「 ɾҽբlҽcԵíօղ 」

I

― Cada vida es una película
Tenemos diferentes
noches y mañanas. ❜

El amanecer comenzaba a tomar lugar, poco a poco el cielo se iba aclarando dandole al sol espacio para salir.

Namjoon como cada día se despertó de forma casi automática, sentándose en su cama a esperar a estar completamente despierto para comenzar su rutina.

El espacio al que llamaba casa, consistía en un colchón en el suelo haciendo el papel de cama y unas cuantas telas cubriendolo, una deteriorada mesa de madera era utilizada como escritorio, el estante de metal donde almacenaba sus pocas pertenencias y por último un pequeño baño que solo tenía el  lava manos y retrete.

Namjoon comenzó a hacer lo de todos los días, se levantó y extendió las sábanas de nuevo en el colchón para que se viera más organizado, se deshizo de la ropa que tenía y la cambió por un pantalón bastante desteñido, una camisa en la cual ya empezaban a aparecer pequeños agujeros por la vejez y uno de los pocos zapatos que tenía.

Lavó su rostro, cepilló sus dientes y estaba listo.

Aquel día tenía la mañana libre así que iría a la lavandería, se estaba quedando sin ropa.

Tomó un bolso y en ella empacó toda la ropa sucia, con su bolso en el hombro salió de la pequeña habitación provocando un sonido molesto proveniente de la puerta, el rechinar de aquel pedazo de metal que hacía de puerta mostraba el deterioro que rodeaba a Namjoon, un deterioro que también tenía el como persona.

Pero a pesar de todo, tenía a Jungkook, que como un pequeño cachorro todos los días esperaba a Namjoon en la puerta de su casa, y ese día no era la excepción.

―Buenos días hyung.

Thighs~