Park JiMin es un reconocido profesor de baile, desde pequeño soñaba con ser un gran bailarín y enseñar su talento a los demás cachorros y jóvenes. Siempre hubieron dificultades como 'un alfa nunca baila' pero el aún así siguió con sus sueños con la...
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Park JiMin se sentía sólo durante las tardes, adoraba ir a una cafetería que quedaba cerca del departamento donde vivía pero para su sorpresa aquella cafetería estaba cerrada así que se dedicó a caminar mientras tenía sus manos en los bolsillos de su abrigo, estaba haciendo frío.
Nisiquiera supo cuanto había caminado cuando el olor a café llegó a sus fosas nasales, necesitaba de aquella bebida caliente para el frío, sonrió al ver a unos pasos de el una cafeteia abierta, camino rápido hacia la puerta para entrar pero justo cuando iba tomar la perilla de la puerta, unos alfas empujaron la puerta haciéndolo a un lado, JiMin miró a los alfas que corrían y detrás de ellos salió un omega con una botella de agua.
Tal vez el destino había planeado todo esto, primero la cafetería que tando adoraba estaba cerrada y sus pies parecían haber sido guiados a aquel lugar para ver a ese omega que lo miró.
No le tomo mucha importancia a sus palabras, su rostro fue lo que llamó su atención, su piel tan pálida y sus...ojos.
El corazón de JiMin latio demasiado rápido, era su predestinado.
^Es nuestro omega, por fin lo encontramos^
Su lobo tenía razón, el era su omega predestinado, no tenía dudas de eso, noto aquel brillo en sus ojos, su mano tomó la del omega quien se sintió un poco desconcertado ya que no sabía que es lo que estaba pasando en su cuerpo y mente.
— T-tu y yo somos...
— ¡Suelta mi mano! - YoonGi se soltó del agarre de JiMin quien fue interrumpido - ¿Q-quien te crees que eres? No soy nada tuyo como para que hagas tal cosa - YoonGi trataba de ocultar su nerviosismo -
*No te portes así con nuestro alfa*
Tal vez tuyo porque mío no, YoonGi le contestó internamente a su lobo quien se molesto al recibir tal respuesta.
— S-sólo venía a tomar un café - JiMin respondió algo tímido -
— Pues entonces entra - YoonGi entró a la cafetería y detrás de el JiMin quien se sentó en la silla de una mesa vacía -
— ¡Cachorro! - La señora Min abrazo con fuerza a su hijo quien también correspondió al abrazo - pensé que esos alfas te iban hacer daño - la mujer tomó entre sus manos las mejillas de YoonGi- no vuelvas a hacer tal cosa.
— No pensaba dejar que esos tontos se creyeran como si fueran los únicos alfas del mundo - YoonGi respondió con molestia - hay un nuevo cliente, atiendelo mamá, yo iré a mi habitación - YoonGi subió por las escaleras hacia su habitación -
La señora Min soltó un suspiro y se acercó a JiMin quien vio a YoonGi subir por las escaleras.
— Buenas tardes - la mujer sonrió - ¿Qué se te ofrece? - preguntó -
— U-un café americano - JiMin sonrió - u-una pregunta - JiMin miró atentamente a la mujer que le prestó más atención -
— Dime.
— ¿C-como se llama su hijo? - JiMin respondió tímidamente provocando mucho asombro en la mujer -
— M-mi hijo - la señora Min no sabía cuáles eran las intenciones de aquel alfa - ¿Qué quieres de mi cachorro? - la mujer preguntó seriamente -
— Y-yo...soy el predestinado de su hijo - JiMin se armó se valor para decir aquello -
La señora Min sentía que no podía estar más asombrada.
Con YoonGi.
YoonGi se había encerado en su habitación, miraba por la ventana, todo el cielo estaba algo oscuro.
*Quiero ir con nuestro alfa*
— Ya te dije que no tonto lobo, los predestinados no existen - YoonGi se cruzó de brazos -
*El es nuestro predestinado, yo quiero ver a mi alfa*
— Nosotros no tenemos a ningún alfa, ¿O acaso no te acuerdas de...el? Tu dijiste que era nuestro predestinado y resultó ser el predestinado de alguien más - YoonGi agachó la cabeza triste, aún...lo amaba -
*Pero este si es nuestro alfa, yo lo sentí y también lo sentiste*
— Deja de hablar de eso - YoonGi dejó de ver por la ventana y se tumbó en su cama boca abajo para luego cerrar sus ojos, quería dormir un rato para olvidarse de todo-
⛅⛅⛅
Era un nuevo día, JiMin se había levantado con la más grande sonrisa en su rostro, las clases habían pasado demasiado lento para el a diferencia de otras que pasaban muy rápido.
Las horas parecían pasar lento porque tal vez ansiaba la hora de salida para ir a la cafetería en busca de Min YoonGi, su omega predestinado para invitarlo a almorzar.
Recogió su mochila del suelo y justo cuando iba salir del aula, recibió un mensaje de la señora Min.
Señora Min.
lo siento JiMin, mi hijo acaba de escaparse de la casa y no se adonde se ha ido.
La sonrisa de JiMin se borró, su omega se había ido de su casa sin decir nada, ¿Ahora donde lo iba encontrar?
Salió del aula tristemente, camino por los pasillos de la Academia que ya estaba vacía. Cuando llego a la puerta de salida y justo cuando iba cerrar con seguro la puerta principal de su Academia, su vista se fijo hacia enfrente de el donde había una tienda de golosinas y de donde salió YoonGi.
