Con amor, Choerry - Parte 2

151 24 2
                                    


- Oficialmente termino mi investigación en dos semanas. 

- ¿Eso quiere decir que finalmente te irás de Alaska?

- Sí - Gowon acarició de forma discreta la pantalla de su computadora, observando a Choerry manejar.

La diferencia de horario era de 17 horas, así que mientras ella se encontraba almorzando, su novia se dirigía a su hogar después de una larga jornada laboral. 

- Me gusta Alaska, es divertido viajar solo para poder verte y comer Salmón - bromeó.

- Me gustaría conocer a tu familia, llevamos casi dos años juntas y es poco lo que sé sobre ellos. 

- No tengo una buena relación y lo sabes - a través de la pantalla, Gowon podía ver como la noche caía sobre el rostro de su pareja. Choerry viajaba constantemente a Corea del Sur por trabajo y problemas familiares, ausentándose en épocas importantes como el cumpleaños de la menor, Navidad y días donde Gowon la extrañaba seriamente - Ya lo hemos hablado cariño, quiero establecerme en Alaska o en algún lugar lejos de este horrible país - sin descuidar mucho la vista sobre la carretera, miró la cámara de su celular - ¿Ya tienes pensando tu próximo reportaje? no tengo problema en modificar mi rutina para ajustarme a tus planes. 

Gowon sintió su corazón apretarse, esa era una de las mil cosas que amaba de Choerry.

Después de ese improvisado encuentro en el lobby de aquel hotel, conversaron durante horas, terminando la noche de la forma en que ambas estaban dispuestas. 

Al día siguiente la menor la invitó a desayunar, abriendo paso a conocerse aun mejor. Su historia de amor duró aproximadamente un mes hasta que Choerry se vio obligada a volver por asuntos de trabajo. A pesar de que la visitaba al menos una vez por mes, las relaciones a distancia eran tan complicadas como se veían. 

Choerry era extremadamente reservada con su vida. Sabía que no tenía hermanos y que su padre murió cuando tenía 5 años, y a los 13 su mamá se volvió a casar con un agente de bienes raíces que la involucró en el negocio. No conocía a la perfección la empresa, pero tampoco le interesaba demasiado, pues en temas de negocios, Park Chaewon era una ignorante. 

- ¿Recuerdas a mi mejor amiga Yeojin? la diseñadora industrial que te presente hace un año - la observó asentir atenta al volante - Me habló sobre algunos temas interesantes, como la explotación de recursos naturales para la construcción de empresas que dañan el medio ambiente, me gustaría visitar pronto los lugares afectados. 

- Amor - notó el brillo en su mirada, aquel brillo que la hacía sentir admirada y derretía sus huesos - Eres de verdad increíble. 

- Te extraño - dijo tímidamente. 

- Y yo a ti mi amor - las luces en la pantalla, le indicaron a la mas baja que su novia acababa de llegar a su destino - Necesito colgar, tengo una cena con unos inversionistas. 

- Está bien pero vendrás en el viernes, ¿verdad? 

- No me perdería nuestro aniversario por nada del mundo.

Sin embargo, Choerry ese día no se presentó.

Ni al día siguiente.

Gowon planeó su aniversario con un mes de anticipación. Velas, rosas, reservación y todo lo que a su amada Choerry le gustaba. Después de pensarlo detenidamente, concluyó que no existía nadie más en el mundo con quien deseara pasar el resto de su vida, por lo que el anillo escondido en su bolsillo ardió con intensidad mientras las horas pasaban en el restaurante. 

No recibió noticias sobre su novia durante el viernes, pensando que estaba preparándole una sorpresa, pero tristemente ella fue la sorprendida.

Como cualquier persona, su corazón se rompió al darse cuenta que el amor de su vida no había llegado a su cita, quebrando todas sus ilusiones. Sin embargo, después de cientos de mensajes preguntándole una explicación y no obtener ninguna respuesta, comenzó a preocuparse. 

Quiso llamar a su casa para que le dieran información sobre el paradero de su novia, pero recordó que desconocía el número telefónico de su familia. Utilizó todos los recursos que tenía en sus manos para comunicarse con Choerry pero al no tener éxito, aprovechó sus habilidades como reportera para contactarse con ella.

- Buenas tardes ¿casa de la familia... - revisó los papeles esparcidos en su cama - Choi? ¡oh finalmente! me gustaría comunicarme con la señorita Yerim... ¿Cómo dice? no, claro que no es una broma, verá, he estado intentando comunicarme con ella y...

- La señorita Yerim falleció hace dos días.

Dos novias, un funeralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora