Toda esta historia comienza en un lindo día soleado aunque no tanto como para "morir" de calor, cielo casi despejado con una que otra nube por la zona, una ligera brisa para nada molesta. Un día perfecto para muchas personas, aunque obviamente no a todos les gusta ese clima, algunos prefieren los climas más lluviosos o simplemente nublados.
Esta historia comienza en un parque, común y corriente, donde un pequeño niño de cabellera negra se encontraba "jugando" a las atrapadas con su pequeño hermano bebé.
Este lo había "atrapado" así que ahora le tocaba al pequeño bebé atraparle.
- ¡Atrapado! ¡Ahora te toca a ti!
Diría el niño hiperactivo comenzando a correr de su pequeño hermano, sin prestar atención al camino, este chocaría con alguien, por suerte ninguno de los dos se había caído o algo más grave, solo un simple y pequeño golpe.
- Perdón.
Se disculparía el pequeño niño azabache, sobándose la mejilla por el golpe al chocar, mientras que el otro se sobaba la nuca.
- Está bien.
Responde algo monótono el otro niño de cabellos castaños.
Aquel niño de cabellos castaños llevaba una caja consigo, aunque parecía que el niño azabache no lo había notado, estaba más concentrado en sus ojos, unos lindos y brillantes ojos grises.
- Tienes unos ojos muy bonitos.
Diría con toda la sinceridad el azabache, sin apartar la vista de aquellos bellos y lindos ojos, como si estuviese "hipnotizado". Aquel comentario tomaría por sorpresa al castaño, provocándole un leve pero notable rubor por su piel pálida.
- Uh..gracias.
Respondería ante el alago del contrario, apartando la mirada hacia otro lugar, estaba avergonzado.
- Entonces, ¿Qué hay en la caja?
Nuevamente hablaría el azabache mirando hacia la caja antes mencionada que se encontraba entre las manos del castaño.
- Es mi gato, Foofy. Mamá dijo que no podíamos quedarnos con él porque resultó ser alérgica a los gatos, así que estoy tratando de encontrarle un nuevo hogar.
Respondería mostrándole al pequeño felino bebé que se encontraba en dicha caja.
- ¡Es tan lindo! ¿Puedo tenerlo? Me encantan los gatos, ¡son los mejores! cuando sea grande, quiero tener un ejército de gatos y-
Seria interrumpido por el contrario, siéndole otorgada la caja donde estaba el felino. No quería seguir escuchando sus extraños planes.
- Claro.
Respondería sin más, realmente no le importaba regalar el gato, no era muy fan de los felinos y tampoco se había encariñado con este. Mientras que por parte del azabache, este recibiría gustoso la caja, con una enorme sonrisa de oreja a oreja. Sostendría con una mano la caja para darle un "leve" golpe en el brazo al contrario, un leve golpe amigable, aunque al contrario si le dolió.
- ¡Gracias!
Después de aquello el azabache se iría corriendo lo más rápido que sus pequeñas piernas le permitían hacia su madre para enseñarle lo que había conseguido, estaba tan feliz.
- ¡Mama, mira! ¿Podemos quedárnoslo?
Mientras tanto el castaño solo miraba desde la distancia, sobando su brazo por el golpe antes recibido, captando la atención de unos enormes ojos que le miraban fijamente sin despegar la mirada, con un ceño fruncido, como si le estuviese juzgando en sus adentros.
4 años después
Un joven azabache se estaba recién mudando junto a su querida madre y su pequeño hermano menor. Debían meter todas las cajas de la mudanza hacia la casa, sería un trabajo bastante pesado.
Estaban realizando dicho acto hasta que una dulce voz aunque algo monótona sacaría de sus pensamientos a la madre.
- Bienvenidos al vecindario. ¿Necesitan una mano con esas cajas?
Se ofrecería a ayudar aquel buen joven, a lo que la madre no negaría la ayuda y aceptaría.
- Oh, claro.
Y así el joven de mechones verdes se acercaría a ayudar a aquellos que serían sus nuevos vecinos, se acercaría al azabache, que estaba por cargar una caja algo grande, lo cual obviamente estaría pesado y necesitaría ayuda. Este tomaría el extremo de la caja mientras que el otro tomaría el otro extremo.
- Meowrf.
Maullaría el felino, quien solo se limitaba a mirar a su dueño y aquel joven que se ofreció a ayudarles.
El azabache alzaría la mirada, encontrándose con unos hermosos ojos grises, reconociéndolos al instante. Los mismos ojos del chico castaño que conoció durante su infancia, quien le regalo a ese pequeño y tierno amigo peludo.
- Espera, ¡Yo recuerdo esos ojos!
Diría formando una cálida sonrisa sobre su fino rostro, aun mirando aquellos lindos ojos que tanto adoraba.
- Freaks.
Diría una tercer persona, llamando la atención de ambos presentes, haciéndoles voltear hacia donde provenía dicha voz, encontrándose así con el integrante menor de la familia. Juzgando a ambos jóvenes con sus enormes ojos, que solo se limitaba a mirarles fijamente.
- Y yo recuerdo esos ojos.
Menciona el peli verde haciendo énfasis en "esos", recordando los sucesos de hace 4 años.
Fin
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Como se conocieron Chris y Ted
Short Storyndeah hice esta historia durante la noche ae Personajes creados por Z-T00N créditos a Z-T00N Perdón si la narración no es buena, no tengo experiencia creando historias, creo q ésta sería mi primer historia.