¿Era el fin?..
Miro la estructura que se elevaba frente a mi, descansando sobre aquellas columnas al final de las escaleras.
La tristeza, al igual que una manta, me cubría de pie a cabeza y se aferraba a mi, mientras subía los peldaños de aquel lugar. Miedo. Angustia. Dolor. Desesperación. Enojo. Ansiedad. Tristeza. Soledad.
La depresión había hecho lo suyo durante el último año, consumió enteramente y sin culpa alguna mi cuerpo, convirtiendolo en este saco de desesperanza. Éste que ahora avanzaba lentamente hacia la última de las opciones a la que podía recurrir.
Un año había pasado.
Un año sin verla. Un año buscándola sin éxito.
Hoy se cumplía un año desde que vi a Jane por última vez.
Me detengo frente las enormes puertas del templo y miro las columnas de asientos ordenadas frente a mi, las imágenes de santos decorando las paredes pintadas de un blanco pulcro. Las velas y luces encendidas estratégicamente por todo el lugar me detuvieron un segundo antes de ingresar.
Camino por el centro del lugar vacío, alejandome lentamente del sonido de las calles, hasta llegar al primer banco - justo frente al altar-. La figura de un jesucristo crucificado está a sólo unos metros, mi cuerpo tiembla dolorosamente mientras me arrodillo sobre la losa fría.
Es hora de dejarlo ir. Pienso, y mis ojos pican anticipando lo que haré.
Mi mano derecha se eleva y dibuja un patrón desde mi frente hasta el pecho y luego de hombro a hombro, para culminar en mis labios. Trago grueso, intentando deshacer el nudo en mi garganta mientras junto mis manos. Antes de poder decir algo, ya estoy mordiendo mis labios y reteniendo las lágrimas.
Ha pasado un año.
La vida nunca ha sido muy justa conmigo y no puedo culparla. Pero si ha sido injusta contigo, y es algo que no puedo aceptar.
Perdóname Jane..
- Dios..
Un año y ocho meses atrás..
Miré la botella de cerveza casi vacía y reprimí un gruñido cuando la voz del barman volvió a insistir que debía retirarme. A penas había llegado, pero no podía culpar al pobre sujeto, era demasiado tarde.
Cogí de mi billetera un par de billetes y los dejé sobre la barra antes de caminar hacía la salida.
La mitad de los locales de la calle ya estaban cerrados o a punto de hacerlo, la idea de regresar a casa fue lo primero que vino a mi mente pero me negaba a volver. Sabía que mi padre estaría esperando para sermonearme sobre mi actitud en la obra benefica de la cual me había marchado.
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"Jane." | JENLISA
Fanfiction"Rompiste mi corazón el día que te fuiste, pero si tuviera que elegir, lo haría todo una vez más."