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-oye gordita-escuché la voz de Bakugo que me distrajo de mis pensamiento

-si ¿Qué pasa?-le pregunté

-¿que te hiciste en las rodillas?-me preguntó

-ha, nada solo me resbalé de las escalera, eso es todo-le dije algo nerviosa

-ya veo, eres muy torpe y aun con tus lentes eres ciega-

-si soy muy torpe jaja-le dije riendo

-yo no hablé bromas ¿por que te ríes?-dijo serio y molesto

-lo siento-le dije algo incomoda

-oye Bakugo ¿Qué harías si solo tuvieras un deseo?-

-nada ya que soy el mejor de todos y seré el numero uno-

-si eso ya lo sé, se que lo lograrás, eres muy hábil debes ser el primero de tu clase-le dije alegre

-Pues obvio-

-si, bueno creo que ya descansamos lo suficiente es hora de volver a casa se ha dicho-dije poniéndome de pie

-Si ahora que ya sabes siquiera como pararte, ya puedo enseñarte a combatir cuerpo a cuerpo-

-enserio, guau eso es fantástico -le dije alegre

-si bueno, ya vete gordita-

-si, me voy bye, no te olvides de la tarea de literatura-le dije y me fui alegre

-sí, ya sé te veo mañana-

A la mañana siguiente me encontré con Bakugo en la entrada y me dijo que ese día no podía quedare a la clase de literatura ni tampoco entrenar ya que lo iba ha hacer con sus amigos, yo le dije que no había problema y luego me fui, todo transcurrió normal hasta la hora de salida, había terminado de barrer el salón y casi todos se habían ido solo nos quedamos Gianella, dos compañeras más y yo

-oye ______, mira-dijo una de mis compañeras mostrándome su celular donde había una foto de Neitan

<<¡¡que guapo!!>>

-guau, se ve bien-le dije

-bien, es super guapo, Dios desearía poder estar con él-

-si yo igual, Neitan es muy amable-le dije sin pensar ella me miro de reojo pero no le importó mucho

-bueno ya terminé ahora recojo mis cosas y me voy-

-Si yo también- le dije mientras mi compañera se iba dejándome sola con Gianella

-oye ______ escuché bien o ¿quieres ligarte a Neitan?-pregunto de manera burlona

-¿yo?, no sé de lo que hablas-le dije incómoda

-Vamos no seas tonta ,él nunca se fijaría en ti, eres bajita un tanto gordita y rara por favor ni el ciego se fijaría en ti-dijo riendo

-bueno, para tu información el tampoco se fijaría en ti así que no me fastidies-le dije ella se dejó de ir y me miró con desagrado

-¿hay enserio y quien lo dice?-

dijo avanzando hacia mi, yo retrocedí, me dio un pequeño empujón haciendo que tropiece con el basurero y que cayese, Gianella comenzó a reír

Rellenita...de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora