𝑳𝑨 𝑯𝑨𝑩𝑰𝑻𝑨𝑪𝑰𝑶𝑵 115

✞︎𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 2.

Estaba acostada en mi cama, tenía que tomar mis medicamentos a esta hora y Ámbar no me los había traído, pero justamente no era eso en lo que estaba pensando... estaba pensando en él... cuando me doy cuenta que alguien me está llamando dejo de sonreír y me doy cuenta de que era Ámbar.

¿En quién pensas tanto? – me pregunta mientras sirve agua en un vaso.

¿Eh?... no en nadie...-digo algo nerviosa.

Ajá y yo soy novia de Leo-dice mientras voltea sus ojos hacia atrás.

Bueno...en realidad... pensaba en... mmm...Alan.

Me da la pastilla y el vaso de agua. Odio tener que estar todo el día tomando pastillas.

Antes de tomarla le pregunté

¿Qué tiene Alan?... O sea... ¿Por qué esta acá?... en el hospital.

No puedo decirte eso-me da una media sonrisa- no me corresponde dar esa información a mi...

Se estaba por retirar, pero antes se da vuelta y me dice:

"pregúntale mañana, tienen almuerzo compartido"

Y se fue riendo de mi cara, era de confusión, pero sorprendida a la vez.

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Me desperté como todos mis días, me traen mi desayuno y me tomo mis pastillas. Una mañana muy aburrida. En el resto de la mañana, leí un libro y escuché música. Quería hacer video llamada con mis amigos, pero ellos estaban en clases virtuales, yo no me uno a las clases, pero por la tarde, completo todas las actividades. No me uno porque a la mañana me suelen hacer estudios, me traen pastillas y cosas de gente en un hospital.

A las 11:30 aproximadamente me prepare para el almuerzo, había que estar presentables para Alan, cada vez que pienso en que voy a almorzar con él, me recorren los nervios de pies a cabeza. Me puse un pantalón ancho de morley oxford negro, con una remera blanca lisa pero delicada, mis aros de siempre, argollas de plata tamaño mediano y mis zapatillas converse Taylor blancas. Me deje mi cabello suelto. Amo mi pelo, es castaño casi rubio oscuro, tengo reflejos rubios y dorados, son naturales, de chiquita eran más claritos y tenía más.

Se hicieron las 12pm y Ámbar vino a buscarme para ir a almorzar, mis nervios aumentaron a un nivel cien. Nos fuimos juntas hacia el salón, ahí estaba leo, con Alan, obviamente.

Seguimos avanzando y conecte mi mirada con Alan, tiene unos hermosos ojos.

Nos sentamos en la mesa, mientras leo y Ámbar fueron a buscar nuestro almuerzo, vino una enfermera y me dejo una pastilla. ¡Cómo detesto las pastillas!

Así que... sos la famosa Atenea, toda una Diosa Griega- dice con una sonrisa de lado- Leo me habló de vos, aparte de contarme toda su historia con Ámbar- voltea los ojos divertido.

Veo que son iguales, Ámbar habla TODO el día de él, se gustan y no lo admiten... pero en el fondo lo saben-digo con voz suave.

¿Qué tenés? Es decir ¿Por qué estas acá en el hospital?- pregunto ladeando la cabeza.

Veo que su sonrisa disminuye y baja la cabeza.

Si no me queres decir está bien- me apresuro a decir viendo el cambio de sus expresiones.

No... está bien... tengo trastornos alimenticios, depresión y ansiedad... combo completo- lo del final lo dice con una sonrisa divertida y manitas.

Suelto una carcajada- no sos el único con combo completo-digo con una sonrisa divertida, él me las contagia, eso me gusta.

y... ¿qué viene dentro del combo? - pregunta mientras se ríe, amo ver su sonrisa.

Epilepsia, depresión y ansiedad, pero leve- digo con una media sonrisa.

Justo viene Leo con Ámbar, y nuestros almuerzos.

Muy bien...-dice Leo- trata de comer lo que puedas... pero recordá que, si no comes mucho, te ponemos la sonda.

Está bien-dice Alan algo desanimado.

¿Te tomaste la pastilla? - me pregunta Ámbar entrecerrando los ojos.

Si- digo algo cansada.

¿Segura que no me estas mintiendo? - dice con esa mirada aún.

Seg- Alan me corto cuando estaba por responder.

Yo la vi mientras la tomaba-dice Alan con una sonrisa de labios cerrados.

Ahora me quedo más segura... bueno... ¡a comer!

Y así pase mi almuerzo, hablando con Alan mientras comía, al distraerlo hablando, no se dio cuenta que termino su plato, por lo que había escuchado hace mucho que no lo hacía, por eso le colocarían la sonda.

¡¡¡¡Alan!!!!-dije con una gran sonrisa.

¿Qué? - dice mirándome confuso.

¡terminaste tu plato! - le digo muy alegre.

Que terminé mi qu... ¡oh! Es verdad.

Y ahí fue el momento en el que me morí, no literalmente, tranquilos. Me dio una sonrisa enorme al notar que había comido todo sin dejar ni una miga.

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Voten<3