The Game || KookV

𝗍 𝗁 𝖾 𝗀 𝖺 𝗆 𝖾

—Babe, ¿podrías ayudarme con el desayuno?, creo que solo a ti te sale bien el pan tostado —se oyó la voz masculina de un chico de cabello color azul oscuro.

La cocina estaba construida de manera en que había muchas ventanas y ventanales, es decir, mucha iluminación natural, por lo que en las mañanas fácilmente se despertaba con un buen humor al recibir tanta luz y ambiente natural.

No recibió respuestas, al menos no la que buscaba, él chico que amaba ver por las mañanas antes de salir a trabajar, apareció en la cocina dando saltitos y chillando alegre, tenía puesta su conocida camisa larga y de manga corta que llegaba hasta sus muslos, acompañado de esas calcetas que le llegaban el inicio de la pantorrilla.

—¡Compré un nuevo juego en línea! —sonrió—, ¡Está genial, llámame lo que sea, pero nunca había tenido un juego de DC Universe, literalmente puedo hacer mi propio personaje ya sea villano o héroe y voy a pelear con los rivales! ¡Es asombroso!

Jungkook le sonrió a su novio Tae, alegrandose por la nueva adquisición de su chico.

—Me alegro, me gustaría jugar contigo pero, de verdad necesito comer algo y soy un desastre con el pan —rascó su cuello nerviosamente—, tengo que ir al trabajo, ¿te parece si yo me encargo del jugo y fruta mientras tú sometes a esa horrible máquina que no me da mi pan en su punto tostado ideal?

El ojiamarillo asintió. —¡Hecho!

Así, ambos se encargaron de hacer el desayuno, normalmente así eran sus días, era usual que los dos aportaran en todo en su reciente casa.

Ambos aportaban dinero trabajando, ambos limpiaban juntos porque les parecía más divertido bailar en la sala mientras Jungkook barría y Taehyung desempolvaba muebles, también ambos eran responsables de sus cosas como lavar la ropa, y al final del día, Tae y Kook eran muy unidos como pareja, se amaban de verdad.

Incluso había cosas que le apasionaban a uno y al otro no, por ejemplo, Taehyung amaba los juegos de consola, solo que a Jungkook además de no ser fanático, no tenía mucho tiempo de jugar si tenía que terminar planos de arquitectura, pero siempre hacía un espacio para dedicarse solo a su novio, así como Tae podía dejar de lado su vida laboral de gerente de marketing en la misma empresa de Jungkook, para poder dedicarse a su chico castaño.

Hasta ahora, eran una pareja feliz, no les faltaba nada, y así querían quedarse un largo tiempo, la realidad era que tener hijos no estaba en sus planes ni a corto ni a largo plazo, querían tener una vida en la que sus tiempos de trabajo libres, los usaran para viajar, darse mucho amor y disfrutar, no estar pensando todo el día en otro ser o seres humanos además de ellos.

Taehyung actualmente había renunciado a la empresa, ya que le habían buscado a él y a Jungkook en otra con más prestigio, por lo que Tae no dudó en aceptar ante las circunstancias que se vivían en la empresa, solo que empezaría a trabajar en la nueva dentro de una semana, por ello, iba a estar pegado a la pantalla y a la consola tal vez... Hasta las dos de la mañana.

—Me parece injusto que yo, un hombre que no ha podido tocarte desde antier, te vea con esa camisa que me gusta para quitartela del cuerpo —se quejó Jungkook viendo a Tae de espadas a él, encargándose de esperar el pan tostado mientras su boca consumía fruta desde la mesa.

—Kook, lo hicimos hace dos días —añadió riendo—, compórtate, ya habrá tiempo en la semana si es que no estamos ocupados.

Jeon hizo un puchero, él solo quería someter a su Tae.

Quería acercarse a él, empotrarlo contra la encimera de la cocina, subir su camisa y bajar su ropa interior, para meter su cara en el trasero del menor y follarlo con su lengua, la verdad era que, le gustaba mucho devorarlo de esa manera hasta que Tae se corriera.