Capítulo 40 (último De La Temporada)

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Narra Rosalie
La verdad es que no sabía que pensar sobre las declaraciones de Edward. Estaba enfadada porque había contemplado la posibilidad de matar a mi niño, un pobre y pequeño niño de 11 años contra un vampiro, era un sin sentido. Pero por otra parte estaba feliz de que me hubiera buscado para no hacerlo, estuvimos hablando bastante rato, eran largos años sin hacerlo y habían pasado muchas cosas en ellos. Nuestros cuerpos no son capaces de cambiar pero nosotros sí, eso lo descubrí hace más o menos una década. Me estuvo hablando de Bella, era su tesoro pero a mi no me caía bien, supongo que era por esa tendencia a ser vampira, ¿alguien le había explicado lo que se sentía? la verdad es que lo dudaba, Ed me aseguró que ella conocía las desventajas pero que no le importaban, que estaba dispuesta a aceptarlas, no sabía si era cierto o me lo decía para que no me enfadara, fuera como fuese solo había una cosa clara, esa chica le importaba demasiado a mi hermano y eso me preocupaba. A la mañana siguiente el se fue, me explico el peligro al que había expuesto a Bella al dejarla una noche sin el. Siendo sincera el era su mayor peligro, le acabaría haciendo daño y lo peor de todo es que era por algo sin sentido. Cuando se fue me recordó que mi lugar estaba en Forks pero yo no quería regresar, aquí estaba bien, tenía todo lo que mi yo humana deseaba. Ese día también recibí una carta que me decía que Harry estaba en la enfermería pero fuera de peligro, aún sabiendo que no había sido grave no pude evitar preocuparme, el era mi niño y aunque había estado enfermo antes nunca había llegado al nivel de tener que quedarse en el hospital durante días. Trate de que me dejarán visitarlo pero no lo hicieron, Dumbledore fue claro, "teniendo en cuenta su especie y la brevedad con la que finalizará el curso no lo creo oportuno". Me tuve que aguantar, el era el director pero se notaba que no tenía hijos, cuando los tienes da igual el tiempo que falte para verlos, largo o corto se te hace eterno. Eso fue exactamente lo que me pasó con la semana que me faltaba para verlo, no era capaz de despejarme del teléfono donde consultaba la hora y cada una de ella se me antojaba más lenta. Por fin llegó el día que tanto tiempo llevaba esperando, nunca pensé que un año se podía hacer tan largo. Pille uno de mis sueters de cuello alto, unos vaqueros largos, botas que me llegaban hasta más o menos la rodilla, después cubrí mi cara con un pañuelo y unas gafas de sol. Me mire en el espejo para comprobar que no hubiera ni un solo trozo de piel visible, iba a ser imposible no encontrar el sol a principios de verano. Cuando llegue más padres estaban también allí, pensé en hablar con ellos pero lo descarte medio segundo después. El reloj grande de la terminal marcó las 11:00 y dos minutos después no dejaban de aparecer niños a la parte del anden visible para nosotros. Todos corrían con entusiasmo hacia sus padres, pero Harry se quedó ahí, quieto, sosteniendo su equipaje, decidí acercarme, además de ser mi obligación como madre lo necesitaba. Cuando empezó con los golpes y los insultos supe lo que había pasado, el sabía la verdad, sabía que yo no le di la vida y me odiaba por ello, por mentirle, por ocultarle su verdadera familia. Dejé que se desahogara, me lo merecía y el lo necesitaba, pero al cabo de un rato tuve que pararlo. Estaba demasiado mal, al borde de un ataque de ansiedad y además aunque eso no importaba tanto la gente podía sospechar de mí condición si no lloro con esto que pasa. Mi niño seguía siendo tan delgado como en septiembre y sus ojos brillaban aún llenos de lágrimas, se que el no quería estar en mis brazos pero tenía que llevarlo al coche. Durante el camino no dijo nada, solo lloraba mientras abrazaba una especie de album. Cuando llegamos se encerró en su cuarto
-dale tiempo - me soltó Alec
-¿tiempo-el asiente-lo dices como si le hubiera roto un juguete o me hubiera negado a darle una mascota, lo que he hecho es muy diferente, le he robado su identidad, le he hecho creer que era su madre sin ser verdad, eso no me lo va a perdonar jamás y tu me dices que le de tiempo, como si fuera fácil, como si no sufriera cada maldito minuto que no lo tengo, he conocido estúpidos a lo largo de los siglos pero tu, tu les ganas a todos ellos y ahora largo, sal de mi casa y de mi vida
-pero
-nada de peros, entiende que no te quiero, que necesito centrarme en esto, vete lo más lejos que puedas y no vuelvas a menos que quieras que te lo pida de otra forma - sabía que mis ojos eran negros por el enfado que el había provocado y lo mire
No dijo nada más, obedeció y después yo me tire en el sofá del salón aceptando la derrota. Sabía que esto podía pasar y no dejaba de preguntarme si las cosas serían diferentes si se lo hubieran dicho antes de que se fuera. Tal vez le habría dolido menos, nunca lo sabré. La vida es un extraño juego de azar, te obliga a apostar todo el rato. Hace 10 años yo decidí apostar por Harry y aunque había perdido la apuesta y ahora ya no tenía nada, no me arrepentía de la decisión tomada. Se que no era su madre biológica, pero después de tanto tiempo yo ya lo sentía mi hijo y aunque sabía que había perdido su cariño no estaba lista para que me lo dijera el mismo. Soportar sus insultos fue duro, pero sus "te odio" lo serán más, eso lo sabía. La vida de Harry iba a cambiar, algo me lo decía, ¿pero que pasaría conmigo cuando el saliera de mi vida?

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