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El camino hacia Jinlan era largo y peligroso desde que tanto el mundo demoníaco como el humano se funcionaron, ya sea de día o de noche cualquier persona estaría en peligro. Si no se trataran de ladrones merodeando en la carretera, una de las cosas más comunes, en su lugar podrían ser traficantes de esclavos y mercancía poco usual, demonios o incluso bestias devoradoras de hombres sacadas de una horripilante pesadilla.
Bueno, lo más peligroso a ojos de Shen Jiu no era ninguna de las cosas antes mencionado, en absoluto, nada podría compararse al horror de la posibilidad de compartir toda una vida con un mini tirano comerciante con aires de grandeza como el hombrecillo dentro del carruaje en la parte trasera.

Suspiro con fastidio, recientemente había intentado condensar un poco de su qi y limpiar todos los meridianos en su cuerpo, por que este femenino cuerpo definitivamente podía cultivar a una velocidad increíble, pero no podía estar del todo contento con ello ya que ser un caldero andante a principios de cultivo lo pondría en la mira de muchos hombres de dudosas intenciones, y por ello esperaba ansiosamente que su cultivo se elevará con rapidez y sin incidentes mientras lo hacía, ya que solo así lograría proteger su integridad como mujer en este mundo.

Observo sus manos en silencio, sopesando alternativas a su plan si es que alguna cosa llegaba a surgir, ya saben, por precaución. Así pasaron dos frustrantes días, dos días en los que a penas y podía conciliar el sueño por estrés de que realmente pasara algo inesperado mientras viajaba hacia Jinlan.

Joder, el estrés en realidad se notaba bajo sus ojos brillantes como el inicio de ojeras y últimamente tendía a comer cantidades malsanas de golosinas, dando un ligero bulto gelatinoso en su abdomen como consecuencia, quizás lo único bueno de su humor fue que el prometido mediocre no quería lidiar con ese cambio de humor y se inclinó por la opción de ser un simple espectador, pero por alguna razón eso la irritada aún mas.

Bueno, afortunadamente durante el tercer día llegaron a un pequeño poblado  en el que se instalaron por una noche, aquello significaba que no tendría por que dormir en el carruaje, que a pesar de ser tapizado con las pieles más suaves y las almohadas más mullidas que sus padres pudieron entregar por el apuro, seguía siendo incómodo por los mosquitos, un repentino ataque de calor y los murmullos de su ruidosa escolta.

Una cosa más, y la importante por supuesto, es la buena comida local que había en el sitio, no es por ofender pero probablemente gracias a la tacañería de su madre no podía gozar de una buena comida, algo relacionado a mantener la forma esbelta para que su prometido no mirara más allá de ella. Patrañas, ya había soportado una vida entera reducido a un hombre que solo ingería arroz insípido así que nadie lo iba a detener si quería atiborrarse de carne de cerdo grasosa, pimientos súper picantes y dulces que le pudririan los dientes al punto de quedarse chimuelo, bueno tal vez no hasta esos extremos. Pero al menos en su opinión, era lo suficientemente rico como para darse el placer de comprar a destajo lo que deseara, maldición, no le importaba en realidad la pequeña barriga que comenzaba a formarse en su cuerpo y es más, si aumentaba de peso quizás el mandril estúpido podría pedir una cancelación del compromiso solo para no casarse con una mujer que no era delgada, era un ganar ganar para él después de todo la grasa acumulada desapacere una vez su cultivo avanza.

Honestamente, no gasto ni un centavo todo fue a la cuenta del prometido idiota que a regañadientes tuvo que sacar de su bolsillo por que cada cosa que pedía lo hacía en nombre de su prometido, así que por ende tenía que si o si pagar la comida, la posada y algunos accesorios encargados al mozo de la posada. Lo disfrutó bastante, molestar al prometido.

Una micro sonrisa digna de un zorro  se formó en sus labios mientras que sus ojos se volvían un par de medias lunas, aun quedaba algo de tiempo antes de llegar a su destino final y planeaba seguir jodiendo a Dong Zhao tanto como pudiera, algún entretenimiento debía tener en este lapso de tiempo después de todo. Pensando en ello, tomó una manita de cerdo de la mesa que estaba repleta de comida y le dio un gran mordisco.

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⏰ Última actualización: Aug 15, 2022 ⏰

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