CARTAS DE UN ESPAÑOL EN NICARAGUA

TOSSA DE MAR

Esta carta la escribo al pueblo que enamoró mi adolescencia,
Al pueblo que des de mi infancia me hizo vivir momentos únicos que jamás han emigrado de mis recuerdos,
Al hermoso y costero pueblo que fue testigo de grandes historias,
Que marcaron la vida de este soñador y el paso calmado y tranquilo de este viajero.

Esta carta la escribo al paraíso perdido del recuerdo,
Al cariño y a la añoranza de ese tiempo y ese lugar que permanecen todavía eternos,
A esa época en la que eramos caballeros y como aventureros cabalgamos esperanzas y perseguíamos sueños,
Que solían culminar en interminables charlas en la orilla del mar mientras nos cubría la noche con su manto de brillantes perlas.

Dicen que hay lugares que por mucho que el tiempo pase, jamás se olvidan,
Que hay lugares especiales que tienen una esencia y algo que no sabría describir que los hace mágicos,
Que hay lugares que merece el hombre descubrir y a los cuales anhelará volver a lo largo de su vida,
Y no me cabe duda alguna que tu, Tossa de Mar, con tus florecidas calles, tu imponente muralla  que aún cuenta las historias de conquistas y piratas y tu brisa embriagante eres uno de esos lugares de los que hablaba.

Y aunque mis pasos estén ahora lejos y mi rumbo lejano,
Sigo sintiendo el anhelo de volver a transitar por tus alegres y joviales calles otro apasionante verano,
Y cuando la tormenta calme, se apacigüen sus aguas y sus aires se renueven,
Espero volverte a ver, dulce y resplandeciente.

Con tus calles llenas de vida,
Tus playas doradas y tu mar bravía,
Y la música del incansable romper de las olas en la orilla,
mientras el atardecer nos acaricie y se apague el día.

Dónde cuando llega la noche y  el faro señala y brilla,
Para aquellos navegantes que en la noche buscan guía,
Para aquellos soñadores cansados de la monotonía,
Que buscan en tu seno descansar de su día a día.

Y se que algún día, mas pronto o mas tarde,
Allí nos veremos de nuevo, en esa orilla dónde rompen los sueños,
Dónde la música es el viento y el mar entona su eterno canto,
Y la vida es diferente y el tiempo parece detener-se.

Esta carta la escribo al paraíso perdido del recuerdo,
Al cariño y a la añoranza de ese tiempo y ese lugar que permanecen todavía eternos,
A esa época en la que eramos caballeros y como aventureros cabalgamos esperanzas y perseguíamos sueños,
Tossa de Mar, ese lugar mágico imposible de olvidar.

Gracias.