OsaSuna

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"Extraño"

Suna era alguien verdaderamente despreocupado por casi todo lo que ocurría en su vida. Tanto así que de ser por él todo se podría ir al carajo en cualquier momento y sabría superarlo. Aunque por más que odiase admitirlo, al igual que cualquier adolescente, tenía preocupaciones y partes de su día a día que le gustaban y que quería exactamente como estaban. En esa pequeña fracción de cosas que le importan están su hermana pequeña, poder grabar los momentos divertidos de los Miya. Y entre sus preocupaciones teniamos que el frío no le hacia bien, su equipo de vóley y la peor de todas: Osamu.

Seguía sin entender como se había enamorado de uno de lo gemelos idiotas que hasta donde llegaba su comprensión eran un dolor de culo.

Y como la mala suerte estaba de su lado la forma en la que se dio cuenta de ello tampoco fue la mejor.

Pero, ¿quién le llamaría la mejor manera si literalmente se había dado cuenta cuando se le quedo viendo en plena clase pensando en lo perfecto que era? No suena tan mal, ¡Ah! Cierto no olvidemos que medio salón se le quedo viendo junto al peor profesor del mundo.

Pese a esto, no se quejaría nunca con esa fuerza desconocida que hacia que las personas se enamoren, por que de quien se había enmarado seria Osamu, por que gracias a alguna razón inexplicable siempre le cayó mejor, porque era más... él.

Aunque no sepa la razón exacta de su enamoramiento, y probablemente sea inexplicable, se podía hacer suposiciones. Como el haber conectado con él desde el inicio, o la sensación de tranquilidad y hogar que le transmitía, o lo mucho que a veces lo mimaba y cuidaba, tal vez sea lo divertido que era burlarse de Atsumu juntos.

Bueno, se equivocó con inexplicable, Osamu tenia algo especial, magnético, atrayente. Pero  contrario de lo que se puede pensar, no se le hacia ni si quiera atractivo Atsumu Miya. Podrán ser gemelos (y eso nunca lo puede olvidar), pero a la vez son muy diferentes. Básicamente, para Suna, Osamu es mejor.

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Cuando lo vio por primera vez, no resaltaba mucho. Llevaba el uniforme un poco desordenado y tenia la mirada aburrida y cansada. Aún cuando si le llamo un poco la atención el cabello de color plateado, tan solo era otro chico cualquiera que estaba en el patio de la escuela que de no ser por la suerte nunca hubiera visto. Cuando, de repente, se le acerco otro chico igual a él casi saltado de alegría que mencionó algo ya haberlos inscrito en el club de vóley. El de cabello plateado se veía demacrado ante la actitud de su par. Suna rió internamente por la escena, sin embargo su cara cambió totalmente al recordar que también se había apuntado a ese equipo hace unos minutos. En ese momento supo lo que le esperaba.

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Mientras Suna recordaba ese momento, una idea surco sus pensamientos: "Que tan poco probable debe ser mirar a alguien así de repente, justo a él, en un lugar con tantas personas ¿Destino?... Dios era cierto eso de que enamorarse te dañaba el cerebro."

Recordaba que esa primera vez que lo vió lo tomó como una persona tranquila y calmada, opuesta a su gemelo. No ocupó mucho tiempo hasta darse cuenta que esa no era la realidad.

En fin, se había enamorado de su mejor amigo Osamu Miya, no tenia experiencia en el amor, no sabia como actuar al respecto y no quería declarase por el miedo a como pudiera cambiar su relación. Ese es el cliché mas horripilante que existe, que para su mala suerte le había tocado vivir a Suna Rintaro.

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Se encontraban solos esperando a Tsumu para irse a casa, estaban sentados en una banca cerca de la salida con un lindo atardecer detrás suyo. Muy romántico pueden pensar, a excepción de que hacia un frio del demonio.

Situaciones extravagantes de HaikyuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora