Capítulo 12

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—Dos días después—

POV KARINA

Enjuagué mi rostro y apoyé mis manos sobre el lavamanos del baño. Me miré al espejo. Estaba cansada de sentirme sola, de no tener amigas de verdad. Estaba cansada de llegar a casa y solo escuchar silencio ya que ni siquiera mis padres pasaban más de dos días allí. Estaba cansada de pensar en alguien que literalmente ya no se acordaba de mí, cuando esa fue la primera vez en años que me sentía a gusto y feliz.

Hacía dos días que intentaba esquivar a Minjeong. No me la cruzaba por los pasillos, si la veía me escondía o intentaba que no intercambiáramos palabra. Incluso a veces faltaba a clases porque nuestros asientos eran muy cercanos. Todo esto venía a raíz de que necesito olvidarme de ella. Me dijo que no quería que me rindiera y pensé en hacerle caso, pero me dolía tanto todo esto que no sabía si estaba preparada mentalmente para afrontarlo sola, porque es eso, estaba sola. Preferí huir como hago siempre. Es más fácil.

Suspiré y me sequé el rostro con papel. En diez minutos era mi próxima clase y por desgracia debía atender.

Fui a salir pero justo me topé de frente con una persona que entraba y para mi desgracia, era ella.

—Oh, perdón —me miró y su rostro cambió completamente—. Ah. Contigo quería yo hablar —Minjeong fue entrando en el baño y me hizo caminar hacia atrás. Cerró con pestillo. Tragué saliva a la par que mi confusion aumentaba. Llevaba una sudadera gris de Iron Man y unos pantalones negros ajustados, su pelo estaba suelto y la verdad es que iba increíblemente guapa al natural.

—¿Qué pasa? —me miré en el espejo como si nada sucediera.

—¿Me estas evitando?

—¿Yo? No —seguía sin mirarla.

—Mírame —nada.

Se acercó hasta a mi y me giró el rostro con su mano en mi barbilla hasta quedar frente a frente. Su mirada contra la mia. Aquello aceleró cada parte de mi cuerpo, me recordó a la antigua Minjeong y nuestro encontronazo en el baño del instituto.

—¿He hecho algo?

—Minjeong....

—Te dije que todo estaba bien, que no te... —suspiró y me soltó—. ¿Qué ha pasado?

—Me hace daño —aparté la mirada—. Verte así... No puedo.

—Hay algo... —ella subió su mano hasta mi rostro y lo acarició. Me quedé totalmente quieta— hay algo en ti. No sé que es, pero quiero que me hables.

Tragué saliva.

—Yo quiero hablarte.

—Hazlo —dijo casi en un susurro. Suspiré, no sabía si podría afrontarlo.

—No puedo —me aparté para salir por la puerta pillándola desprevenida, pero de nuevo fue mas rápida y me agarró de la muñeca.

—¿Crees que es fácil para mí? ¿Crees que es algo habitual olvidar todo lo que has vivido en dos semanas y que una de esas cosas sea haberme enamorado de ti? No sé que ha pasado en estos días, pero lo que si sé es que antes no podía ni verte y ahora...

Tragué saliva.

—¿Ahora qué?

—Algo ha cambiado.

El silencio inundó la habitación. No pude decir nada, simplemente me quedé ahí y volvió a hablar.

—No sé que me pasa, ¿vale? No me reconozco. Desde que me desperté siento que soy otra persona. A mi siempre me ha importado tres mierdas la gente, tú, todo lo que me rodeaba, pero ahora solo sé que quiero tenerte cerca, y no creo que sea para pelear.

—¿No te das cuenta de que esto me hace daño? Que me he enamorado de ti, joder. Cada segundo que te veo y recuerdo que has olvidado todos estos días se me encoge el pecho. Siento que he vivido una alucinación —Minjeong agachó la cabeza—. Me alejo porque si me acerco a ti... Se forma un nudo en mi garganta.

—Karina... Pero me gustaría intentarlo, conocerte —sonrió.

—Minjeong... Y yo necesito tiempo.

—¿Tiempo? ¿Para qué? ¿para poder olvidarte de mí? —solté una pequeña risa y negué.

—Tiempo para poder asimilar que eres una persona nueva para mí.

—Ah, ya entiendo —Minjeong dio unos pasos hacia atrás. Fruncí el ceño—. Te gustaba mi yo guay, no la friki que viene a clase en sudadera y con el coche de su madre —rió.

—¿Qué? No me refier- —me interrumpió.

—Lo entiendo. Es normal, yo tampoco me gustaría —suspiró—. Dios qué mal —puso sus manos sobre su rostro—, mejor me voy.

La interrumpí de golpe colocando mi mano sobre su cuello y acercándola a mí para besarla. Minjeong tardó un par de segundos en reaccionar, pero en cuanto lo hizo me continuó el beso. ¿Sabéis que fue lo mas doloroso y reconfortante? Que se sentía como si no hubiera pasado absolutamente nada. Dios, la echaba de menos.

Que pensara todo eso de ella misma me hizo arder de rabia porque en algun momento de estos años yo la hice sentir así, sentir que no valía o que no era suficiente. ¿Cómo pude hacer eso a una persona tan maravillosa como ella? Menuda imbécil era.

Con su rostro sujeto me separé muy despacio.

—No vuelvas a decir todo eso de ti.

—Pero...

—No, no lo hagas. Me gustas así, estoy enamorada de ti, de toda tú. Me gustarías con una moto, con sudadera o como si llevas gafas de plátano —ella rió—. Quiero pedirte disculpas si en algún momento de todos estos años de facultad de hice sentir mal o que no eras suficiente. Siempre lo fuiste y siempre lo vas a ser.

Minjeong asintió y sonrió. Aquello me dejó cálido el corazón.

—Jamás creí que podría sentir cosas por alguien en un periodo de tiempo tan corto, literalmente levantarme de la cama del hospital.

—O tal vez tus sentimientos por mi siguen ahí —señale su pecho— y poco a poco están renaciendo.

—Tal vez.

—Me he pasado un poco, no debería de haberte besado de golpe. Estuvo mal —dije.

—Deja de arrepentirte de todo lo que haces.

—Daría lo que fuera para que recuperaras tu memoria —acaricié su mejilla.

—La actual Minjeong mola más, te advierto —guiñó su ojo y sonreí.

—Estoy segura de eso, pero quiero que me recuerdes —alcé mi mano y acaricié su mejilla.  Ella cerró los ojos ante mi contacto.

—Lo haré. Pero prométeme una cosa, si no recupero la memoria... ¿Estarías dispuesta a crear nuevos recuerdos conmigo?

Sonreí.

—Por supuesto.

lost memories | winrinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora