La familia Jeon era una de las familias más importantes y poderosas de Corea del Sur, se habían mantenido relevantes a través de los años gracias a su inteligencia, ellos sabías hacer alianzas (o más bien Matrimonios ventajosos) para no perder su n...
Jeon Jungkook nadaba en la piscina, como siempre, buscaba relajarse después de una pelea con sus padres, ellos eran demasiado estrictos y distantes con él desde que tenía memoria.
Cuando no lo estaban ignorando, lo estaban regañando por algo que hizo... o que no hizo.
- Ningún Alfa va a querer un Omega que no sabe hacer esto - diría su madre, seguido de eso un fuerte golpe... (en algún lugar que su ropa cubriera por supuesto, no podría arriesgarse a qué alguien lo notara). A veces lo encerraban en un clóset, en alguna remota habitación del ala de la casa que estaba deshabitada, no importaba cuánto gritara nadie lo oiría, después iría a la escuela con una sospechosa ronquera... aunque nadie se cuestionaba el porqué, todo el mundo sabía que los Jeon amaban a su pequeño hijo Omega.
La única que lo defendía era la adorable abuela Jeon, madre de la señora Jeon y la única familiar aparte de sus propios padres que el Omega tenía; sin embargo no servía de mucho que la abuela Jeon se quejara de lo delgado que estaba su nieto, ni de lo ronco que estaba a veces, simplemente le decían que eran imaginaciones suyas.
La abuela Jeon Hye-Sun era una anciana distinguida y viuda del fundador de Jeon's company, por su puesto que su matrimonio fue arreglado!, al igual que el de la mayoría de los Jeon, eran comprometidos con influyentes personas del momento y así mantenían su relevancia y riqueza.
Ahora era el momento del pequeño Omega... aunque nadie se tomara la molestia de avisarle...
POV - Jk:
Terminé mi hora de entrenamiento y salí de la piscina me envolví en la toalla y me dirigí rápidamente a los vestidores.
Una vez ahí busqué con la mirada mi locker y lo abrí, saqué mi mochila para buscar mi ropa y cosas que necesitaría, me dí una ducha rápida y me vestí, en pocos minutos estaba completamente listo.
Me acerqué de nuevo al locker para buscar mis cosas personales, es entonces cuando noté que mi celular estaba vibrando, tenía 10 llamadas perdidas de mi abuela!
-Ho-hola? - dije temeroso.
-Al fin contestas, Cariño! - dijo la dulce voz de mi abuelita - llevo años llamándote!
- Pe-perdón es que estaba en la piscina y... se me fue el tiempo - dije tratando de controlar el temblor en mi voz, aunque amaba a mi abuelita las llamados telefónicas no eran lo mío.
-Te entiendo cariño no es... - escuché más voces con ella y reconocí a mis padres ahí, mi Omega interno se estremeció y yo traté con todas mis fuerzas de mantener mis feromonas de pánico a raya, de esto no iba a salir nada bueno - Oh, sí! Te llamábamos para decirte que en cuanto termines vengas directamente a la mansión Jeon!
- Cla-claro abuela en - enseguida voy! - deja de tartamudear Jeon!- me recriminé.
-Está bien, te esperamos, no te tardes, te amamos! - y cortó la llamada.
Mi cuerpo entero estaba temblando, me dirigí rápidamente al estacionamiento y me subí al auto que me trajo hasta aquí unas horas antes, el chófer estaba de buenas y tarareaba mientras conducía, yo me arrinconé lo más que pude en mi asiento y traté de calmarme, tuve suerte de que el chófer fuera beta y no podía sentir mis feromonas de pánico flotando por todo el auto.
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