Nueva historia

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En medio de todo el caos,  ahí estaba él, con su sonrisa retorcida y su cabello negro cubriendo parte de su rostro.  Se acercaba lento, jugando y torturandome... Díganme lo que quieran, pero el miedo se me quitó. Ahora solo anhelaba sentir su rose... Aunque solo sea para lastimarme y abrirme la piel. Comenzó despacio mientras nos apartaba del resto. Una de sus manos reposaba en mi espalda, la otra en mi cintura. Llegamos al ventanal. Se acerca lento aún cada vez más.

¿ Qué pasó? Pasó que abrí mis ojos y apenas lo hice lo lamenté. Mis muñecas dolían, mi garganta estaba seca, mis piernas... No las sentía. Y lo vi. Lo vi en el otro extremo de la habitación... Riéndose de mí, de mi situación como presa, como su querida presa.

– Ya ves que sí me quieres, pronuncias mi nombre hasta dormida, rogando que me acerque... ¿ A caso no quieres?. — comenzó a moverse, a acercarse... Y yo a sentir náuseas.

Ansias y PoesiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora