Mi historia de amor.

Epílogo:

Han pasado 10 años después de lo que me paso en la secundaria, aun lo recuerdo como hubiera sido ayer, aun me duele todos lo que paso, menos lo de David, eso ya lo supere hace años.

Ahora, soy doctora y me va muy bien, hace 2 años hice mi propia clínica y ahora se ha convertido en un hospital al cual no le va mal.

-Doctora-dice mi secretaria junto a la puerta.

-Pasa-le indique con una sonrisa, ella se coloco frente a mi escritorio.

-Una persona la busca, dice que le encantaría verla, que es una amiga.

-Hazla pasar-le digo

-Enseguida-dijo saliendo de mi oficina, enseguida entro una mujer que enseguida reconocí.

-Doctora Jessica-me saludo

-¡Carla!-le dije poniéndome en pie y yendo a abrazarla

-Pensé que te habías olvidado de mi.-me dijo correspondiendo mi abrazo.

-¿Cómo olvidarme de ti?-le dije separándome de ella.-Te he llamado muchas veces pero nunca respondías.

-Me robaron el celular, ahora tengo uno nuevo.-me dijo mientras nos sentabamos

-¿Enserio? ¿Pero estas bien?

-Si no te preocupes, fue hace mucho, por cierto, felicidades, vi la inauguración de tu hospital en el periódico y quise venir pero mi trabaja a estado muy pesado ya sabes.

-Oh, claro te entiendo.

-Si, ¿sabes? Van a despedir a muchos y sospecho que yo seré una de ellas

-¿Que? ¿Enserio?-dije

-Si. Además por una parte estaría bien irme de allí, ese hospital no esta teniendo muy buena fama gracias a su dueño.

-Bueno pues, si quieres yo puedo darte trabajo aquí-le dije con una sonrisa.

-¿Es enserio Jessica?

-Por supuesto, si quieres puedes irte familiarizando con todos.

-¿Enserio Jessica?-dijo con felicidad

-Por supuesto, eres bienvenida aquí y el pago no es malo.

-Si lo se, ya eh escuchado sobre eso y me parece perfecto, ¡Oh Dios Jessica no sabes como te lo agradezco!-me dijo poniéndose en pie y rodeando el escritorio para abrazarme, yo me puse en pie y la abrace.

-No tiene que agradecer Carla, al contrario, yo te agradezco a ti, tú me has ayudado mucho, especialmente cuando sucedió…

(…)

Carla se fue hace unas horas, yo estoy caminando por los pasillos revisando el trabajo de los demás mientras meto mis manos en los bolsillos de mi bata de doctora.

-Monse-me dice alguien halándome la bata. Voltee abajo y veo a un paciente del hospital.

-Alex-le dijo cargándolo en brazos. Así es, se llama Alex, y se parece mucho a Alex mi ex novio cuando era pequeño y para acabar, me dice igual que el.- ¿Qué haces aquí?

-No me gusta la comida que la enfermera me da.-dijo haciendo un puchero

-Pero tienes que comértela, te hará bien y podrás regresar a tu casa, ahora vamos a tu habitación, tienes que comer para estar muy saludable.-le dije caminando hacia

-¿Y parecerme a Superman?-dijo felizmente

-Serás mucho mejor-le dije sonriendo. Llegue a la gran habitación donde estaban todos esos niños que tenían la misma enfermedad que Alex y lo deje en su camilla.