"Un barco, un naufragio"

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En la navidad de 1986 yo tenía quince años y estaba haciendo un viaje en barco a la Argentina con mi papá y mi hermana, que es tres años menor que yo. El barco era precioso, estaba llenos de salas, bares, restoaranes, casino, piscina y show todas las noches. El ambiente era estrictamente familiar, muchas abuelitas, niños, papás y mamás, todos pasando juntos la navidad en la mayor tranquilidad. Piscina por la mañana, cena de gala por la noche y, durante la tarde, una vuelta por las dependencias del barco. Y fue en una de esas recorridas, un hermoso dia, que vi a un chico tropezar. En el apogeo de mis quince años, no pude resistirlo y me largue a reir. El debe haber pensado que yo me estaba riendo con el, y no de el, me correspondió una sonrisa. Despues de esto nos cruzamos algunas veces y, cuando el barco anclo en Buenos Aires, se acerco a conversar conmigo. Supe que estaba terminando la carrera de Educación Física, que le gustaba hacer surf, que estaba viajando con sus padres y que vivia tambien en São Paulo. Y palabra va, palabra viene, quede perdidamente enamorada. Y despues de que me besera, mejor ni hablar. ¡Sí...Papá Noel me había hecho tremendo regalo!.

El viaje terminó, nos dimos los teléfonos y direcciones y quedamos en vernos en São Paulo. Dos días  después me llamó. Yo me estaba yendo a Corumbá a pasar el resto de mis vaciones en lo de mis abuelos. Antes de que me guerra pasaría a verme. Me arreglé  y me sente a esperarlo. El corazón me latía fuerte, lleno de ansiedad. Las siete, las ocho, las nueve y nada. A las diez, mi papá decidió manifestarse:

— Hija, es mejor que te vayas a dormir, porqué el ya no va a venir.

— ¡Sí va a venir, papá!
A las once, con los ojos llenos de lagrimas, me voy a mi cuarto. Escucho a mi hermana decir en el living:

— Pobrecita...
Sí...el primer plantón jamas se olvida.

  Nada como la cada de la abuela en vacaciones, llena de Gente. Volver a ver los primos, nuevos amigos, fiestas todas las noches y una placita con vista al río, donde nos reunimos con los amigos. Asi es mi dulce Corumbá, una ciudad pequeña en Mato Grosso do Sul, capital de pantanal, en la frontera con Bolvia.
  Todo andaba muy bien, hasta me habia olvidado de lo ocurrido, cuando un día el me llama. ¿Será posible? No es posible, estoy soñando. ¿Era verdad? Conversamos un poco, me dio una disculpa ridícula sobre aquel día y me pidió que lo llamara cuando volviera.
   Lo llamé y empezamos a salir. El era divertido, me trataba bien y me llenaba de regalos. Venía a mi casa los fines de semana, salíamos a comer, íbamos al cine... Un típico noviazgo Burgués. En esa epoca yo vivía con mi papá, a quien esta historia no le gustaba nada. Creía que yo era muy chica para estar saliendo con un tipo de veinte años. Y eso que mi papá no sabia que en realidad tenia veinticinco, era diez años mayor que yo.
   La cosa empezó a subir de temperatura como cualquier noviazgo. Me visitaba casi todos los días y, cuando mi papá rezongaba, yo corría a casa de mi mamá (típica táctica de los hijos de padres separados). Entonces ahi apareció un tema nuevo: el sexo.
   — Creo que ya deberíamos tener sexo: llevamos más de seis meses saliendo. Ya no soy un pendejo y esta historia me está aburriendo.
   ¿Y ahora que hago? ¿Estaré preparada? Si no tengo relaciones con el, seguro me deja. A lo mejor tiene razón, llego el momento. Bueno, voy a pensarlo. ¿Qué se yo de sexo? Todo, porque cuando tenia unos cinco años mi mamá me leyó el libro De dónde vienen los bebés. En las clases de biología aprendí sobre los espermatozoides, el óvulo, la vagina y el pene. En la televisión vi todas las escenas románticas y hasta películas nacionales eróticas. Listo, ahora es cuestión de batir todo en la coctelera y ahi tenemos una relación sexual.

   Como sus padres andaban de viaje, nos quedamos solos en la casa. Apagó la luz y empezó a besarme.
   — Pero yo no quiero hacer nada, ¿De acuerdo?
   — Bueno, está bien.
   Me saco la ropa y después se desvistió el. Estábamos acariciándonos cuando sentí que iba a penetrarme:
  — Pará. Me dijiste que no haríamos nada.
   — Solamente un poquito. Te prometo que no te va a doler.
    Termine dejándolo, y creo que mas por curiosidad que por otra cosa. De repente paró y salio de encima mío. ¿Alguien me puede explicar que esta pasando?
   — Es que no puedo acabarte adentro, si no te embarazo.
   Es verdad, se me habia olvidado ese detalle. ¿Quiere decir que eso es todo? ¿Esto es tener relaciones?
   — Y... Ahora no te me vas a poner a llorar, ¿no?
   — Es que pensé...
   — Bueno, basta, ya pasó.
   Entonces es eso... Ya tuvimos sexo. ¿Pero cómo? ¿Dónde está el champán, la chimenea? No era lo que esperaba. ¿Todo para eso! ¡Qué raro, qué mierda, qué horrible! ¿Por qué nadie me explico que era asi? ¿Y qué es eso de lengüetearme? ¿Es eso sexo oral? El otro día, en el colegio, mis compañeros llevaron una Playboy y nos pusimos a mirarla. En medio de un texto aparecía una exoreduon nueva: Sexo oral
   — ¿Qué significa eso, Dé? — le pregunté a mi amiga.
   — Es cuando las personas empiezan a quejarse mientras estan teniendo relaciones sexuales.
   — No, Deniele, decididamente no entendemos nada del sexo.
    Ahora te preguntarás: ¿Dónde estaba el preservativo en toda esta historia? Y yo te contesto: no estaba. ¿Ya existía el sida? Si, pero era cosa de maricones, de grupos de alto riesgo. Además, según mi novio, el preservativo era cosa de putas. Y como yo no era una puta, no era necesario usarlo.
    El noviazgo siguió y poco a poco empecé a sentirme asfixiada. Ya no podía salir con mis amigos ni tenia tiempo para estudiar, y cada vez que miraba para el otro era pelea segura. No me acuerdo bien cómo comenzó, sólo sé que empezó a pegarme. Un día era una cachetada porque habia recibido una carta de mi primo; otro día, una piña porque miraba a un chico en la calle, y al final ya me golpeaba por cualquier cosa.
    En mi casa nadie lo sabía; al contrario, todos lo consideraban un santo. Yo vivía nerviosa, no podía dormir. Intentaba hablar con el para terminar, pero se ponía como un animal y me pegaba mas todavía, después se arrepentía, lloraba me pedía disculpas y me prometía que no lo volvería a hacerlo. Durantes unos días se calmaba, era difícil creer que se trataba de la misma persona. Pero después empezaba todo otra vez, cada día más violento, me amenazaba con matar a mis papás, y después quería que tuviéramos relaciones sexuales.
    — Nunca te vas a liberarde mí, incluso me pueden meter preso, pero cuando salga te voy a perseguir hasta encontrarte. Con dinero e influencias, en este país nadie permanece preso por mucho tiempo.
    No sabía qué hacer, me moría de miedo de contarle a alguien, pensaba que no me creerían, que mi papá podía enojarse... qué se yo. Solo quería desaparecer, esconderme, morir.
    Hasta que un día, después de un año de noviazgo, mi abuela lo descubrió pegándome. Fue horrible, un escándalo. Él empezó a gritar y a amenazarnos a todos, hasta que mi mamá llamo al portero, que subió y lo echó.
    Nadie podía creerlo. Pocas horas antes, mi abuela dicho que era un muchacho muy bueno y educado. Nadie sabía que hacer. Como mi papá andaba de viaje, llamamos a mi tío, pero tampoco estaba. Al final vino mi tía.
    La tía Ciça es una de esas personas que llegan y toman las riendas de la situación. Nos tranquilizó a todos y llamó a la casa de los padres de el. Para nuestra sorpresa, dijieron que eso era completamente normal, que ya estaban acostumbrados a esos ataques, él vivía rompiendo todo en su casa. Dijeron que había llegado amenazandolos con un cuchillo, pero ya le habian inyectado un calmante y que estaba todo bajo control. Media hora después, llama a mi casa y dice unas barbaridades de lo peor. Conclusión: la familia no habia tomado ninguna precaución y él todavía andaba suelto por ahí.
    Era marzo de 1988 y las clases comenzaban en dos días. Mi tío ya había llegado y pensó que era lo mejor irnos de la ciudad por un tiempo. Nos llevo a un hotel en el campo, donde nos quedamos una semana. Durante ese tiempo, aquí en São Paulo buscó un abogado y descubrimos que la policía no iba a poder ayudarnos mucho.
    Regresamos a casa después de una semana; yo ya debía volver al colegio, lo cual no fue nada fácil. Mis amigos me hacían preguntas: ¿Dónde había estado?, ¿Qué había pasado? Yo no sabia qué contestar, me moría de vergüenza por todo eso y nuca les había contando la verdad. Hasta hoy esa historia me molesta, tuve muchas ganas de romper estas hojas. Quisiera no haber escrito nunca esto, quisiera no haber pasado jamas por eso. Fue un período muy malo de mi vida, preferiría que no hubiese existido. Me duele mucho acordarme, pero es todavía más doloroso saber que no soy la unica, que esto le pasa a miles de mujeres todos los días. Y encima tenemos que escuchar: "Creo que eras medio masoquista" o "Bien que te gustaba, ¿No?". Durante mucho tiempo estuve tranquila, pensaba que me lo merecía, que la culpa era mía. Pero hoy no, y me dan ganas de salir gritando:
    — Eso no nos gusta. ¡No nos gusta que nos peguen, no nos gusta ser violadas y tampoco nos gustan sus estúpidos comentarios!
    Y si no sos lo suficientemente sensible para entender por qué en este caso y en tantos otros las personas optan por el silencio, por favor, deja este libro.

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   Siguió persiguiendome más o menos por un año. Eran cartas y llamadas telefónicas llenas de amenazas. Hubo un tiempo en que ya no podia ni oír el sonido del teléfonon jamás salía sola de mi casa y, como supe después, mi papá había contratado a un hombre para vigilar la puerta del colegio. También descubrimos que consumía drogas, y con eso surgió la pregunta del sida. ¿Podía ser? Tenia sentido, ya que hacía un mes, al postularse para un empleo en la policía, lo reprobaron después de un análisis de sangre. Pero eso ya era demasiado para mi cabeza y yo no les había contando a mis papás que había tenido relaciones sexuales con él. Además, en aquella época, el sida era muy raro en mujeres.

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Hola, les queria decir, que está historia no es mía, yo la transcribo de un libro que tengo, y esta, esta basada en hechos reales por lo que tengo entendido.

¡Que patán es el novio de Valeria!

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⏰ Última actualización: Jul 11, 2022 ⏰

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