no sé dónde ponerlo

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Frío era lo que la chica sentía en ese lugar, frío que la hacía temblar como hoja con el viento o una prenda sacudiendo.

Era raro para ella, se la creerían a todos sus hermanos, ¿Pero a ella? ¿Siendo Antártica? No le iban a dar mucha importancia a sus temblores, por más que llore del dolor que le proporcionaba tal reflejo de su cuerpo.

Esa dulce chica que siempre alegraba los días de su familia en este instante se encontraba mirando por la ventana de una habitación de hospital, su brillo se apagaba con cada día que pasaba, y ni hablar de sus fuerzas, a veces ni podía levantar sus manos para hablar con su familia mediante mensajes, y otras ocasiones ni siquiera podía articular para hablar.

Pobre Antar, extraña a su familia, a Argentina, a Antártida, a sus hermanos argentinos y a los antárticos, pero en este mismo momento.... Está ahí, acostada en la cama hospitalaria, con sus ojos pesados, una bolsa de suero colgando y desembocando en su brazo derecho, su respiración entrecortada, y una cantidad de máquinas cerca de ella, algunas conectadas, como la que marca su ritmo cardíaco, y otras conectadas a la persona de su lado.

-hola mí niña, ¿Como estás?- logro leer en su barra de notificaciones, Groenlàndia le escribía todos los días casi sin falta, y eso alegraba a nuestra chica Argentina.

Ojalá pudiese contestar, pero hoy era esos días en que sentía que era el último, estaba débil, con sus ojos entrecerrados, mirando hacia cualquier lado que su campo visual permita, lo único que podía en ese momento era parpadear, respirar, y lagrimear por el dolor que el frío penetrante le daba.

Por la puerta logro ver cómo ingresaba una enfermera con un Sachet de Solucion Fisiologica dispuesta a cambiar el que ya tenía, cosa que hizo, seguido de acariciarle la cabeza, ver las máquinas que tenía conectadas ella y su "vecino" y decir un "pueden pasar" hacía quien quiera que sea que esté afuera.

Por esa puerta ingresaron cuatro siluetas, las cuales mientras se acercaban se distinguían mas, lamentablemente las conocía solo porque eran la mujer y los tres hijos del hombre a su lado, los cuales venían todos los días.

La niña de trece tomo todas las fuerzas suficientes para llamar a la enfermera y decirle que quería hacer pis. Al hacerlo la muchacha de no más de 23 años se acercó a paso acelerado a Antar y la ayudo a ir hacía el tan deseado lugar, porque aunque no crean, aún no creían que necesite hacer pis desde una sonda o en un tarrito.

Tardo 5 minutos en terminar de hacer sus necesidades, y volvió a la camilla, dispuesta a esperar a su médico que venía con noticias. Para tal cosa tardo 10 o 15 minutos.

Luego de esa temporada el médico que la atendió desde mantenía memoria paso por la puerta y se le acercó sentándose en una silla, dispuesto a darle la noticia.

-Buenos días Antar, tengo grandes noticias para ti; te cambiaremos a una habitación para ti sola, en la que estarás más cómoda, y si mañana y pasado estás bien podrás irte ya a tu casa, con una enfermera, claro-explico el dr.

La muchachita esbozo una pequeña sonrisa, bastante feliz, solo deseaba ir a casa nuevamente.







































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Sus ojitos se cerraron en aquella noche de enero, luego de cinco horas de luchar para que no suceda.

A las once de la noche había llamado a la enfermera para decirle que la respiración se le dificultaba. Luego había empezado con paro cardiorrespiratorio, justo a la media hora.

Y luego de cuatro horas y media en que todo un equipo de fútbol conformado por médicos intenté salvarla ocurrió lo que debía de; la muchacha falleció.,


[No canon, Antar está bien]

Argentinian Provinces in WhatsappDonde viven las historias. Descúbrelo ahora