El Manicomio

capitulo 2 "Emily"

Mi nombre es Emily nací el 13 de diciembre y soy una de las huérfanas de la iglesia del padre Felipe en donde a dos calles de ahí la madre Julieta me encontró, ella cuenta que se sorprendió mucho al verme ya que si no fuera por un gato que iba pasando por ahí ella jamás me hubiera visto.

Dicen que en la mirada de un bebé se ve el reflejo del Sol y que con el tiempo te destruye con el odio, el dolor y la tristeza, que te puede generar con el simple hecho de vivir. Cuando la madre me vio, camino poco a poco hacia mi y al tomarme entre sus brazos, la luz el sol no se comparaba con mis ojos,ella me recogió y me llevó a la iglesia donde las monjas me adoptaron, con mucha esperanza y deseos de que yo fuera una de ellas me criaron con sus normas y decretos, pero yo era diferente solía ser muy inquieta además constantemente hablaba sola ellas pensaban que era por mi edad pero conforme pasó el tiempo descubrieron que no era algo normal ya que en las noches tenía pesadillas, me levantaba gritando porque en mis sueños aparecía un demonio que me tomada del cabello, me arrastrada a la capilla y con un látigo me golpeada una y otra vez, lo raro que al despertar tenía moretones en todo el cuerpo y en ocasiones aparecía en otro lugar.

cuando estaba cuerda sol y anotar que el padre superior me miraba detenidamente pero su mirada reflejaba un deseo de lastimarme, en ocasiones comentaba que las huérfanas no valen la pena, ya que por algo las habían abandonado y al ser mujer era peor.

Un día escuché un insoportable ladrido que poco a poco me condujo a bajar las escaleras y abrir la puerta, sorprendentemente vi a un cachorro en el jardín, el perro era demasiado inquieto y además tenía una lindura que las personas conmovía, lo cual les agrado ya que sabía que todos lo chulearían, lamentablemente una monja lo vio e mediatamente lo llevó con las demás. Conforme pasaron los días el perro les ayudaba cuidar a las gallinas y claramente el tenían toda la atención de los demás y yo sólo era para ellas la niña loca y prepotente de 7 años.

Con el tiempo mis alucinaciones empezaron a empeorar, bello como la iglesia entera ardilla en llamas pero era normal porque odiaba la iglesia, al padre y a todos,él tenía algo que me hacía odiarlo lo único que quería era ver su cabeza mientras que miles y miles de gusanos se lo comían. Las monjas pensaban que yo era un monstruo yo no era el monstruo porque él estaba en mi cabeza y a mi lado, pero ellas no me hacían caso, pensaban que estaba mintiendo, ellas me encerraron en un cuarto oscuro y no quería estar ahí así que grité y grité,les juro que si no me sacaban el iría por todas ellas y una por una les haría pagar un dolor infernal y una muerte enfermiza. Ellas en lugar de hacerme caso mandaron a el padre, yo tenía miedo escuchaba sus pasos y su respiración, en 7 minutos estaba en la puerta parado poco a poco abría la puerta en ese momento death que era el monstruo que siempre estada con migo me dijo que el padre esa el demonio. Yo no soñada que un demonio me golpeada yo lo vivía y no podía estar ahí en completa oscuridad con el padre  sabiendo que death no me ayudaría así que me preparé para cuando el abriera la puerta, porque al parecer las monjas le habían puesto llave, tenía tiempo para escapar afortunadamente o desafortunadamente death me dijo que quitará al perro o sino el padre lo tomaría. Tome a el perro del cuello y lo dejé en una banca, me dirigí al altar pero death empezó a tirar las veladoras de cristal y todo se empezó a incendiar, me aleje de ahí con dirección a dónde estada el perro, pero cuando lo vi estaba muerto y con la cabeza destrozada sus ojos estaban fuera, uno de ellos estaba aplastado y podía fácilmente ver su cerebro en un gran charco de sangre, de repente sentí mi mano derecha pesada, la vi y tenía un martillo ensangrentado, mi otra mano me lastimada y escurría algo, al verla tenía sangre junto con pedazos de cristal.

Varias de las monjas salieron corriendo con el cuerpo del padre en sus brazos que aún tenía el desarmador en uno de sus ojos, el incendio poco a poco se fue incrementando death me dijo que dejara el martillo y saliéramos corriendo de ahí ya después me checarla la mano.

Todas las monjas y demás huérfanos estaban afuera por el incendio llamando a la policía, los bomberos y ambulancias, a lo legos las sirenas se escuchaban, cuando llegaron los carros tanto de los bomberos, la ambulancia y los policías, dos policías salieron de ella uno de ellos rápidamente mi resto sin importar que tenía 10 años, tal vez era por la sangre o por death. El me metió al carro mientras el otro hablada con las monjas para saber exactamente lo que había pasado, mientras tanto los bomberos apagaron las llamas y los de la ambulancia curaban a los heridos y se llevaban el cuerpo del padre. Un paramédico me estaba curando la mano con precaución mientras el policía que me había llevado tomaba nota y me preguntaba mis datos personales, cuando terminó el otro policía de hablar con las monjas testigos se dirigió al carro llevándome a la policía donde me metieron a una celda para abril el caso y hacer mi juicio.

Al final del juicio me declararon totalmente culpable del incendio, de torturar y asesinar a un ser indefenso y de matar a el padre Felipe sin importar lo que me había hecho a mí y a los demás huérfanos tanto como niñas y niños ya que a pesar de que algunos también declararon el abuso que recibían por el padre, las monjas y los otros padres negaron las acusaciones y con ayuda del vaticano lo lograron. También fui declarada inestable mentalmente y de inmediato me llevaron a un centro psiquiátrico.