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Te invitaron a una fiesta con todos los integrantes de la Tokyo Manji, y debes salir a escondidas de la casa de tus padres.

Mikey

Agarraste tu chaqueta con una mano y con la otra tus llaves, mientras te acercabas a la puerta. Mickey se ofreció a llevarte al lugar de encuentro, iría con su preciada moto así que estabas un tanto ansiosa de montarte en ella. Soltaste una risita que pronto callaste con tu mano sobre tu boca, tus padres tenían el sueño pesado pero nunca estarías segura de que pudiera pasar.

—Ya casi lo logró, casi...— tocaste la manilla de la puerta de entrada y abriste lentamente sin hacer ruido, según tus cálculos en unos dos minutos Mickey debe estar aq...

Te interrumpió un fuerte sonido de motocicleta, un ruido que rechinó por todo el vecindario, incluyendo tu casa. Abriste los ojos asustados y rápidamente saliste, cerrando la puerta sin importar el ruido, con la entrada de Mickey ya no hacia falta.
A pesar de que se detuvo, siguió haciendo ruidos a propósito con su motocicleta, sonidos de que iba a acelerar pero al tener ya el freno pues no avanzaba.

—Pero mira que tenemos aquí, mi querida amiga _____— alzó la voz un Mickey quien estaba montado en su moto, con uno de sus pies apoyando al suelo.—¿Como estás?, ¿te gusta como suena mi "querida moto"?

Querías golpearlo... fuerte... pero te limitaste a acercarte a la moto y darle un beso en un lado de su cara

—Solo vamos rápido, mis padres se despertaron ya.— te colocaste detrás y pasaste tus brazos envolviéndolos en su torso.

Mickey hizo sonar nuevamente la moto, y hecho a andar con otro muy fuerte chillido, acelerando a fondo.

Draken

Terminaste después de horas, de atar todas tus sábanas y mantas para amarrarlas firme a las patas de tu cama. Ahora solo debías tirar todo por la ventana y bajar por ella.

—No quiero ni pensar en cómo aterrizaré.— estabas mordiendo tus uñas al ver la altura, que claramente no era poca.— Bien, si sobrevivo a diario con los dementes de mis amigos, puedo con esto.— Por alguna loca razón, cuando te fuiste hacia atrás para tomar un tinto vuelo hacia la ventana, ni te fijaste que había debajo o mejor dicho quien estaba debajo esperándote.

La sorpresa fue mayor ya que en tu imprudencia, literalmente ni te sujetaste de la cuerda improvisada con tus mantas, solo caíste.

Solo tapaste tu boca con tus manos para no gritar, pues tus padres estaban dormidos y no debías despertarlos sino te llegaría un castigo hasta el próximo año. Y si eso pasa, Mickey de seguro nunca te llevaría en su moto a pasear nuevamente.

Ni te diste cuenta cuando estabas flotando, no, más bien alguien te sostenía en el aire. No tocaste el suelo por ti misma, y cuando te fijaste estaba Draken mirándote con ambos ojos abiertos de par en par, algo asustado.

—¿Se puede saber el por qué andas intentando volar?.— aún no te soltaba y eso salió de sus labios ligeramente abiertos luego de soltar un sonoro suspiro.—Da igual, vine a recogerte ______.— te regalo una sonrisa la cual termino siendo una de lado, aún así mostrando sus perfectos dientes.

—¿Ya suéltame, no?.— quisiste sonar dura, viendo a Draken y a los demás constantemente siempre intentabas parecerte a ellos, eran tan geniales.

—¿Te sucedió algo?, ¿te sientes bien?.—La mano que tenía en tu espalda, ahora envolvió tu cuerpo y la posó bajo tus rodillas, aún manteniendo su brazo como soporte para que tu espalda se apoye en el, mientras que su mano desocupada la ponía sobre tu frente

One Shots | Tokyo Revengers +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora