Zhan hasta, finalmente, retirarlo por completo.