Marco

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Esa mañana, Dani y Maya habian ido a buscar comida al huerto y yo me levanté a su misma hora.

Me vestí sigilosamente, mientras Leo murmuraba letras de cancio es en sueños detras de la cortina que separaba su celda del resto. Desayuné carne de rata (está muchísimo mas buena de lo que creeis) y recorrí toda la carcel buscando a Ray para contarle mi plan.

Salí caminando tranquilamente de el comedor y mi mente salió incluso de los muros de nuestro refugio. Siguió a Maya por el camino a la granja y vijilando a Dani, que no hicieran ninguna estupidez. Estaba muy preocupado por ellos y mas teniendo en cuenta lo que acababa de descubrir,

Mientras lo buscaba encontré a Nico y Dara, eran dos hermanos, debían tener unos cinco años, creo. Dara estaba sentada al lado de Nico, quien lloraba, supongo que era porque se habia caido. Me acerqué a mirar, pero nunca fui muy bueno con los niños.

-¿Que pasa, peques?

-No somos peques- respondió Dara, ceñuda- si lo fueramos no estariamos vivos. Ahora largate, puedo cuidar de mi hermano sola.-Me sacó la lengua.

Me sorprendió que una niña pequeña me hablara así, pero encojí los hombros y me fuí. Lo se, brillante por mi parte.

Encontré a Laura poco después. Estaba entrenando, dandole una paliza a un saco de boxeo. Estoy seguro que esa tía podria cargarse una horda de quarenta caminantes con sus manos. Llevaba el pelo rubio recojido en una trenza, se negaba a cortarselo, y sus ojos negros brillaban con determinación y enfado. No me apetecia acercarme a ella, por si me daba una paliza o algo, pero la admiración jugó en mi contra.

-Hola- saludé.

Se giró para mirarme, tenia la piel perlada de sudor y el ceño fruncido.

-¿¡QUE QUIERES TU AHORA!?

-Wow, calma. Solo te he dicho hola. Madre mia. Bueno, ¿Has visto a Ray?

Señaló con el brazó hacia el otro lado del patio y fui en esa dirección.
Vi a Ray, que estaba discutiendo con Marta, pensé que no era el mejor momento para acercarme a hablar, pero era importante.

-...pero no es justo.- Decia Marta.

-Marta,comprende que el mundo se ha ido a la mierda, no puedes...-Dice Ray, pero le interrumpo aclarandome la garganta.-Marco ¿pasa algo?

El corazón se me aceleró solo de pensar en lo que tenia que decirle.

-Si... tengo que hablar contigo... y.... es importante.

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