El capitán de fútbol americano y el capitan de fútbol soccer, de la universidad central de Seul. Se odian a muerte, pero esto solo es delante de todos los demás. Por qué a solas, la pasión los supera. Ambos jóvenes con un futuro prometedor, heredero...
No se que hora es, solo se que es tarde, después de dejar mi auto en la cochera, subo a la casa, las luces están apagadas.
Me dirijo hacia las escaleras, pero un pequeño reflejo sale de la sala de estar, decido ver de quien se trata a esta hora.
Soohyun está dormido en uno de los muebles, con la cabeza hacia atrás y el mando de la televisión en su mano.
Sin hacer ruido me acerco a el y trato de quitarle el mando para apagar la televisión, lo cual provoca que se despierte.
-¿Dónde estabas?- me dice con un bostezo
-Por ahí- lo digo sin importancia- ¿Qué haces aquí? - le cuestiono.
-Te estaba esperando, los chicos me marcaron porque estaban preocupados- me dice tratando de ver mi expresión, decido sentarme a su lado- dicen que saliste disparado en tu auto y no dijiste nada, tampoco contestabas las llamadas y mensajes.
-Todavía no era el momento- menciono con mi cabeza agachada y tu solo esperas a que yo prosiga- pero ya no puedo solo, debo decirte y saber si contare con tu apoyo.
-Te escucho, eh esperado estas semanas a que tu solo te acercaras – dices apretando mi hombro para animar a hablar.
-Solo por favor, no interrumpas hasta que no termine y si después no quieres saber de mí solo para te y vete, lo entenderé.
Alzo mi rostro para poderte ver a los ojos y tu mirada me dice que puedo confiar en ti, así que con un suspiro tomo el valor necesario para contarte.
-La primera vez que me di cuenta de esto fue en la secundaria, recuerdo que estaba en mi ultimo año y un chico nuevo llego, algo en el me llamo demasiado la atención, pero no solo como amigo, si no algo más. Me sentí temeroso, porque mis amigos estaban pasando por lo mismo, pero hacia las chicas, no mencione que en mi caso era un chico el que me hacia sentir así- hago una pausa para ver tu expresión, es tranquila, lo cual me motiva a seguir.
-Lo dejé pasar, en la preparatoria lo reprimí lo más que pude, para todos yo era igual de normal que un chico de mi edad, gustándome las chicas. Al entrar a la universidad mi padre quiso que saliera algunas veces con algunas hijas de sus socios, lo acepte y la pase bien, pero ninguna me llego a llamar la atención mas que para una amistad.
<Hace mas de un año ya no pude más con esas citas y exploté, le dije a mi padre que ya no seria su títere para entretener a las hijas de sus socios. El me dijo que era mi deber y también me servía para ir buscando una futura esposa a mi nivel. Eso detono todo, le dije que no me gustaban las mujeres y que soy gay. Ese día el me dijo que me largara, yo no sabia a donde ir, no quería que nadie más se enterara, así que fui a la universidad, por asares del destino me había tocado esa semana de hacerme responsable de las llaves de los vestidores, así que ahí estuve, no sé qué tiempo.
<Al estar tratando de pensar que hacer, llego un ángel para mí, mi salvación, no cuestiono al verme llorando, solo me dijo "lo que te tenga así Park, tiene solución, lo único que no se soluciona es la muerte". Pensé que se iba a reír de mi pero no, al contrario, ofreció su tiempo para distraerme a pesar de que le dije que no quería que me vieran con el y eso fue el inicio de una gran amistad, que después se convirtió en más.
Tu solo estás viéndome y yo esperando tu reacción, un grito, un insulto o que simplemente hagas lo que te dije, irte y dejarme ahí.
-¿Lo amas?- me sorprende tu pregunta, pero asiento- ¿El te ama?- vuelves a cuestionar y yo vuelvo asentir.
-Entonces no le veo el problema, amor es amor- esto hace que alce mi cabeza sorprendido y busque tu mirada, la cual esta con un poco de ternura y una sonrisa en tu rostro, no me doy cuenta de que estaba llorando hasta que tu me quitas con tu pulgar una lagrima. Me abrazas y yo te estrujo mas fuerte.
-¿Por eso me mando a buscar papá?- cuestionas y ya sabes la respuesta, por lo que no esperas a que conteste y prosigues- ¿Tu estas seguro de pasarme la sucesión a mí? O ¿nuestro padre te está obligando?
-Yo ya había planeado eso, tu sabes que nunca quise ser el sucesor, pero papá solo adelanto las cosas- te informo.
-No te preocupes, tienes mi apoyo, pero otra cosa, ¿la abuela sabe?
-No, siento que si se entera no dejara que tu ocupes el lugar de sucesor- y sabes que tengo razón porque solo asiente.
-Me duele que me ocultaras algo tan importante como que mi enano se enamoró- desordenas mi cabello con una pequeña sonrisa.
-De lo que te conté, ¿solo eso te molesta? - rio porque me hice mil ideas de que mi hermano también me desconocería como su familia y aquí esta siendo el mejor hermano, como el primer día que lo conocí.
-Si y que papá te obligara a salir con esas chicas. Pero ahora quiero saber otra cosa más, ¿Quién es el que logro que mi enano se volviera tan loco?
Rayos, ahí si no se que dirás, aunque tu nunca has demostrado ninguna aversión contra los Jeon, pero ya abrí la caja de pandora así que ahora solo queda contar todo.
-Jeon Jungkook- digo sin ningún rodeo
Tu rostro me dice todo, no te esperabas eso, si te entiendo, yo tampoco.
-Un Jeon, quien lo diría- dices con una risa, una vez que sales de tu asombro -No sabia que el chico es gay- me dices.
-No creo que el tampoco lo hubiera sabido- sonrió al recordar el primer beso que nos dimos.
Decidimos subir a mi habitación y ahí nos amaneció platicando de todo, de todo lo que no hablamos estos últimos años.
