Aura De Killer Queen

Capítulo 1: Un marinero en el remanente

¡Oigan todos!

No tengo mucho que decir antes de la historia, ¡pero espero que disfruten del primer capítulo! Sin embargo , una pequeña advertencia de Spoiler para la Parte 8 con anticipación , ya que planeo incluir elementos de capítulos posteriores también.

El segundo capítulo de esta historia también ya está básicamente terminado, solo estoy arreglando algunos de los errores en él, por lo que probablemente estará listo en algún momento mañana . El título puede ser o no un trabajo en progreso, todavía no he decidido si me gusta o no .

Obviamente no soy dueño de RWBY o JoJo's Bizarre Adventure.

De todos modos, ¡aquí vamos!

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Yoshikage Kira se despertó con el frío y duro pavimento debajo de él, un dolor agudo en el costado, la garganta reseca, un terrible dolor de cabeza y la esquina de la luna asomando entre las nubes sobre su cabeza. Gruñó de agravio mientras se ponía de pie. Miró su cuerpo para ver que el gran trozo que había sido cortado en su yate había regresado y que su uniforme de marinero estaba intacto, que era lo que había esperado, ya que estaba vivo y podía pararse bien. El dolor estaba comenzando a disminuir lentamente, donde se había hecho el corte, y sus pensamientos comenzaban a ser más coherentes.

"¿Josefumi logró arrastrarme hasta la fruta? Tendré que agradecerle ..." pensó. Observó lo que le rodeaba y vio que se encontraba en un callejón desconocido que se abría a una calle ancha y vacía. "Dondequiera que esté ahora. No me dejaría en medio de un callejón mientras me desangraba".

Salió a trompicones del callejón, mirando a ambos lados de la carretera. Extraño ... ciertamente no había visto ningún lugar en Morioh que se viera así. Los edificios eran en su mayoría uniformes, los más altos que podía ver solo alcanzaban hasta tres pisos de altura y estaban hechos de ladrillos de diferentes colores. No se parecía a la arquitectura más moderna de Morioh. De hecho, Kira pensó que se parecía más a las partes más antiguas de la ciudad de Nueva York, construidas a principios del siglo XX, cuando visitó a sus abuelos cuando era joven. ¿Estaba en América, de alguna manera?

También había algunas tiendas a lo largo de la carretera, y todos los letreros estaban en inglés cuando pasó junto a ellos, no había señales de japonés en ninguna parte, por lo que Kira podía decir. Afortunadamente, gracias a su madre, hablaba con fluidez. Las tiendas parecían estar cerradas en su mayor parte, no había visto ningún reloj para decir la hora, y las nubes ya habían pasado por completo sobre la luna, por lo que no estaba exactamente seguro de qué hora era.

Una tienda al final de la calle parecía estar abierta, si las luces y la tienda en el mostrador eran alguna señal. Comenzó a caminar hacia él, la picazón en la garganta se hizo más fuerte a medida que continuaba. "Tal vez tengan un poco de agua". Pensó, mientras se acercaba a la puerta. El letrero encima decía " Desde el polvo hasta el amanecer ", un extraño juego de palabras desde el anochecer hasta el amanecer, al menos para él.

Empujó la puerta para abrirla, la campana sobre ella repicando cuando entró. Por dentro parecía una pequeña tienda de conveniencia, pero los estantes estaban llenos de botes o bolsas llenas de cristales de diferentes colores, polvos y mezclas de los dos. La parte trasera de la tienda tenía una pared revestida con polvos del mismo color, como dispensadores de caramelos en un supermercado. Había revistas de las que nunca había oído hablar en un perchero al final de una de las islas, el que estaba en la parte superior del perchero decía " ARMAS " en texto blanco y negrita con, como uno adivinaría, imágenes de armas cubriendo el frente.

El viejo tendero del mostrador asintió y gruñó hacia Kira, un gesto que le devolvió. En la parte trasera de la tienda, una pequeña figura en rojo estaba leyendo una de las revistas. Podía escuchar levemente la música saliendo de los auriculares que debían haber estado usando debajo de la capucha. Se volvió hacia el encargado de la tienda y se aclaró la garganta. "¿Tienes agua?" Preguntó, con un ligero acento fluyendo a través de sus palabras.