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"  00.Capítulo Introductorio: En dónde la vida de Chenle no deja nunca de girar". 


Si Chenle tenía que buscar un punto exacto para decir en qué momento cambió su vida, eso sería, Junio 2016 ¿Cómo un viaje de vacaciones a Corea del Sur terminó por destruir su "perfecta" familia? Todo estalló como una bomba, para todos, menos para sus padres que parecían ser los únicos serenos en esa charla que no tenía nada, pero absolutamente nada de lógica. "Fue mi primer amor..." comenzó diciendo el señor Zhong y desde ahí, todo se fue a ruinas. En resumen, sus padres se separaban y no solo eso, tuvo que elegir con quién se quedaría. Obviamente él regresaría a China, al menos allá estaban sus abuelos y esperaba de ellos una reacción más sensata a todo el asunto, además, no quería vivir en casa junto a su padre y su noviecita de la secundaria. Pero nunca resultó del todo bien y la relación con su progenitor se había deteriorado a tal punto, que su madre reclamó la custodia. Y así estaban las cosas ahora, Chenle llegando al aeropuerto de Seul, no era del todo malo si tenía la intención de convertirse en cantante, aunque su sueño era haberlo hecho en China y no Corea. Pero algo lo alertó enseguida cuando vio a su madre en la distancia, había un hombre junto a él, con una mano sobre el hombro de ella de forma tan "cercana" que enseguida su actitud cariñosa se fue al demonio.


— ¡Cariño, traes el cabello rubio! ¿Cómo has crecido?

— Madre, nos vimos hace tres meses, en tu último viaje a China.

—Siempre se siente demasiado cuándo mi pequeño ni-

—¿Estás saliendo con este hombre?

— Zhong Chenle, cuidado como le hablas a tu madre.

— Contesta.

— Hablaremos de esto bien al llegar a casa, hay algunas cosas que necesitas saber.

—Es un apartamento.

— Hablaremos en casa.

Chenle suspiró frustrado, el hombre le sonreía intentando de parecer amable, pero solo resultaba incómodo para todos  y el trayecto en automóvil solo podía ir peor. Completamente silencioso ¿Por qué no prendían la radio ? ¿Un comentario del clima, del idioma? ¿Cómo está la abuela? Pero no. Se detuvieron en un barrio mejor del que Chenle imaginaba. Francamente, el chino pensaba que su madre tras dejar la vida acomodada que llevaba con su padre se había hundido en miserias y como nunca antes quiso visitarla, ahora se estaba llevando una - grata - sorpresa al enterarse de que al menos tendría un buen lugar para vivir. Su piso era el séptimo, entró mirando todo con desconfianza, un recibidor aceptable, una sala conectada con la cocina y el pequeño comedor, pero todo se veía limpio y ordenado. Pasando el "sector familiar" como lo denominó Chenle y en el que desde ya deseaba pasar poco tiempo, se encontraba un largo pasillo ¿Por qué 4 puertas? ¿Dos habitaciones, dos baños? 

 — Tu habitación es la que está al final, a la derecha. 

— ¿Y qué hay aquí? —  cuestionó deteniéndose en la que antecedía su cuarto, posando su mano en la manija con intención de abrirla, pero no tuvo tiempo de recibir una respuesta porque fue abierta desde adentró, llegando a golpearse con el borde por la inesperada acción. Pero no hubo tiempo de reclamos, ni de lloriqueos, preguntas o pataletas. Su boca se abrió en impresión al ver al chico salir de ese cuarto, Chenle podía jurar que se había cortado su respiración y sus mejillas se habían sonrojado en extremo.  Tenía cejas pobladas y una mirada tan seria, pero al mismo tiempo, debía estar en la cima de las personas guapas que conocía.

—  ¿Estás bien? —  Fue impresionante para Chenle ver como el rostro severo cambiaba por completo cuándo sonreía ¿Era una sonrisa real o solo estaba siendo cínico? Chenle salió de su nube, debía exigir explicaciones. 

—  Kun... No debiste. 

—  ¿Kun? 

—  Verás cariño... Él es Kun. 

—  ¿Estás haciendo caridad recibiendo a extraños en tu casa, madre? 

—  Apartamento. 

—  Si, si, como sea. 

—  No, Chenle, creo que a estás alturas ya estás entendiendo lo que ocurre en este hogar.  

— Te volviste loca. 

—  Chenle. 

—  En serio, mamá, debiste dejarme en paz en China. 

—  Tú estabas mal, esa mujer te estaba... 

— No lo digas —  el rostro del chino cambió enseguida. Se sentía con todos los acontecimientos completamente turbado, como si él fuese un muñeco en las manos de un crío que está inventando historias descabelladas al jugar. 

—  Chenle, Gao es mi esposo y Kun tu nuevo hermano mayor. 

Podía sentir el pitillo sonando en su oído, la mirada de los tres mayores sobre él, el piso dando vueltas. No pertenecía a ningún lugar, ni a su vieja casa, ni a casa de sus abuelos, ni muchos menos allí. 

Probablemente no pensó en sus acciones o que estaba en un lugar desconocido, solo vio la puerta a sus espaldas y corrió, bajó las escaleras de emergencia corriendo, no quería más de esas miradas sobre él, no quería más de esa extraña situación a la que sentía no pertenecer.

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⏰ Última actualización: May 27, 2021 ⏰

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