capítulo 3

16 6 1
                                    

Solté un sonoro suspiro mientras miraba las nubes desde el balcón ubicado en el tercer piso al final de un largo pasillo de color gris con algunos cuadros familiares colgados en las paredes siendo su única decoración dándole un ambiente un poco melancólico, era tan absurdo que se encerraran en el despacho de mi padre a discutir si era apta para la misión evaluaban mis habilidades como si yo no pudiera decidir por mi misma desconfiaban de mi potencial, era tan frustrante que aún estando en el mundo ilegal dónde se supone todo se puede hacer me prohibieran tomar un papel importante en nuestros negocios, solo me veían como la tonta hija menor del ojo del huracán la que no sabe hacer nada o lo estropearía todo, no sentía envidia de mis hermanos los amaba solo me molestaba que por el hecho de ser hombres solo ellos heredaban el trono de mi padre en cambio si yo quería triunfar tenía que casarme con algún hombre de la mafia para obtener  poder o ser alguien dentro del mundo donde me criaron no ser la desgracia de mi familia en pocas palabras ser mujer en la mafia era equivalente a nada, la brisa helada le daba paso libre a todos los tormentosos pensamientos respecto a lo que nunca podré ser si quiero honrar a mi familia tenía que conformarme con lo que tengo o eso solía decirme Emilio cuando era una niña que soñaba ser una reina rusa siguiendo el legado de su padre triunfando junto a sus hermanos, pero esa burbuja se rompió en miles de pedazos años más tarde cuando la verdad me cayó como un balde de agua helada encima fue un golpe doloroso contra la absurda realidad, una mano en mi hombro activo las alarmas en mi cerebro por la sorpresa, me levanté de golpe tomando el brazo de la persona dejándolo en un ángulo doloroso en su espalda mi pie contra la misma lo mantenía en el suelo,al intentar mirarle la cara a la persona me lleve una gran sorpresa al ver le rostro de Ignati lo solté de inmediato dando un paso atrás para que se pudiera levantar.

-Mierda eso dolió- se incorporó sobando su hombro con una mueca de dolor estampada en el rostro- recuérdame la próxima vez hablar antes de tocarte cuando estés concentrada

-Sabes que no es bueno sorprenderme- solté sentándome en el suelo sin quitar la mirada de enfrente di una palmada junto a mi como una invitación- ¿Que haces aquí?, deberías estar adentro discutiendo si tú hermana es una inepta o no

-Odio que te traten como una vaca a la que van a subastar al mejor postor- al estar a mi lado no me miraba a la cara solo hablaba mirando a la nada  - pero más aborrezco no poder hacer nada al respecto,luego de dar mi opinión me fui de ahí, no sabes cuánto deseo decirle todo lo que pienso de las reglas a los descerebrados que tenemos como socios

-ni se te ocurra sabes que las consecuencias no son nada agradables para ti, créeme odio su actitud, pero ya sabes el concejo fue muy claro al decir que para obtener un lugar tengo que demostrar mi lealtad hacia ustedes, algo para ganar todo su confianza,  pero no quiero verte sufrir por mi culpa- exprese dejando mi cabeza recostada en su hombro - la familia primero lo sabes,jamás dejaría que te pasara algo por mi culpa, pero se que va a llegar nuestro tiempo muy pronto será la era de los Smirnov

-Lo se la familia siempre debe ser nuestra prioridad por eso quiero que sepas que sin importar en los problemas en que te hayas metido yo siempre estaré para ti - paso su brazo por mis hombros acercándome más a él - la era Smirnov suena increíble

Luego de eso el silencio nos envolvió ninguno de los dos tenía la intención de romperlo, ese simple abrazo logro hacerme sentir ese efecto reconfortante como cuando éramos niños y tenía una pesadilla estar junto a él hacía que mi miedo fuera disminuyendo, sabía que se sentía mal por no poder hacer nada lo más probable es que en la reunión su única respuesta fue que lo que eligiera yo estaba bien para él, pues Dimitri quería que él se infiltrará, creían que no lo lograría o tal vez solo querían protegerme pero no podían tenerme en una caja de cristal de por vida.

-¿Quieres acompañarme a una entrega?, será a las afueras de la cuidad - comento moviéndose un poco para mirar mi cara - será como tú último día en la mafia, porque estoy seguro papá dejara que vayas ahí para demostrar que eres fuerte

Esencia CaóticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora