Los profundos ojos negros de Baili Hongzhuang brillaron con luz. Efectivamente, tal como esperaba, ¡Xuanyuan Huan no la reconoció!
En un mes, su apariencia había cambiado mucho.
En la casa del General, ella había sido sometida anteriormente a muchos abusos y, desde que se rompió su matrimonio, la calidad de la comida ha ido empeorando cada vez más. Combinado con su dolor, todo su cuerpo se volvió amarillo y delgado...completamente feo.
Después de un mes de cultivo, su piel se había redondeado y su temperamento y apariencia tuvieron un cambio drástico con respecto a antes. Ella creía que incluso si Baili Yuyan la viera en este momento, todavía le sería difícil creer que en realidad era ella, Baili Hongzhuang.
Caminó rápidamente al lado de Di Beichen. En este momento, las bolas de pelusa blanco y negro se quejaban en sus oídos sin parar. ¡No habían esperado que en su primer día fuera, Baili Hongzhuang los usaría como plataforma de aterrizaje!
"Señor, mi cojín lo salvó. Debería..."
Baili Hongzhuang no había terminado de hablar cuando la espalda de la figura dorada frente a ella se volvió repentinamente y un hermoso rostro apareció frente a ella.
Con una sola mirada, Baili Hongzhuang dejó de hablar de repente. A pesar de que había escuchado que la belleza del príncipe Chen no tenía rival, cuando lo vio por primera vez, todavía había una fuerte sensación de conmoción.
Los rasgos faciales del hombre eran hermosos. Ojos, nariz, y labios perfectos hasta el extremo. Sus ojos se ondularon como la luz de la luna, brillantes y claros.
La sonrisa cálida y hechizante que florecía en su rostro era incomparable, increíblemente hermosa. Era como un dios seductor, solo una mirada te haría incapaz de olvidarlo y grabarlo en tu corazón.
Su cuerpo vestido con una túnica de brocado dorado. Solo la luz honorable en sus ojos hizo que su temperamento fuera mucho mejor que el de Xuanyuan Huan y los demás.
"Chica, gracias por el cojín".
Su voz era cálida y agradable. Di Beichen sonrió levemente y miró a Baili Hongzhuang, una mirada atónita parpadeó rápidamente más allá de sus ojos oscuros como obsidiana.
Baili Hongzhuang se recuperó rápidamente. A pesar de caer desde el tercer piso, Di Beichen todavía estaba tan tranquilo. Parece que ella lo había subestimado demasiado.
Cinco dedos sobresalieron mientras el rostro de Baili Hongzhuang mostraba una sonrisa brillante y soleada. "Señor, mi cojín le salvó la vida. Siendo así, ¿No debería pagarme? Es más que suficiente para mi 100 moneda de oro".
Al escuchar esto, los ojos de Di Beichen expusieron un rastro de astucia, aunque su hermoso rostro era serio. "Chica, hazme un favor".
Baili Hongzhuang tenía algunas dudas, ¿En qué tipo de cosas podría estar ocupado para pedir ayuda?
Pero un momento después, las dudas en los ojos de Baili Hongzhuang se convirtieron en sorpresa. Di Beichen se había tendido en el suelo y decía: "La chica puede caerse y yo seré tu cojín. A cambio, no tendré que deberle nada ".
La boca de Baili Hongzhuang se torció. ¿Quién no tiene nada que hacer más que saltar de un edificio del tercer piso? ¡Ahhhh!
Este hombre tenía una apariencia hermosa, pero en realidad era un pícaro astuto.
"Eres al menos un príncipe, así que no querrás renegar de una deuda, ¿Verdad?"
Baili Hongzhuang miró a Di Beichen a los ojos. Quería tener la oportunidad de ganar algunas monedas de oro, pero no esperaba que este tipo fuera tan tacaño que incluso trató de usar una forma tan descarada.
¡Sí! ¡Demasiado descarado!
"¡Definitivamente no soy de los que reniegan de una deuda!" Di Beichen habló con rectitud.
La cara de Baili Hongzhuang se relajó un poco, pero las siguientes palabras de Di Beichen la hicieron querer pisarlo impulsivamente con el pie.
"Pero... No poseo nada valioso..." El rostro de Di Beichen estaba amargado mientras pensaba, "Sería mejor... ¿Pagarte con mi cuerpo?"
"Aún tan inadecuado como soy, tengo algunos usos. "
Baili Hongzhuang sintió que le latían las sienes. Por otro lado, Di Beichen bajó su hermoso rostro tímidamente, asemejándose a una doncella en su noche de bodas.
N/T:
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¿Será este mi ser amado?
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¡¡¡Niéguenmelo !! jajaja
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