Parte única

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Ya era el quinto año que los merodeadores, conformados por James Potter, Sirius Black, Peter Pettigru y Remus Lupin, concurrían en el famoso colegio Hogwarts de magia y hechicería. Los años anteriores, los Merodeadores se habían hecho con una gran fama de jugarle bromas pesadas a los demás estudiantes. Ganándose un número bastante grande de enemigos.

Ahora mismo, Remus Lupin se encontraba caminando solo por los pasillos casi desiertos del castillo, pues era fin de semana y casi todos estaban en Hogsmade. Casi todos excepto él y sus mejores amigos.

Lily, su mejor amiga, prefería quedarse leyendo algunos de los libros de la biblioteca, adelantando algo de la tarea de la semana o algo por el estilo. Peter estaba en clase de apoyo con el profesor de encantamientos, pues se le dificultaba un poco esa clase ese año y el profesor, amablemente, se ofreció a ayudarlo. James y Sirius estaban castigados por jugarle una de sus bromas a un grupo de Slytherin de tercero y faltaban al menos 20 minutos para que su castigo se les terminara.

Mientras tanto, Remus se encontraba caminando un poco por los pasillos del castillo antes de ir a la biblioteca. Como se acercaba la luna llena, su magia estaba un poco débil y normalmente dar una pequeña caminata para tomar aire fresco siempre lo ayudaba. Además ya había adelantado toda la tarea que debía entregar la próxima semana así que tenía el fin de semana libre.

De repente, Remus comenzó a sentirse observado. Mientras un mal presentimiento recorría todo su cuerpo. Algo no andaba bien. Haciendo caso a su intuición, Remus comenzó a caminar de forma apresurada hasta la biblioteca, pues ahí siempre estaba la bibliotecaria y estaría a salvo de lo que sea que lo seguía.

Como la biblioteca aún le quedaba lejos, Remus decidió tomar un atajo que había descubierto con los chicos hacía algunas semanas. Mala idea. Pues una vez en ese atajo y sin nadie cerca, Remus comenzó a escuchar claramente los pasos de alguien detrás de él. Ya no se trataba de una posible paranoia de su mente o de un simple mal presentimiento. Ahora estaba seguro de que alguien lo estaba siguiendo.

Claramente asustado, Remus volteo la cabeza para mirar de quien se trataba. Averiguar quién era su perseguidor. Al mirar, pudo notar que se trataba de un Slytherin un año mayor que él. Su mirada tenía un brillo perverso y su sonrisa demostraba que sus intenciones no eran para nada buenas.

Remus solo atinó a comenzar a correr. Con su corazón latiendo de forma acelerada y con lágrimas amenazando por salir de sus ojos. Estaba asustado. De verdad que estaba asustado. Pues sabía que las intenciones de aquel chico no eran para nada buenas y los únicos que sabían de éste atajo eran sus amigos. Por lo que las probabilidades de que alguien lo ayudara o siquiera lo escuchara pedir ayuda eran mínimas. Aun si el colegio hubiera estado repleto de estudiantes y profesores.

Aun así no paro de correr. Pues aún tenía la esperanza de llegar a la biblioteca donde finalmente estaría a salvo. Tras dar una vuelta en una esquina, tropezó y cayó al piso. Donde su perseguidor lo acorraló y lo dio vuelta quedando frente a frente. El chico Slytherin encima y Remus aun en el suelo.

­­-¿Qué quieres?­- Preguntó Remus con lágrimas en sus ojos y un tono de voz que reflejaba un auténtico miedo.

-Descuida...pronto lo sabrás- dijo el chico para comenzar a desgarrar la ropa del menor y para luego atar las manos de Remus con su propia corbata.

-No...por favor, no lo hagas...te lo suplico- dijo aterrado Remus al mismo tiempo que intentaba forcejear inútilmente con el mayor. Mientras éste último se ponía a morder de forma agresiva su pecho y pezones.

A estas alturas Remus lloraba. Sintiéndose vulnerable, débil, inútil y sucio al no ser capaz siquiera de defenderse. Lloraba, se retorcía, forcejeaba y rogaba a gritos que ese chico tuviera piedad de él y se detuviera.

Siempre voy a cuidarte Moony (Wolfstar One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora