Snow & Fire

Capítulo 1: Ice Snow

Me despertó el sonido de la odiosa alarma, la cuál logré apagar después de varios intentos. Bostezé y me pasé las manos por la cara antes de sentarme en el borde de mi cama mientras pensaba en... ¿Nada?

Debo admitir que las mañanas no eran lo mío. No voy a mentir, en las mañanas no me despertaba con los rayos del sol que se filtraban por mi ventana, ni tampoco me despertaba con mi cabello perfecto y mi rostro hermoso.

NO

Cualquiera que me hubiera visto en ese instante, se hubiera asustado: mi cabello revuelto y enmarañado, mi rostro hinchado y un pequeño camino de saliva seca que iba desde mi boca hasta mi barbilla. Sin duda las mañanas no me favorecían.

Entré a la ducha, esperando que el agua fría me ayudara a despertarme del todo y así fue. Minutos después estaba fuera de la ducha con sólo una toalla envolviendo mi cuerpo. Me detuve frente a mi armario y me puse lo primero que tomé: un pantalón y unas botas blancas. Para la parte de arriba se me ocurrió una idea: en lugar de ponerme algo que ya tenía, creé algo totalmente nuevo.

Utilicé mis poderes y me hice una linda camiseta blanca que brillaba como hielo al sol. Si, al estilo de Frozen.

Cuando me sentí satisfecha con el resultado, salí de mi habitación y me dirigí a la cocina para desayunar antes de irme a mi primer día en Sky College, la Súperescuela de héroes donde había donde había estudiado mamá.

Encendí la televisión y cambié a las noticias. Tal como había imaginado, mamá aparecía haciendo una de sus grandes hazañas como superheroína, después de todo ese era su trabajo y pronto sería el mío.

Pero, mientras no estaba salvando al mundo, se dedicaba a ser Heather Snow, profesora de meteorología en una universidad. Las pocas personas que conocían la identidad secreta de mi madre éramos solo la directora de su universidad, sus viejos compañeros y yo. Nadie más.

Estaba terminando de cepillar mis dientes cuando escuché al autobús llegar. Inmediatamente salí disparada, tomé mis cosas y salí de casa. Cuando subí al autobús, busqué asientos vacíos y encontré uno junto a un chico de apariencia tímida.

— Hola, me llamo Ice —saludé y extendí mi mano a modo de saludo cuando me senté junto a él mientras el autobús volvía a ponerse en marcha.

— Ho... hola, soy Zack —contestó él, un tanto nervioso.

— ¿Es tu primer año en Sky College?

— Sí, lo es... Disculpa mi pregunta, espero no te moleste... ¿Tu eres la hija de Stormy Weather? —sabía que esa pregunta llegaría.

— Sí, soy yo

— ¿Y cuál es tu poder? ¿Tu también cambias el clima? —preguntó con curiosidad.

— Más o menos -me miró con una ceja más alta que la otra, a lo que yo saqué un pequeño copo de nieve por la punta de mis dedos.

— Ya veo, tu manipulas el hielo, en ese caso tu nombre te queda como anillo al dedo —reí por su comentario.

— ¿Y tú? ¿Cuál es tu poder? —pregunté con una sonrisa.

— Yo amm... Básicamente soy... Un imitador, puedo cambiar de forma para imitar a alguien.

— ¡Increíble! Sé que deben hacerte esta pregunta muy seguido pero... ¿podrías imitarme?

— Claro —sonreí mientras vi como se revolvía un poco en su asiento para después cambiar de forma. Fue algo realmente asombroso realmente parecía que acababa de sacar mi reflejo de un espejo.

— ¡Asombroso! —exclamé muy entusiasmada— Te ves increíble... me veo increíble... nos vemos increíbles —dije no muy segura acerca de cuál era la expresión correcta para esto.

— Gracias —dijo. Fué un poco extraño ver mi reflejo hablar como hombre, pero fue divertido.

— Es extraño ver que mi reflejo hable como hombre.

— Por eso no te preocupes —comenzó- también puedo imitar voces —dijo expulsando de su garganta una voz idéntica a la mía.

— Eres increíble, seguro te elegirán como héroe.

— Lo dudo, mis poderes solo son para un asistente... —dijo triste mientras volvía a su forma normal. Su poca fe en si mismo me entristeció. Nadie quería ser asistente, eso era humillante.

A diferencia de las personas normales, en la sociedad superhumana solo había dos caminos: Ser héroe o asistente. Y la elección no era hecha por nosotros.

Nuestro destino para toda la vida era elegido por la única persona aún con vida de la explosión, la fundadora y directora de la escuela: Pamela Powers. Ella tenía el poder de vivir en los eternos 38 y de neutralizar cualquier poder, sin importar su magnitud.

Cada año, un grupo de Súper humanos llegaba a Sky College y la Directora Powers, al mando del Comité de Selección, hacían la llamada "Exploración de Poderes" En dónde cada persona tenía que mostrar sus poderes y el comité decidía si eran dignos de ser un héroe o tan simples como un asistente.

Sin embargo, la vida de un héroe era mucho mejor que la de un asistente. Ya que el héroe era quien trabajaba por salvar al mundo, quien le brinda esperanza y seguridad a la gente. Un asistente solo servía como carnada y distracción. Es por eso que ser asistente era tan humillante.

— Yo creo que tú pued... —me quedé a media frase porque me distrajo ver qué el autobús se dirigía al final de un puente sin terminar.

Eso me asustó. Pero me asustó más cuando el autobús aceleró y de nuestros asientos salieron unos cinturones en forma de X que cruzaban todo nuestro torso.

Todos gritamos frenéticamente cuando el autobús iba en picada directamente al vacío, intentando sujetarnos inútilmente de algo.

En ese momento cerré los ojos y ví mi vida entera pasar frente a mis ojos. En ese instante, el autobús se transformó en una especie de avión y comenzó a volar en el aire.

Respiré aliviada. No moriría en mi primer día de clases.

Fue entonces cuando noté que había congelado parte del asiento, abrí los ojos y, efectivamente, pude percatarme de que los laterales estaban totalmente congelados justo debajo de mis manos.

Volamos un rato hasta que aterrizamos en la escuela, parecía un OVNI, volando en el aire.

El momento había llegado.

Mi futuro estaba frente a mí, estaba aterrada y no sabía si estaba lista para afrontarlo...