[Extra]

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Hace unos días suni había cumplido 5 años, el mismo ya se consideraba como un niño grande, y para el era natural ver a su papá doyoung ir a quedarse en su pequeña casa de vez en cuando.

— Papá — llamó el niño para despertar a taeyong que aún se encontraba dormido. — papá...papá doyoung — los llamaba pero no tenía respuesta, ya que su voz era muy baja.

Se subió a la cama y se acostó en medió de los dos, se le hacía extraño levantarse solo y quería compañía.

Se dio vuelta para quedar cara a cara con el castaño y comenzó a tocar su mejilla repetidas veces, — papi...— no era que el niño tenía hambre o algo, solo quería despertar a su papá.

— ¿...hm? — como respuesta preguntó un poco adormilado y aún con sus ojos cerrados.

Y al niño no le ocurrió otra cosa más que decir una mentira — el tío yanggie me pegó — murmuró.

— ¿le pegaste de vuelta? — preguntó mientras se volteaba dándole la espalda al niño.

— papá!

— esta bien...— murmuró, y se sentó lentamente en la cama, refregó un poco sus ojos y miro al niño que estaba acostado al lado de doyoung. — voy al baño — dijo mientras se levantaba, sabía que a su hijo le gustaba despertarlo, y nunca entendería la razón.

Suni logró ver que taeyong salía de la habitación tras cerrar la puerta, y se puso feliz porque había logrado despertar a su padre.

Doyoung soltó una risa al escuchar los chillidos de emoción de su hijo — suni...¿por qué estas tan feliz? — preguntó haciéndole cosquillas al niño.

— no papá...me da cosquillas...— dijo entre risas.

— Si se hace pipí, tu vas a limpiar — taeyong volvió del baño y se dirigió a su armario para sacar un chaleco.

— Ya ya, mucho — soltó al niño haciendo que este tomara aire cansado por tanto reír. — ¿A donde vas? — le preguntó a taeyong, quien se estaba poniendo sus zapatos, sentado en la orilla de la cama.

— no lo se — respondió mientras se tiraba hacía atrás, dejando su cuerpo en la cama y sus pies con zapatos a medio atar en el suelo. — pregúntale a tu hijo — dijo con una sonrisa al ver a doyoung — algo quiere, estoy seguro

— Noo, papi, ¿por qué dices eso? — el niño negó con la cabeza repetidamente.

— ¿Qué quieres suni? — el pelinegro preguntó con un tono dulce.

— hmm, quiero...se lo dije al tío sunwoo el otro día — murmuró lo último.

— ¿Sunwoo? — preguntó taeyong, mientras se volvía a sentar, el niño tapo su boca mientras se hacía el tonto, como si nunca hubiese dicho nada.

— ¿Ya le dijiste? — preguntó yangyang asomándose en la puerta de la habitación. Y recibió un "no" como respuesta de suni.

— ¿Aún no? — preguntó sunwoo, también asomándose por la puerta. El chico estaba como visita hace unos cuantos días.

— ¿...Qué cosa? — preguntó doyoung, sentándose en la cama.

Taeyong solo miraba confundido a doyoung, no entendía nada de lo que estaban diciendo.

— YA DIGANLO! — gritó haechan desde la habitación de yangyang, la cuál quedaba al frente.

— TU CÁLLATE! — gritó sunwoo como respuesta a haechan.

— ...Paren ustedes dos— susurró yangyang. — solo dilo — motivó a su sobrino.

— quiero...— el niño bajo su cabeza avergonzado — quiero un hermanito! — probablemente taeyong esperaba muchas cosas pero eso le sorprendió mucho.

Doyoung no creía que fuera mala idea y miró a taeyong juntó a los 3 chicos de la sala, como si se uniera a la petición.

— Ahh — río nervioso y se levantó para salir de la habitación — ...lo voy a pensar... — dijo antes de salir de la habitación.


Tal vez tendría que hablar pronto con doyoung.





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— ¿Ya lo pensaste? — preguntó doyoung con una sonrisa, estaban caminando de vuelta a la casa tras dejar a suni en la escuela.

— ¿Qué cosa? — preguntó aún sabiendo de que se trataba.

— Ya sabes...— dijo con un puchero.

— No lo se, ¿en serio estaría bien? — tenía ganas de tener otro hijo, amaba a su hijo, podría tener mil sunis a su alrededor y ser feliz, pero dudaba que doyoung pensara de esa manera.

— oh, cierto, se me olvidaba — nunca se me olvidaría esto, solo quiero sonar casual...

Se paró frente a taeyong dejando un espacio estrechó, tomo aire, un poco nervioso y sacó algo de su bolsillo, para poner una rodilla en el suelo, pero inmediatamente su rodilla toco el suelo, se levantó, no le gustaba el contacto directo con la suciedad.

Entonces con un segundo intento, solo abrió la cajita que anteriormente saco de su bolsillo dejando a la vista un anillo color rosado oró — ¿...te casarías conmigo? — pronunció con un poco de dificultad y vergüenza.

Aun que su postura fuera la "incorrecta" para esta situación, aun seria memorable.


— si...— murmuró — oh, dios, claro que si! — alegré por lo que escuchó, abrazo a doyoung por un impulsó.

— Perdón...el suelo estaba muy sucio...— abrazó al chico con una mano, ya que la otra aún tenía la cajita. — te amo

— yo también — se separó del abrazó de su ahora prometido. — te amo mucho!

Doyoung tomó la mano de taeyong para ponerle el fino anillo en su dedo anular. — ya...¿ya lo pensaste? — pregunto con su sonrisa que lo caracteriza.

— ¿Eh? — es raro que insista tanto en algo, pero ya lo tenia que decir, no podía ocultar algo como eso. — Si, ya lo pensé — contesto con un tono decidido.— aun que debo admitir...que...— no era necesario que continuara, ya doyoung se dio cuenta que este toco su pancita, acariciándola delicadamente.

Feliz con la idea de que su familia solo seguiría creciendo, volvió a envolver a taeyong en sus brazos. — Vámonos a casa... — tomo la mano de taeyong para volver a caminar.



Su amor nunca había terminado, solo estuvo en pausa un tiempo, para luego amarse aun más.





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[Correr juntó a ti] dotaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora